Zanahorias y coliflores

Capitulo 10

Una reunion de sollosos

Gizzard Wastelands, 3 meses después

El silencio que presidía esta extensión de desierto rocoso había sido perturbado por un fuerte rugido monstruoso y el temblor de pasos masivos. Goku se había convertido en un Oozaru una vez más, pero su alboroto inicial fue más dócil en comparación con el presenciado durante el Tenka'ichi Budōkai. Oculto a la vista del monstruo, Caulifla estaba llamando a Goku en un esfuerzo por devolverle el control a la mente de Goku.

"¡GOKŪ!"

El alboroto de los Oozaru se redujo a un rastreo cuando Caulifla maniobró para agarrar su cola, según dictaba su régimen. Sin embargo, antes de que ella saltara para agarrarlo, Goku hizo un gesto con su enorme mano hacia su trasero y comenzó a hablar. Su discurso fue entrecortado y arrastrado, pero presente.

"¡ESPERE!" Goku se esforzó, deteniendo su alboroto por completo y sosteniendo su enorme cabeza. "Volví...!"

"¡¿Estás seguro de eso?!" Gritó Caulifla, agachándose una vez más en caso de que Goku se pierda de nuevo.

"Sí," gruñó Goku, seguido de una ligera risa. "A-Aún... borroso... pero puedo... ver..."

"¿Cuál es tu tipo de pizza favorita?" Caulifla gritó, probando para asegurarse de que Goku realmente volviera a tener el control.

"Hawaiano..." respondió Goku, su rostro mostraba más molestia que dolor. "No... me... hagas... hambriento por favor... Además, no... grites... El oído... es realmente bueno como... esto..."

"Lo siento", se disculpó Caulifla, bajando el volumen. "¿Quieres seguir adelante, o debería cambiarte de nuevo?"

"Déjame... intentar..." Goku gruñó mientras alcanzaba su cola y comenzaba a apretar. La bestia gritó e inmediatamente sus rodillas se doblaron con un gemido. El impacto envió un gran temblor a través de la tierra que se sintió durante medio kilómetro a la redonda. La masa de Goku comenzó a retroceder y un sorprendido Caulifla saltó hacia el niño encogido, listo para ayudar en caso de que su agarre fallara. Efectivamente, el agarre de Goku se aflojó a la mitad y su masa comenzó a hincharse lentamente.

"¿Un poco de ayuda?" Goku preguntó tímidamente con una sonrisa.

"En eso," estuvo de acuerdo Caulifla, agarrándose a la cola de Goku y apretándola. Finalmente, Goku volvió a la normalidad, pero no inconsciente. Jadeaba pesadamente y tenía los ojos cerrados, extendiendo la mano hacia atrás para indicarle que le entregaran algo. "¡Hecho!"

Caulifla le entregó a Goku un par de gafas de sol y su gi. El niño se vistió y se sentó, tratando de estabilizar su respiración. "¡Hoo chico!" Goku suspiró con exasperación y una enorme sonrisa. "Creo que es un buen hito, ¿No crees?"

"¡No pensé que fuera posible!" Caulifla agregó, luciendo una sonrisa aún más vertiginosa que Goku. "¡De hecho te las arreglaste para ganar algo de control! ¡Creo que esto requiere celebración!"

"¿Qué tal si regresamos a mi casa primero?" Sugirió Goku con un bostezo ahogado. "Estoy un poco agotado después de eso".

"Claro" asintió Caulifla, ahora sintiendo que los somnolientos también la alcanzaban. "¡Kinto'un!"

La estela de Kinto'un cruzó el cielo iluminado por la luna, y el dúo subió a bordo, listo para tomar un merecido descanso.

La casa de Goku, a la mañana siguiente

Goku se agitó con un fuerte bostezo, satisfecho con su sueño nocturno mientras la luz entraba en su cabaña. Se levantó de la cama y se vistió y se ocupó de sus rutinas habituales de despertar, una de las cuales era comprobar el radar del dragón en busca de alguna indicación de que las esferas del dragón estuvieran activas. Naturalmente, no ha aparecido nada en el dispositivo durante los últimos 4 meses desde que se lo pidió prestado a Bulma, y solo recientemente lo ha revisado a diario. Goku le dio al dispositivo un clic para ver si aparecía algo en el área inmediata. Nada. Ajustó el dial para buscar más lejos, hasta que se emitió un pitido distintivo del dispositivo y un pequeño punto amarillo parpadeó en el extremo derecho de la pantalla, lo que indica que estaba en algún lugar hacia el este. Inmediatamente, la cara de Goku se iluminó y salió corriendo.