009. DE VUELTA EN CASA

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Meredith.

Las decisiones que tomamos nos llevan por dos caminos, dos elecciones, la vida que actualmente tienes y, la de ¿Qué hubiese pasado si?, mentiría si dijera que nunca me puse a analizar que hubiese pasado si mi madre nunca hubiese llegado a América, si nos hubiésemos quedado en Londres o hubiésemos buscado refugio en el instituto de Nueva York, tal vez nuestras vidas hubieran sido distintas, tal vez ella seguiría conmigo y hubiésemos evitado que esta profecía siguiera manejando nuestras vidas a su antojo.

La luz a través del gran ventanal en la habitación dio justo en mi rostro haciéndome gruñir y apretar mis ojos ante la molestia, mis piernas se enredaron con las mantas de la cama y un molesto sonido a mi costado me hizo sentir mas descontenta. Extendí mi mano hasta donde provenía el ruido y golpee lo que al parecer era un reloj.

Abrí mis ojos lentamente para poder familiarizarme con la luz del día y mire todo a mi alrededor, no tenía idea de donde me encontraba pero el ambiente se sentía muy familiar. Bostece y me estire antes de levantarme de la cama, analice la habitación, que al parecer me pertenecía, las paredes eran de un suave gris, los muebles eran de color blanco y las sabanas sobre mi cama eran también de color gris.

"Meredith... vamos... levántate se te hace tarde para ir a la escuela." una mujer de cabello rubio entro por la puerta "Oh vaya, ya estas despierta cariño, creí que tenia que volver a arrastrarte fuera de la cama."

"¿Mamá?"

Mi madre sonrió antes de agarrar mi rostro y apretar mis mejillas, sentir su cálido tacto hizo que mi corazón se detuviera por un par de segundos, la tenía frente a mi, viva y sonriendo.

"Se que no te gusta que siga tratándote como una bebe, pero eres mi bebe, mi pequeño sol, mi rayo de luz."

Sonreí tratando de contener las lagrimas.

"No, esta bien, puedes... tu puedes decirme así cuantas veces quieras, eres mi mamá."

Mamá frunció el seño y asintió algo confundida.

"Arréglate rápido, debes dejar a Amanda en la escuela y no te olvides que ambas deben ir al instituto por la tarde."

"Igual que todos los días."

No se por que pensé en eso, pero cuando termine ella solo me revolvió el cabello para después salir de mi habitación.

Al momento en que termine de arreglarme, agarre mi bolso con mis cuadernos adentros, no se que era lo que pasaba para yo estar un mundo en el que mi madre estaba viva, pero la verdad es que no quería arruinarlo.

Salí de la habitación y seguí por el pasillo hasta, lo que acertadamente era, la cocina, en ella estaba mi madre dejando una bandeja de panqueques y tocino en la barra de la cocina junto a una jarra de jugo de naranja, sentada frente a ella con los pies colgando de la silla estaba una niña de no mas de 8 años con cabello rubio, peinado en un par de coletas, y con los ojos azul verdoso.

Amanda.

"Buenos días, hermanita." le dije Amanda para luego apretar su mejilla y sentarme a su lado.

"Necesito que le hagas caso a tu hermana, Amanda." dijo mama antes de tomar un sorbo de su jugo. "Las veré a ambas en el instituto por la tarde, los Lightwood las van a estar esperando, yo estaré un poco ocupada en la tienda y luego tengo una reunión en Idris pero las veré ahí."

"Si, mami."

"Oye mama..." pregunte mirando las fotos en la sala. "¿Donde esta Illois?"

Mis palabras la sorprendieron ya que en ese momento casi se atraganta con su jugo.

Percy Jackson y La Maldición del Titán || Percy Jackson Y Tu || [En curso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora