El titán de ataque y el titán fundador tienen más cosas en común de las esperadas.
Las cosas se ven prometedoras ahora.
Personas que antes no existían parecen darle otro significado a la historia que originalmente se contó.
O,
La historia donde Levi...
Eren podía ser todo lo que quisiesen, un suicida, un impulsivo, un busca pleitos o qué cosas que los demás dijesen que, aunque le costase, él comenzaba a controlarse y demostrar lo contrario, pero el de no meterse a peleas es un tanto complicado. Aunque, para ser sinceros, el haberse reencontrado con ese amigo de su niñez le ha hecho aprender muchas cosas, algunas dolorosas, pero que después se da cuenta de que le han ayudado, en su estilo de lucha o el cómo relacionarse con su "hermana adoptiva", entre muchas otras cosas. Destacando algo que su madre se tomó a pecho enseñarle a su hijo, esto se adjudicaba a saber cómo tratar con una mujer o doncel si es que se enamoraba, podía negar mucho, pero su madre sabía que este tenía un interés por el joven que les había salvado y que después se enteró que era amigo suyo también. Unos cuantos golpes y regaños bastaron para que pronto supiera que se sentía de cierta forma atraído a su "amigo".
Ahora, puede que sea muy impulsivo, pero quería estar seguro de ello.
Había pasado ya un tiempo, habían realizado distintas pruebas y algunas veces, el joven Ackerman desaparecía por unos días para volver con el resto del escuadrón con la excusa de que tenía asuntos que hacer y de los cuales tenía permitido realizar, siempre y cuando no afectaran su rendimiento, por lo cual era uno de los mejores, ayudando, aunque fuese con una actitud desinteresada y aburrida, a otros de su escuadrón de vez en cuando.
Eren al verle nuevamente había sentido una chispa encenderse con mayor ahínco en su interior, una que ya había sido encendida la primera vez que se conocieron, pero ahora con mayor ganas, tenía tantas cosas que decirle, tanto de que hablarle, pero habían pasado tan solo 3 meses y muchos de sus compañeros le tenían cierto cariño al pelirrojo, sobretodo un instinto sobreprotector. Aunque ello tuvo su inicio...
Todo partió un día en que Naruto estuvo encargado de hacer la cena junto con otros cadetes, algo sobre entrenamiento, pero todos aseguraban que era porque los querían matar de hambre, cortesía de una exagerada Sasha que lloraba a mares cuando se enteró de que no estaban los encargados de su "deliciosa" comida. Solución entregada por su instructor, algo normal, pero, sin saberlo, fue el momento en que había que enfrentar al temible enemigo del doncel, alcanzar algo que estaba muy alto para su persona, sin nadie a su alrededor y sin querer que nadie se burlase de él, aunque le pegase después como venganza, sin encontrar a Eren u otro de sus compañeros, todo parecía ser una maldita broma. Su mirada se afilo en el objeto, tenía en claro su objetivo, así que ayudándose de una silla con una caja encima lo suficientemente resistente para no romperla, aunque no pesara mucho, se dispuso a sacar la sal que quien viene a dejarla tan alto.
Para cuando logro tener el objeto entre sus manos, en su interior un chibi naruto bailaba ante su victoria, el ruido de envase caer al suelo le alertó de la presencia de alguien que por acto de reflejo le lanzó el cuchillo que siempre llevaba oculto en su ropa, otro misterio a resolver por parte de sus compañeros al no entender donde escondía tantas armas en su ropa y que no se notara, pero saltando ello...
Todos los cadetes estaban ahí mirándole, el instructor que pasaba por ahí entró a escuchar el ruido y se encontró con la escena de un Ackerman al lado de una silla con una caja junto a lo que parecía ser un envase de sal. El silencio fue sepulcral para todos y el pelirrojo se sentía enojado de que le vieran hacer aquello, la mirada de Mikasa se había suavizado un poco, pero seguía sin mostrar mucha expresión, otras se encontraban en shock ante la vista, pero algunos hombres, en especial Eren, morían de ternura, les parecía muy tierno esa escena, pero lamentablemente fue Reiner el que sufrió una patada en sus partes íntimas, un cabezazo y un golpe en la nuca que le dejo K.O.
-Si dicen algo de esto, les mato.
Con dicha amenaza se fue, sin olvidar entregarle la sal al primero que estaba enfrente que era el pelicafé de su amigo, Eren recibió la sal en sus manos y miró para abajo la figura de su amigo y enamorado.
-La ensalada no tiene sal.
Con ello se retiró sin haberse percatado de la presencia del instructor Shadis que estaba un poco impresionado y divertido por la vista, quien pensaría que uno de sus mejores cadetes tiene estos problemas, se aseguraría de que las cosas no estuviesen tan altas para la próxima vez. Viendo que no tenía que hacer nada más en el lugar se dio la vuelta y partió a retirarse, no sin antes ordenarles a los cadetes terminar todo lo relacionado con la comida y fueran a comer antes de que llegase el toque de queda o los dejaría sin comer nada. Para cuando volvió a entrar el Ackerman menor, todo estuvo en silencio, Marco iba a decir algo, pero un golpe en el pie por parte de Jean le detuvo, nadie era idiota cuando se trataba de un Naruto enojado, por lo cual ese día fue la comida más silenciosa para los cadetes que tenían un pensamiento muy parecido entre ellos...
Naruto estaba chiquito y tenían que cuidarlo de las amenazas gigantes.
