Capítulo 3

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Elain miraba fascina a Nesta entrenar, sabía que era buena, sino no habría pasado por todo lo que pasó, pero jamás la había visto moverse con tanta gracia, incluso sudada, Nesta estaba guapísima.

-Se le da bien- comentó Feyre. Nyx estaba dormido en los brazos de Rhysand.

-Sí

-Quizás deberías unirte a ella

-¿Yo?- sonrió de lado- No creo que esto sea para mi.

-Deberías de aprender a defenderte y Cassian y Azriel parecen ser muy buenos profesores, podrían enseñarte, mira lo que han hecho con todas estas mujeres.

-Si, lo parecen- su mirada iba más allá de todas esas chicas que estaban practicando, más alla de todas esas melenas de colores. La retiró cuando unos ojos dorados la devolvieron la mirada.

Feyre frunció el ceño y miró a Nesta, quien también la estaba mirando, curiosa. Ahí había sucedido algo, pero ninguna dijo nada, simplemente se miraron la una a la otra unos segundos y después retiraron la mirada

-Elain- llamó Feyre.

-¿Si?

-¿Qué has traido en la cesta?

Elain sonrió ampliamente

-He traido pan, queso, fresas, y también he hehco un bizcocho, pensé que tendrían hambre y Nuala y Cerridwen me han estado ayudando.

-Pasas mucho tiempo con ellas últimamente.

-Somos amigas, si.

-Me alegra que  hayas encontrado más amistades.

-Yo también- hizo una pausa- Voy a ir colocandolo todo dentro, ahora vuelvo.

-¿Necestias ayuda?

-No, no, tranquila, puedo sola.

-¿Te subo?

Elain miró a Rhysand y negó suavemente con la cabeza.

-Gracias, pero prefiero subir andando- dicho eso se levantó y se metió en la casa con la mirada de sus dos hermanas clavadas en la espalda.

Azriel también la miro irse, simplemete la siguió unos pasos con la mirada hasta que notó que Rhysand le miraba, cabrón. Retiró la mirada de nuevo a las sacerdotisas ¿Qué iba a hacer? Había estado evitando a Elain a conciencia todos esos meses, pero ahora no tenía escapatoría, y no la tendría tampoco en las grandes fiestas, pero esperaba poder retrasarlo un poco más, lo justo, lo mínimo para no volverse loco.

Suspiró pesadamente, si es que no tenía suerte en nada.

-No, no- le dijo a una sacerdotisa que estaba practicando ciertos ataques- Así no- Se tenía que volver a centrar, aunque la presencia de Elain, su olor, le tenía totalmente abducido. Él la había olido esa noche, como su aroma cambió de un momento a otro a excitación, por él, por algo tan sencillo como un roce de su mano en ese cuello que tanto deseaba probar. Se obligó a centrarse de nuevo y dejar a un lado todos esos pensamientos antes de que nadie pudiese notar nada.

Poco después las sacerdotisas se fueron y Rhysand se llevó a Emerie a su hogar. Se quedó con Cassian recogiendo algunas cosas.

-¿Me vas a contar que es lo que tanto te atormenta?

-No sé de que me estás hablando.

-Oh, venga ya, se te nota, estás gruñon desde hace meses, incluso más callado si es posible. No soy el tío más listo del mundo, pero te conozco.

Azriel suspiró

-No estoy durmiendo muy bien.

-¿Por Elain?- Sutilmente notó como la espalda de su amigo se tensó.- Asi que es eso.

-No, no es nada, te equivocas.

-Bueno, vale, no me lo cuentes sino quieres, pero que sepas que ya lo sé, no con exactirud claro, pero me lo huelo.

-Vamos a terminar de recoger esto antes de que Rhysand llegue.

-Que si, que si- Cassian supiró, era dificil hacer hablar a Az,mucho.

Cuando llegó Rhysand subieron a la casa de Cassian y Nesta. No le extrañó ver una mesa preparada con cosas que tenian muy buena pinta. Contuvo la sonrisa que comenzó a tirar de sua labios.

-El, tienes que dedicarte a esto- dijo Cassian con la boca llena de un trozo de bizcocho.- En serio, es un delito que la gente no conozca la mano que tienes para la cocina.- Ella se rió suavemente. De reojo, Azriel la miró.

-No es todo merito mío, he tenido ayuda.

-Pues abriros un restaurente las tres.

-¿Quieres hacer el favor de tragar primero y después hablar?- le regañó Nesta

-Perdón, perdón.

-He estado hablando con Elain.- dijo Feyre de pronto. Azriel la miró- Y, tal y como estás las cosas, creo que ella debería de unirse a vuestras clases de entrenamiento.

-Yo no he dicho que lo vaya a hacer- espetó Elain alzando una ceja.

-No intentes revatirselo mucho, a mi no me sirvió de nada- Nesta sonrió levemente- Aunque admito que me sentó bien por muy capullos que fueron, y que a ti te vendría bien también.

-Las reinas humanas siguen por ahí, Koshei ha dejado claro que tiene planes no muy lejanos, sería conveniente que supiese defenderse por si sucede algo como...

-¿Como otra guerra? ¿Como matar a un rey por ejemplo?- Todos miraron a Elain.- No estoy indefensa.

-Nadie dice que lo estes- prosiguió Feyre- Y lo del rey de Hybern...-

-Yo le maté- Eso era cierto y de alguna forma muchos lo habían olvidado.- Si digo que no quiero o que no lo voy a hacer, no podeís obligarme.

-Pero...-

-Es decisión mia-

- Si cambias de idea,-la mirada de Elain voló hacia él- puedes venir cuando quieras.- Rhysand miró al cantor de sombras. Elain asintinió levemente y desvió la mirada.

-Entonces tema zanjado- Cassian sonrió tratando de apaciguar el ambiente que se había ido cargando de tensión- ¿Puedo repetir? Tengo hambre.

Nesta suspiró

A court of shadows and secrets (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora