De recuerdo doloroso...a recuerdo dichoso...

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Y mientras Shen Qingqiu observa a su hermoso trozo de jade, recuerda como fue concebida...ella no es fruto del amor, eso lo sabe el omega, pero desde que Yue Qingyuan le pidiera cuidar del pequeño ser en su vientre, encontró en ese ser que crecía día con día, el verdadero amor...

Un día más de torturas...un día más de sufrimiento ¿hasta cuándo? Se pregunta el inmortal caído en desgracia, ¿hasta cuándo tenía que soportar las torturas de su enemigo? Ya ha tenido suficiente, la secta Cang Qiong fue destruida, sus cumbres hechas cenizas...Yue Qingyuan su querido Qi Ge murió enfrente de sus ojos, pero no...nunca mostrará esa debilidad, ante todos es una escoria, pues bien, seguirá aparentando ser una escoria...aunque ese detalle no lo había previsto...

-¡Suéltame bestia! ¡no te atrevas!

-Shizun...huele bien cuando está en celo – y con una sonrisa siniestras arranca los ya girones de lo que quedaba de sus túnicas

- ¡Bestia! ¡no me toques! – sus manos son tomadas y elevadas por sobre su cabeza – ¡ni siquiera lo pienses!

-Pero Shizun...acaso ¿me culpará por ser omega? – y mientras sonríe lleva sus labios hacia el cuello del alfa

- ¡Déjame! ¡bastardo! – logrando levantar una de sus piernas para patear a su verdugo en el estómago

Pero lejos de alejar a Luo Binghe este se siente complacido...ya estaba aburrido de sus complacientes esposas y omegas, lo que quiere es un reto y está encantado de que sea su némesis quien le dé ese reto.

-Pero Shizun...¿Por qué me rechaza? – tomando el rostro del omega entre sus manos y con fuerza – eres omega y tú deber es...

- ¡Ni una mierda! ¡no me toques bastardo! – escupiendo el rostro del alfa

-Bien ya que lo quisiste así

Y así toma el resto de las ropas de Shen Qingqiu y las arranca, toma la cinta con la que amarraba sus ropas y amarra con fuerza las muñecas de Shen Qingqiu y las eleva por sobre la cabeza de este.

-¡No te atrevas!

-Shizun...es tu culpa, por entrar en celo – acercándose para besar el cuello del omega

- ¡¡¡No!!! ¡déjame bestia!

Y mientras Luo Binghe disfruta de ese maravilloso aroma de bambú ondeando al viento, rápidamente abre sus túnicas y sin consideración alguna toma al que fuera su maestro en otros tiempos, sin pena ni gloria reclama el cuerpo de Shen Qingqiu, sin miramientos le arrebata el poco orgullo que le quedaba al inmortal en desgracia, a la escoria...

Y Shen Qingqiu se limita a dejar que toda su frustración se deje ver mediante gritos e insultos a Luo Binghe, mismos gritos que complacen al semi demonio, rey de ambos mundos...

Y a partir de ese día parte de las torturas era mancillar a Shen Qingqiu entrara o no en celo, Luo Binghe le había arrebatado todo, ahora era lo que él deseaba un cascarón vació y sin alma alguna.

Las torturas continuaron, los suplicios eran indescriptibles...pero Shen Qingqiu se mantenía orgulloso, después de todo eso era todo lo que le quedaba en la vida...de momento...

Al pasar unas cuantas semanas...Shen Qingqiu empieza a notar algo diferente en él, siente nauseas, ascos...se cansa más de lo normal (sin contar las torturas a las que es sometido por Luo Binghe y su harén) hasta que nota algo, algo que lo aterra, su aroma está cambiando...tiene cierto toque ligero de leche...

-No...no es posible – negando varias veces con la cabeza – ¡¡¡No!!! ¡no lo acepto! ¡no es posible!

- ¿Qué te pasa escoria? – entrando en compañía de Sha Hualing y Ning Yingying – dime ¿Qué te aqueja?

LA HEREDERA DEL LOTO NEGRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora