Capitulo 2: Una sociedad super humana

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Me costaba respirar al inicio, y mi cuerpo me dolía como un carajo... y después de un mes, me sigue doliendo, aunque el respirar me es mas fácil y menos doloroso. No puedo abrir bien los ojos todavía, parece ser que no tengo mucho de nacido, aunque a pesar de no tener mucha visión, puedo escuchar a la gente hablar y pasar al lado mio, así que puedo darme una idea de lo que esta pasando, donde estoy, y cual es mi situación.
Por su idioma, parece que estoy en japón... lo cual es algo que me sorprende, pero al mismo tiempo me alivia, ya que en mi anterior vida aprendí lo suficiente como para entender algunas oraciones y palabras, así que me daba una idea de sus palabras. Al parecer, hablan de lo afortunado que soy de sobrevivir, ya que me vi envuelto en un incendio, y por varios segundos, mi cuerpo perdió el pulso, aunque eventualmente logre volver a la normalidad. Mi madre y padre biológico no tuvieron la misma suerte que yo, y fallecieron durante el camino al hospital, esto debido a que se sacrificaron para que la mayoría de las llamas le dieran a ellos y no a mi..... no podía evitar sentir algo de pena por ellos, aunque en realidad, de no ser porque reencarne, quizás yo me hubiera ido con ellos. Mi cuerpo estaba lleno de heridas y quemaduras, las cuales al parecer, dejaran algunas marcas por mi cuerpo, aunque no tan notables para quedarse conmigo para siempre, aunque pasare un muy buen tiempo en el hospital hasta que me cure por completo antes de enviarme a un orfanato.

Una enfermera venia siempre a revisarme y darme los tratamientos necesarios para mi recuperación. Quizas mi cuerpo sea el de un bebe, pero mi mente adulta me hacia pasar por algo de vergüenza, después de todo, a ningún hombre le gustaba que lo cambiaran, mucho menos que lo hiciera una mujer... aunque técnicamente, no tienen nada de malo al ser un bebe... pero sigue sin cuadrar.
Después de varios meses, poco a poco el dolor que sentía iba desapareciendo, y comenzaba a sentirme mejor... señal de que mis quemaduras estaba tratándose bien, posiblemente en unos cuantos meses mas podre ser llevado a otro lugar, y ver el mundo al que fui enviado.
Después de 8 meses en tratamientos intensivos, al fin estaba en una condición favorable, a pesar de las marcas que estaban en todo mi cuerpo, señal del incidente que viví... aunque realmente no me importaba tanto como la comezón que me causaba, después de sufrir una quemadura, generalmente causa una gran comezón después, señal de que se esta curando correctamente.... se que era buena señal, pero seguía siendo incomodo.

Justo al cumplir nueve meses dentro de ese hospital, por fin decidieron llevarme a un orfanato, a pesar de la comezón que sentía, todo lo demás estaba bien en mi como para darme de alta... finalmente iba a conocer el mundo en el que estaba, pues me enteraba de muy poco estando dentro del hospital. A este punto yo ya podía abrir los ojos, y podía ver relativamente bien. Era cargado por una enfermera por un gran pasillo blanco de hospital, varios doctores iban de lado a lado al igual que los pacientes, y al fondo del pasillo, una mujer de aproximadamente 40 años de edad me miraba con una cálida sonrisa. Su cabello era largo y de un color rojizo, recogido en una cola de caballo y a pesar de su edad, bien podía confundirse con una mujer de la mitad de su edad, se mantenía bien. Esta mujer intercambio algunas palabras con la enfermera y después con el doctor que se encargaba de cuidarme, pues tal parece que ella era la encargada del orfanato al que me iban a enviar, y tenia que llenar algunos papeles para poder hacerlo oficial... y realmente no sabia si ella era una buena persona o no, o si me iría bien con ella, pero al final, no tenia mas opciones. La mujer pelirroja noto que la miraba, y sonrió como solo una madre podría hacerlo.


...


Habían pasado ya un año desde que fui recogido por aquella mujer, y empezaba a entender mas, ahora que podía abrir los ojos y escuchar con mejor claridad. La mujer se llama Amaya Suzuki, y es la dueña de un orfanato en un lugar de Japón llamada Kamino, que era una gran mansión antigua, la cual posiblemente ella adapto para que sea un orfanato; como si no estuviera acostumbrado a vivir en una.... Ella se dedica a llevarse a los niños que quedaron huérfanos en accidentes o en el momento del parto, tal parece ser que ella es una buena mujer, la cual se compadeció de mi y me llevo con ella para ser dado en adopción al igual del resto de niños que rescato... sin embargo, note algo peculiar con los niños que estaban en el orfanato y pasaban a menudo cerca de mi cuarto, y que de no ser porque corrobore varias veces antes de sacar una deducción podría jurar que estaba delirando al decir, que varios de estos niños tenían anormalidades como cabezas de animales, colores de piel desde el morado hasta el verde, cuernos o incluso garras, y los he visto hacer cosas que una persona normal no debería de lograr..... sin duda alguna no estaba viendo cosas, y tampoco estaba soñando, esos niños eran mutantes. Sin embargo, todos se veían tan tranquilos con ello, que llegue a pensar que era normal en este lugar, ¿A que clase de mundo me mando Dios? Como todo parece ser tan normal, tratare de no alarmarme con ello... eventualmente sabre porque son así 

Boku no hero: OverlordDonde viven las historias. Descúbrelo ahora