El titán de ataque y el titán fundador tienen más cosas en común de las esperadas.
Las cosas se ven prometedoras ahora.
Personas que antes no existían parecen darle otro significado a la historia que originalmente se contó.
O,
La historia donde Levi...
Los gritos del instructor se podían escuchar desde la muralla Sina, hasta el rey podía escuchar sus gritos desde el trono, ese hombre si quisiera podría incluso llegar a hablarle a los dioses con sus gritos de iniciación. Era un bastardo loco, pero todo tenía un propósito y si no soportaban los gritos de ese hombre que con tanto griterío se le va a caer el poco cabello que tiene, ¿Para qué te vienes a convertir en soldado? Aunque tiene que agradecerle que grite, ya que sin sus gritos no habría podido encontrar el lugar donde se reclutaba, porque no pregunten como, pero había llegado hasta a la oficina del rey, tomando un dulce que había en su escritorio y partiendo nuevamente para intentar llegar a su destino. Lo que no quería era llegar tarde, pero ahora viendo la vista que se le presentaba, había llegado tarde y además llamaba la atención, excelente, todo era perfecto, se sentía irritado con la mirada de todos, pero no lo demostraba.
Algunos comenzaron a murmurar cosas sobre porque un niño venía a este lugar que, si acaso estaba loco y otras cosas que hacían referencia a su estatura, ese chico de cabello más rojo que la sangre misma, llamaba mucho la atención, su apariencia era de destacar y su estatura le daba un toque tierno, enserio, era el más bajo de todos lo que estaban en el lugar.
-¡¿SE PUEDE SABER PORQUE LLEGA TARDE RECLUTA?!
-¿Me creería que me perdí en los caminos de la vida?
(Antes habíamos puesto: ¿Me creería que me perdí en los caminos de la joteria? 😅....mejor sigamos, ignoren esto, muchos memes).
Aunque suene una excusa tonta, es la verdad, pero claramente la cara desencajada del instructor le dio la respuesta de que no le había creído esa escusa tan tonta. Era un día muy bonito, realmente no quería desperdiciarlo mientras ignoraba a su instructor gritarle un sin fin de cosas que realmente no tomaba atención, proyectando una mirada aburrida al hombre que se desgarraba en decirle palabras que iba a olvidar al instante.
-¡DIME TU NOMBRE RECLUTA!
Saliendo de su meditación, miro al hombre intentando descifrar que le había dicho o preguntado. Acaso le seguía hablando después de haberle ignorado por tanto rato, casi podía llegar a decir que el hombre se preocupaba en saber sobre alguien que según el hombre era carnada y comida de titanes, pero ello no le importaba realmente, no necesita ser sabio para saber que podía morir en cualquier día, los titanes son solo otro enemigo en la lista, existen muchos otros todavía en la espera de cobrar su vida.
-¿Dijo algo señor?
El instructor Shadis le miro por instantes todavía más desconcertado que antes, solo para estallar en ira ante la mirada muerta del chico, lo cual era visto por dos soldados de la tropa de reconocimiento que estaban mirando a los nuevos reclutas desde una ventana, uno con una mirada desinteresada y otro con sorpresa, aunque si vieran al primero más atento podían verle la pequeña sonrisa que tenía en su rostro, junto con un gramo de preocupación que nadie podría ver.
-Ese chico va a sacar de quicio a Shadis con sus palabras- se detuvo por un momento de lo que iba a decir- ¿tienes algo que ver en todo esto Levi?
"El tomate cumplió su promesa"
-No sé de qué hablas Erwin- Dedicó una última mirada al menor para luego darse la vuelta- Es hora de irnos, ya hemos visto lo suficiente.
Mientras ellos se retiraban, el chico de cabello rojo tenía una mirada más sombría de la normal, habiéndole respondido lo necesario para que el instructor siguiese con su rito y dejar de llamar la atención de los reclutas, unas simples palabras le seguían taladrando le cabeza de un modo que casi se diría que es masoquista. Una tras otra se seguían repitiendo en su mente, sin percatarse de las miradas de un castaño de ojos verdes azulados y de una pelinegra junto con un rubio que, si bien era bajo, aún era más alto que el, se podía casi ver una sombra proyectarse a sus espaldas, un aire frío corría entre los reclutas y el propio instructor era víctima de ese instinto de muerte...las palabras seguían...
Niño...
Mocoso...
Enano...
Tomate...
Oh que regocijo iba a tener cuando le tocara pelear contra los malditos que se atrevieron a llamarle de esa forma, se iban a arrepentir, desearan nunca más haberle insultado, lamentablemente era una pena que no se pudiese tomar medidas más drásticas contra ellos, pero para cuando el karma, que el mismo iba a realizar, les llegara a ellos, tal vez podrían ser compañeros. Amigos...no lo sabe, las relaciones y el apestan, no se llevan bien.
"Si me como mi manzana...¿le tendré que dar la mitad al instructor?"
