— Lo que acabas de escuchar —. Me aleje de Derek aproximándome a Romina
La cuál hacía sus manos puños, las dos sabíamos la razón por la cuál ella no quiso asistir al funeral de nuestros padres... La culpabilidad pudo con ella.
— ¡Eres una estúpida! —. Escupí con rabia
— Si tan solo te hubieras ido y ya, yo nunca hubiera dicho nada —. Mire los ojos llenos de rabia de Romina
— ¿Aún no te das cuenta Alessia? —. Romina cruzo sus brazos
— Derek es muy parecido a nuestro padre, yo me enamore de él y su espíritu sigue latente dentro de él —. Señalo a Derek
— ¿Es por eso que veniste? —. Mordí mis labios con frustración
— Así es, ya no estoy dispuesta a dejarte el camino libre con Derek. Él es mío o no es de nadie —. Lo miro
— Las dos son repugnantes —. Sus palabras llamaron mi atención
Me gire y mire a Mateo, sus manos estaban hechas puño, sabía que mis palabras lo herían ya que él era él más cercano a nuestro padre.
— Insolente —. Levanté la vista y la clave en él
— ¿Cómo puedes juzgarnos cuando tú los mataste? —. Sus ojos se abrieron de golpe al escuchar mis palabras
— ¿De que estás hablando? —. Sentí las manos de Romina tomarme con fuerza de los hombros y darme vuelta
— Lo que acabas de escuchar, nuestros padres seguirían vivos sino fuera por la obsesión qué tiene Mateo hacía mi —. Baje la mirada con culpabilidad
— ¡Todo esto es por tu maldita culpa, sino existieras ellos seguirían vivos, él me amaría! —. Los ojos de Romina se llenaron de lágrimas
— Si ella no existiera, yo tampoco —. Me gire al escuchar las palabras de melancolía de Derek
— Yo vivo por ella, yo vivo para ella —. Sus ojos se conectaron con los míos
— No entendemos el valor de los momentos hasta que los vemos perdidos, eso te pasa a ti Romina —. La mire
— Una gran culpabilidad te acecha por dentro al saber que no fuiste capaz de salvar a nuestro padre —. Una lágrima resbaló por su mejilla
— Por eso vive lo que tienes ahora, porque los recuerdos se desvanecerán y no se podrán abrazar —. Me acerque lentamente a ella
— Derek no te ama, y tú tampoco a él... Solo es el recuerdo y la viva imagen de nuestro padre la que vez en él —. Acaricie sus mejillas con ternura
— Deja que ese odio y resentimientos te liberen —. Sonreí levemente
— Que ironía Alessia —. Su voz entre cortada llamo mi atención
— Tú hablas de que deje este amor que sentía por él —. Golpeó con fuerza su pecho
— Pero tú ni si quiera puedes elegir a quien amar —. Aventó mi pecho con brusquedad
— Porque eso eres tú, eres una maldita mentira que los tiene envueltos a los dos y que tú crees que es amor, pero en realidad ni si quiera te amas tú —. Sorbio su nariz con fuerza
— ¡Mentira, yo los amo a los dos! —. Tome compostura
— ¿Así? —. Frunció el ceño
— ¿Que es el amor Alessia? —. Su pregunta me saco de lugar
— Nunca digas que amas a alguien si nunca has visto su ira, sus malos tratos, sus hábitos, sus creencias absurdas —. Baje la mirada pensando en Derek
— Nunca digas que amas a alguien si no sabes esperar por esa persona, si te sacrificas por ella y te desvives por ella —. Pensé en Mateo
— Todos pueden amar una puesta del sol qué les brinda alegría, pero cuando es tapada por una nube negra es ahí donde te das cuenta que solo unos cuantos saben amar el caos y la destrucción juntos —. La mire
— Eso es el amor, estar en las buenas y en las malas a pesar de... Todo —. Susurré
— Y es por eso que no puedo decidir quedarme sin ninguno de los dos, porque los amo a ambos —. Los mire, los cuales me miraban sorprendidos
— Y aún en tiempo de crisis rebela y sueña —. Una lágrima bajo por mi mejilla
— Los sueños se desvanecen con el tiempo —. La voz de Romina era venenosa, trataba de poner a los dos en mi contra
— Yo me iré, pero date cuenta de que los tres acabaran destruyendose el uno al otro... Y tú serás la única culpable —. Relamio sus labios y salió por completo de la habitación
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EL INFIERNO DE ALESSIA (+18)
RomanceTERMINADA...✓. TERCER Y ÚLTIMO LIBRO DE LA SAGA "INFIERNO" LIBRO 3 DE ("EL INFIERNO DE DEREK") - Estoy demasiado ocupado siendo tuyo como para enamorarme de alguien más -. Rodó los ojos molesto La ira me consumía por dentro y es que mis ojos no que...