CAPITULO 4✓.

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Mi pulso se acelero al escuchar como tocaban con desesperación la puerta de mi habitación.

¿De verdad se iba a cumplir mi fantasía de que Romina nos viera?

Una pequeña sonrisa se dibujo en mis labios al ver cómo abrían y de ahí entraba Mateo.

Mi sonrisa se borró de golpe al ver cómo sus manos se hicieron puños, me levanté y tape mi cuerpo con rapidez al ver cómo Mateo se aproximaba a Derek con rabia.

— ¿Otra vez? ¡Maldita sea! —. Puse mis manos en su pecho tratando de calmarlo

— ¡Tranquilo, tranquilo Mateo! —. Tome su barbilla con fuerza

— Mi amor —. Hable al ver que no respondía, sus ojos me miraron de golpe al escuchar mis palabras

— Haz que tus besos me hagan temblar —. Acerqué lentamente mi boca a la suya y antes de si quiera poder rozar sus labios con los míos sentí como Derek me jalo bruscamente separándome de golpe de Mateo

— No, no, no tú eres mía, tú me lo acabas de decir, de demostrar —. Jalo mis brazos con fuerza

Sus ojos me veían con decepción, pero es que no sabía cómo decirle a los dos que yo les pertenecía a ambos.

— Soy de los dos Derek —. Acaricie lentamente su rostro

— ¡No estoy dispuesto a compartirte de nuevo! —. Pego bruscamente mi cuerpo al suyo

— Ayer me di cuenta de que no puedo ni si quiera imaginar a tu cuerpo sobre el de él —. Acarició lentamente mi cabello

— Tienes razón Derek —. Escuché decepción en la voz de Mateo

— Yo tampoco estoy dispuesto a compartirla de nuevo, ayer también me di cuenta de que jamás volvería a hacer un trío contigo —. Mateo despegó bruscamente mi cuerpo de el de Derek

— Es hora de decidir con quién te quedas —. Sus palabras me cayeron como un balde de agua fría

Me quedé callada sin saber que decir o a quien escoger, pero ahora me daba cuenta de que no estaba dispuesta a estar sin ninguno de los dos y menos sabiendo que estaba aquí la arpía de Romina.

— ¡No me pueden hacer esto! —. Pase mis manos por mi cabello con frustración

— Estábamos tan bien, podemos seguir así —. Los mire a ambos, pero los dos al escuchar mi respuesta negaron rápidamente con su cabeza

— ¿Pasa algo? —. Mire la puerta al escuchar la voz de Romina

Una pequeña sonrisa se dibujo en los labios de Derek al verla en un pequeño vestido entallado, la ira me consumió al ver que también Mateo la miraba.

Maldita sea los dos la estaban follando con la mirada, ¿Por qué no a mí? ¿Por qué con ella?

EL INFIERNO DE ALESSIA (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora