THE PROSTITUTE ADAPTACIÓN TERMINADA

Extra III

Historia Original de M_Um0JKKT

Cuando Gukd se quedó sin pulso, todos los médicos y enfermeras dentro de la sala empezaron a realizar diferentes procesos para lograr que su corazón partiera de nuevo.

Mew había salido de la sala de partos y su bebé había sido dejado con una de las enfermeras para que lo limpiarán y llevaran al piso de maternidad donde estaban los cuneros.

Bright, Win, Nut, Peatch y Samy estaban sentados al lado del pelinegro dándole ánimos mientras este solo podía llorar y llorar esperando que Gulf reaccionara.

Su tiempo juntos había sido corto, su tiempo dándose besos y caricias era lo único que anhelaba cuando estaba separado de él y tenía la esperanza de que él no sufriría lo mismo que habían pasado cada uno de los chicos dentro del laboratorio.

Recordó al bebé que ahora estaba dormido siendo cuidado por Pineare en casa y solo pensó y pensó en lo que había pasado.

Su padre habia sido demasiado valiente y fuerte para darlo a luz, había soportado todo el sangrado interno solo por ver a un bebé que, aunque era producto de una violación, era suyo y lo amaba.

Gulf es fuerte, es incluso más fuerte que aquel chico y es por eso que estaba sentado con las manos en el pecho tratando de pedir un deseo, el deseo de que Gulf pueda volver a su lado.

—Mew Hansley. –llamó la enfermera.

Todos ellos levantaron su vista y fue cuando Mew corrió hacia ella y la miró con mucha desesperación.

La enfermera sonrió y palmeó su hombro.

—Ya está muchacho, tu novio es un campeón. –dijo con una sonrisa para quitar el estrés del pelinegro. —Él está bien, por ahora esta fuera de peligro pero es probable que no pueda caminar en un largo periodo. –le explicó. —Ahora lo están llevando a su habitación, puede que despierte mañana pero le inyectaremos cada ocho horas un analgésico para evitar que le duela mucho. No debes dejar que se siente por completo o tenga mucha presión en el abdomen, sus heridas no eran profundas pero causaron un gran sangrado. Así que cuídalo mucho y no dejes que vea que estuviste llorando.

Mew se limpió las lágrimas y entonces agradeció a la enfermera una y otra vez hasta que la vió ir a la recepción para dejar el informe médico.

Todos los demás se acercaron a Mew y al escuchar las noticias abrazaron al menor.

—Deberías entrar a verlo, nosotros iremos a la casa a sacar sus cosas y las del bebé. –dijo Peatch. —Cuídalo Mew, y llámanos si es que pasa algo. –le pidió.

Mew asintió y se despidió de los demás, camino hacia el cuarto donde estaba Gulf y abrió la puerta un poco desesperado de verlo.

Cuando entro, fue hasta la mesa de noche y prendió la pequeña lámpara que había para no molestar a Gulf mientras dormía.

Recorrió el asiento que había en la habitación y se sentó allí para poder tomar la mano del pelinegro.

Acarició su mano y después su rostro hasta que sintió que podía confiar en que mañana despertaría y que nada más pasaría por la noche, fue así que se quedó despierto velando el bienestar de Gulf.

Cuando la mañana se hacía presente, Mew soltó la mano del menor para estirar un poco sus músculos después de pasar horas en la misma posición, pero entonces la mano de Gulf se estiró en señal de que tomara su mano de nuevo.