❝El dinero es la razón por la que existimos. Todo el mundo lo sabe, es un hecho.❞
Los Kim son una imponente familia propietaria de muchas compañías millonarias que los hace a su vez, multimillonarios. Y si queremos exaltar su personalidad solo basta...
Todas las pruebas que se hizo de todas las enfermedades de transmisión sexual posibles dieron el mismo resultado. Jimin ya se veía en la Met Gala siendo el modelo revelación, sentía los flashes sobre su rostro y podía ver su rostro en todos lados.
Maldición, nunca pensó que coger le diera tantos beneficios, pero allí estaba mirando cómo el rostro de Jin se desfiguraba en gestos desagradables mientras le contaba cada detalle de la propuesta que le había dado Namjoon a nombre de los gemelos.
– ¿Qué opinas? – Preguntó a su mánager, quien seguía con su rostro de disgusto.
– Jimin, te estarías prostituyendo. – Aquello causó que Jimin mirara mal al beta. ¿Qué tenía de malo follar por dinero? Él folla gratis pero no podría desperdiciar la oportunidad de follar y ganar plata, además de que es su cuerpo y él decide qué hace con él.
– A ver Jin, tú y yo cogemos gratis solo por placer pero ellos me van a pagar. Me van a llevar a Italia, me van a ayudar con mi carrera... Hasta me ofrecieron ir a la Met Gala. – En el momento que menciona ello Jin empieza a verse menos disgustado.
– ¿La Met Gala? – El omega asiente con una sonrisa.
– Y no te dije cuánto me van a pagar.
– ¿Cuánto?
– Un millón. – Jin entonces tiene una mirada de reproche. ¿Un millón de wones? Realmente es degradante para alguien como Jimin. – De dólares. – Está bien, el beta debe admitir que acaba de atorarse con su café.
Ello causa que el rubio empiece a reírse a costas de su amigo y mánager, quien se levanta a toser y expulsar todo lo que había tomado por el lavabo de la cocina.
– Tendrás que lavar mi lavabo, Jin. Allí lavo mis verduras, lo último que quiero es tu saliva allí. – Menciona en cuanto ve al beta regresar.
– Contrataré un servicio, aunque con el millón que te van a dar vas a tener para poder cambiar de departamento de paso. – Se sentó en el sofá de al lado y miró a Jimin. – Entonces, irás a Italia. ¿Es en serio?
– Namjoon me dijo que ellos están en Lombardía, la Semana de la Moda es en Milán y ellos se encargarán de todo. – Jin observa al rubio y carraspea. – ¿Qué pasa, Jin?
– Si cancelo tu puesto en el avión de la agencia, ellos me dirán que yo vaya contigo. – El más alto hizo como si mirara algún punto de la sala del menor mientras que éste último sonreía de oreja a oreja.
Jin siendo Jin, no hay más que eso.
– Le diré a Namjoon que necesito un boleto más en primera clase. ¿Satisfecho? – En el momento que dice aquello, el de cabellos castaños grita de la emoción y abraza al modelo.
– Nunca estuve tan agradecido por tu existencia, Jimin.
– Oh, claro, no es como que si de mi vida dependiera tu trabajo.
Ambos se rieron y siguieron conversando y organizando todo, ya que en unos días viajarían a Lombardía, más en específico a Milán para el epítome de sus carreras.
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