Keila Stevans
Estar en el mismo lugar que Moises era algo extraño, claro su silencio era el mismo que conocía su hermano Matheo era bastante conversador y divertido en cambio Moises era bastante reservado.Mis pensamientos fueron interrumpidos cuando siento que alguien me estaba hablando, -¡KEILA!- el grito de mi madre casi me rompe el tímpano cuando me doy cuenta que estaba echando la sopa en mi blusa ¿como mierda no me di cuanta que estaba caliente?.
Abrí los ojos de par en par saltando al mismo tiempo (si esto no es vergüenza ajena no se lo que es) -¿Cariño estas bien? Pregunto la madre de Matheo y Moises, yo por otro lado estaba inmóvil sólo caminaba al baño sin decir ni una palabra mis camisa estaba increíblemente manchada de sopa de pescado, la amiga de mi madre fue muy dulce conmigo y me dijo que me traería algo para taparme ya que mi pobre camisa no aguanto más.Me miré al espejo estaba más roja que un tomate -De verdad sabes cómo arruinarle momento a tu madre Keila- Dije mientras me miraba fijamente en el espejo, despejó la mirada cuando escucho que alguien toca la puerta -Seguramente es la madre de Moises- no lo pensé tanto y solo indiqué que entrara escucho la puerta abrirse, bufeo pensando en lo estupida que seguramente me vi -Ash soy imposible- gruño poniendo ambas manos en la llave.. -técnicamente no eres taaaaan imposible- mi mente se congelo y mi piel se erizó al escuchar aquella voz grave con cálido aliento. Lo veía a travez del espejo pero no dije nada mi cara ya reflejaba impresión, rápidamente me tapé la parte de arriba de mi cuerpo -¿¡Que demonios haces aquí Moises?!- pregunte de una forma no tan firme casi parecía un balbuceo, su mirada verde esmeralda me escaneo lentamente al mismo tiempo estaba sacando una camisa limpia.. La tomé de mala gana mientras le daba la espalda -Sabes ver a las personas sin que se den cuenta es considerado acoso- mencione con un tono algo arrogante, el solo dio una pequeña carcajada al mismo tiempo tocando su barbilla -Y a eso es a lo que me refiero cuando digo que técnicamente no eres tan imposible- Moises caminaba más y más cerca de mi (ese tipo de cosas me ponía nerviosa) yo me alejaba cada vez más hasta que choqué con el lava manos, el se acercó a mi - sentía como su respiración y la mía se mezclaban- el era más alto que yo y se le hacía más fácil la intimidación -¿Te puedo preguntar algo?- baja la cabeza para verme a los ojos, yo por otro lado solo asentí de forma positiva -Aun.... No has besado verdad?- mis ojos no podían abrirse más estaba en shock ¿Que mierdas le pasaba? -esa es una pregunta un tanto personal Moises- desvíe la mirada para que no viera mis mejillas sonrojadas pero el con su mano me volteó la cabeza para verlo -lo tomare con un no- Vaya este tipo si que tiene talento -pensé- mientras volteaba los ojos para volver a desviar la mirada pero el volvió a hacer el mismo movimiento -si me lo permites, quiero ser ese quien te robe el primer beso y la primera sonrisa encantadora-, sentía como nuestros cuerpos se juntaban más y más, su pecho estaba pegado al mío y sus manos rodeaban mi cintura, se sentía tan jodidamente bien, sentía como todo en mi interior se calentaba cuando apenas sentí los labios de Moises hacer contacto con la piel de mi cuello ¡Dios! Quería besarlo, necesitaba hacerlo pero sus besos en el cuello no paraban y yo quería aún más, el deseo y placer que sentía era inexplicable, escucha como gemía en mis oídos era un deleite para mi, yo estaba solo con mi pantalón y en bra eso seguramente fue una ventaja para el, con sus manos algo calientes sentía su tacto en mi espalda bajando hacia mi cintura cargándome al mismo tiempo para sentarme en el lava mano pegándome al espejo, estaba casi en mi punto hasta que escuchamos voces afuera -Moises? Hijo?- mierda es la mamá de Moises buscándolo, mientras yo estaba súper apresurada para cambiarme y señorito estaba en una esquina riéndose de mi -Por que carajos te ríes de mi?- dije algo desesperada -perdona no puedo evitarlo eres algo tonga aveces- dice en algunas carcajadas mientras se acomodaba la corbata, yo ya estaba lista pero el tenía algunos problemas para arreglar su corbata -Maldita corbata- maldice, yo rodeó los ojos y camino hacia el -de verdad eres tan tonto para no ponerte una corbata?- pregunte mientras los ayudaba -Lo siento Miss perfecta, mi madre suele ayudarme- yo solté una carcajada -Aww niño de mami? Que bonito- dije en un tono burlón pero el se mantuvo serio, mejor paraba para no irritarlo.... Como de costumbre saque la lengua de medio lado para concentrarme en el nudo -listo que quedo- el volteo la mirada y solo salió del baño dejándome sola -ja! Que egocentrismo- pense.
