Christopher.
—Maldito sea este dolor de cabeza. — me levanté temprano debido a que tenía un asunto pendiente en la empresa, sin embargo, no me sentía lo suficientemente bien para caminar. —Tyler, necesito medicamento. — él asintió con la mirada y se alejó gradualmente a conseguir lo que le había pedido.
Me sentía mal, sentía un dolor inexplicable en la cabeza, al igual que sentía dolor en la entrepierna como si alguien me hubiera dado patadas el día de ayer. Me dolía el cuerpo, como si me hubiera caído de la cama, lo cual era más que evidente, debido a que me levanté en el suelo.
Primera vez que me sucedía, nunca me había caído de la cama antes aunque estuviera tan ebrio.
Mi celular hizo un sonido e hice un mohín para contestarlo. —Christopher. — escuché la voz de Jackson. Antes de responder, saludé con una sonrisa a la chica que pasaba a lado para entrar al edificio Rickford, sin embargo, mi cara cambió de inmediato debido al dolor palpante. — ¿Cómo estás amigo?
—¿Por qué la pregunta? — dije con molestia. Suspiré cuando entré al edificio y me dirigí al ascensor.
—La fiesta de ayer, fue una locura ¿eh? — me toqué la cabeza. No recordaba nada. — Me he levantado preocupado esta mañana por que no sé que había pasado contigo, me dijo Romina que me hablaría por cualquier cosa, pero no me contestó cuando le marqué. Me preocupaba que estuvieras en el hospital.
—Qué gracioso eres Jack, a Romina no le importa lo que pase conmigo. — murmuré con una sonrisa en el rostro. Sí que era gracioso.
Esa niña sólo se preocupa por sí misma.
—Eso piensas, ayer la vi muy preocupada con tu situación.
—¿Qué situación?
—Te drogaron, hermano. — abrí los ojos. — No sé muy bien cómo sucedió, pero pasó.
—¿Qué? Es imposible. — traté de relajarme, pero no podía entender. — Está claro que no sé como llegué a mi departamento, pero ¿Estás seguro de que recuerdas que pasó ayer? — reí.
—No, te juro que sé lo que vi ayer, cuando todo sucedió, sentí que todo se me bajó en un segundo. — suspiró. — Supongo que gradualmente te irás acordando de lo sucedido, pero lo dudo, ya que quedaste inconsciente. Deberías verificar que droga consumiste ¿De acuerdo?
—Todo lo que me dices, es muy confuso.
—Por que no recuerdas, realmente yo tampoco sé, tendríamos que preguntarle a Jacob, él investigó que sucedió... —
Si el investigó, significa que es un asunto serio y que probablemente haya acabado todo mal.
Me toque la cabeza con confusión. —... o pregúntale a Romina.
—Prefiero saber los detalles de Jacob, ¿te parece si hoy quedamos para el casino?
—De acuerdo, le diré a los chicos.
Colgué.
¿Qué mierda pasó ayer?
Mi cabeza me punzaba. —Señor, su medicamento. — me tendió Tyler una pastilla con un vaso de agua y lo tomé sin pensarlo.
—Gracias Tyler. — mencioné. —Una pregunta, ¿Tú me llevaste a mi departamento en la noche?
—Sí señor, junto a la Señorita Romina, ella se quedó con usted para cerciorarse de que se encontrara bien.
Imposible. Hice un mohín, sin embargo, asentí con la cabeza hacia Tyler.
No podía decirle mucho a Tyler, ya que a pesar de que es un hombre de confianza temía a que sea un infiltrado de Alexander para saber todo lo que yo hago. Él solamente hacía su trabajo de asistente y nada más.

ESTÁS LEYENDO
Rotos en mil pedazos.
Romance''Todos estamos rotos, pero hasta la parte más rota de una crayola sigue pintando'' Los fantasmas del pasado hacen que los Rickford se vean envueltos en problemas que dan como resultado más destrucción dentro de su corazón, sin embargo, una coraza c...