Capitulo 28: Antes del examen

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Un mes paso despues de eso, y todo fue relativamente normal. Momo había decidido no preguntar sobre como sabía moverme de esa manera, pero supuse que dedujo que de ahí sacaba mi confianza. Cosa buena, ya que explicarle todo sería aun mas problemático. 
En la secundaria me encontré con Bakugo una vez mas, solo que este me ignoraba en su totalidad. De vez en cuando parecía mirar hacia mi, como si se imaginara ahorcándome hasta la muerte, pero al final, no paso de esas miradas. Aun así, me sentí mal con el pobre de Midoriya, ya que toda la ira que Bakugo tenía contra mi, iba contra el pequeño peliverde. Uno podría decir que por conocernos desde el jardín de niños, ser fanáticos de la lectura y ser Quirkless tendríamos una clase de conexión especial, como ser mejores amigos o algo así. La realidad era que mientras Bakugo molestaba a Midoriya junto a sus demás amigos, yo pasaba de largo y me iba a comprar algo para almorzar en la cafetería. No era mi problema si era molestado, tampoco si este no hacia nada para defenderse. Si el no tenía el valor de plantarse a Bakugo para que lo deje de molestar, entonces no valía la pena siquiera pensar en apoyarlo... era asombroso que el siguiera diciendo que sería un héroe al graduarse.

Durante ese tiempo, no habia tomado demasiadas almas aparte de las de esos dos cuervos, que vagaban libremente por algún lugar de la ciudad. Luego de que Albedo se fuera, solo había recolectado muy pocas almas, y en su mayoría era de animales. No tenía tiempo de ir a un cementerio y buscar desesperadamente cuales no eran meramente memoriales, sin un cuerpo o restos debajo. Aun así, había sido testigo de un accidente, en el que un héroe había desafortunadamente perdido la vida. Yo iba pasando, y cuando nadie me vio tome su alma. Rápidamente sentí un gran poder fluir dentro de mi, siendo entonces que supe como era realmente un alma alfa. No era suficiente para ser un ser supremo, pero era lo suficiente como para lidiar con la mayoría de problemas en mi vida cotidiana.

Esa mañana, todos estaban hablando entre si. Bakugo y su grupo de amigos hablaban sobre la salida de nuevos videojuegos, las chicas comentaban sobre sus cantantes favoritos, mientras que Midoriya y yo, bueno, estábamos mas entretenidos con nuestros cuadernos mas que con cualquier otra cosa. Yo solo estaba haciendo un seguimiento de cuantas almas tenía en total, como si estuviera haciendo el recuento de un inventario. Midoriya probablemente estaba escribiendo sobre el ataque del villano en la estación de trenes hace unas pocas horas. Aun si no podía ser un héroe, podía ser fácilmente un experto en ellos.
Las puertas se abrieron, y el maestro que tenía un saco café oscuro y la cabeza lisa hizo acto de presencia. No podía llamarlo por su nombre, pues lo había olvidado. Tenía consigo Una pila de papeles, y su entrecejo estaba ligeramente fruncido. Todos permanecimos callados

—¡Okay, todos ustedes están en tercer año ahora! Lo que significa, que es momento de decidir que harán con su futuro...— Tomo entre sus manos un puñado de papeles. Duro un momento así, antes de relajar su semblante y sonreír de manera risueña. —¡Pero da igual, ¿no?! ¡Al final todos quieres ser héroes!

El grupo de estudiantes mutantes comenzaron a hacer alarde de sus habilidades. Entre ellos había unos cuantos que conocía, como el chico de los ojos saltones, o el de los dedos largos, mismo el cual había vuelto a ver luego de años, tratando de ponerle un dedo encima a mi hermana. 
El profesor trataba de calmarlos, pues estaban haciendo demasiado alboroto. En realidad, todos ellos querían ser héroes, aunque sabía que otros tenían mas oportunidad de lograrlo que la mayoría.

—Sensei, no me ponga al mismo nivel de estos perdedores...— Una mirada arrogante se asomo desde una esquina del salón. Bakugo como siempre, mostraba su prepotencia a los demás con descaro. —No pienso estar en la misma categoría que estos tipos con Quirks débiles. 

—¡¿Como que perdedores?!— Grito uno de ellos

—¡¿Te crees mejor que nosotros Bakugo?!

—¡¡Cállense, malditos extras!!— Aunque fuera injusto, Bakugo tenía un don bastante poderoso, y sus ambiciones de ser un héroe eran mas que validas, aunque su carácter dejaba mucho que desear, como cierto héroe de fuego que conocía. 

Boku no hero: OverlordDonde viven las historias. Descúbrelo ahora