——————————————————
Al salir del baño me di cuenta que mi madre estaba hablando muy divertida con su nueva amiga, me alegra que ella se sienta bien.
No quería interrumpir así fui a dar un vistazo al patio de atrás, tenían una linda fuente con algunos arbustos con rosas. Me senté en un banco blanco mirando a la fuente, Mientras yo recapacitaba todo lo que pasó con Moises en el baño ¿como puede tener ese momento tan intimo con el? Y lo más importante ¿por que tenía que ser el? No puedo tener nada con un Smith de ninguna manera puedo tener algo con el, solo saldría lastimada como todas sus conquistas, pensando toco mis mejillas al mismo tiempo fijando mi mirada en una rosa blanca -Que raro- pensé mientras la veía, era la única rosa blanca entre todas las rojas, Ja! Solo falta que me consiga un conejo blanco que me lleve con Alicia (dije con un acento bastante irónico mientras rodaba mis ojos) intenté tocarla pero sentí un ardor en mi dedo pulgar y una tinta carmesí brillante se deslizaba por mi dedo -Ay!- me queje me estaba ardiendo mucho, no me quedo mas que ir a dentro para poder echarme alcohol o preguntarle a mi madre si tenia algo para esto, mientras caminaba más hacia la casa escuché unas voces masculinas, por curiosidad quise saber de que se trataba así que fui y me escondí detrás de una pared.Escuchaba la voz de Moises, se notaba algo irritado.
-Ya te dije solo necesito dos semanas y ella estará detrás de mi.- ella? Ella es muy difícil hermano es mejor que te vayas despidiendo de tu puesto.
-Ya lo verás imbecil-Estaba bastante confundida estaba jugando con una chica? Que idiota, otra razón más para no tener nada que ver con este idiota, me levante rápido pero mis zapatos se enterraron en la tierra haciendo que me caiga ( ES EN SERIO MAMÁ?)
-Hey quien está ahí?- escuché a Moises y solo estaba rogando a que no me viera pero estaba escuchando sus pasos acercándose a la pared.
-¿Que haces Moises?- le preguntó aquella persona cuya voz era familiar -Nada solo pensé que había escuchado algo- respondió algo dudoso -Ya estas delirando ve a tu casa mucho aire fresco té hace mal- le respondió aquella persona. Yo me tapaba la boca con ambas manos para evitar hacer cualquier sonido, cuando sentí que se fue y me asegure que así fuera me dirigí a la casa, busqué a mi madre y la encontré en el baño -Keila estás bien? Te noto pálida- me dijo mi madre tocando suavemente mi mejilla..... Yo solo asentí le mostré mi dedo y ella me echó algo de alcohol para desinfectarlo con una curita para que no se infectara -Ay Keila no te durare toda la vida- me dijo en una sonrisa yo solo la abrace y le dije -Ojalá si lo hicieras-La fiesta ya se había acabado y mi madre y yo ya nos dirijamos a la puerta, todos estaban formados en para despedirnos, noté un agujero en la fila curiosamente faltaba Moises pero no le di importancia.
Me monte en el auto, baje la ventanilla y vi a una silueta en la ventana *sonó mi teléfono* vi que tenia un mensaje de un número privado.
-Espero te la pasarás bien muñeca, hasta pronto-
ESTÁS LEYENDO
El mercado de las maravillas
RandomConoces el dicho, lo inesperado es lo que mas te sorprenderá? Si yo no lo entendía lo escuchaba muchas veces por mi madre pero ese dicho tomo sentido cuando conocí a Moises...