[TW: Sangre, heridas, vómito, muerte, pánico, estrés, etc]
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No sabía si era el humo, la sangre o los gritos por piedad que continuaba escuchando a su alrededor. Quizás el ardor en la herida que iba desde su muslo hasta su rodilla o el dolor de la gema que perdió parcialmente en la mejilla. Podría ser también las lágrimas brotando de sus ojos o la respiración agitada que quemaba su garganta.
Fuese la razón que fuese, el pensamiento seguía creciendo en su mente.
«No quiero morir, no quiero morir, no quiero morir» se repetía una y otra vez, convirtiéndose en un mantra lleno de miedo, el cual era lo único que seguía impulsando a sus piernas a moverse entre los pasillos del castillo, evitando los cuerpos de su gente tirados sin cuidado por el suelo, desangrándose lentamente por las heridas hechas en sus cuerpos mientras les arrancaban las joyas que plagaban su piel.
Apenas contuvo un grito de terror cuando giró en el siguiente pasillo y reconoció el cadáver de uno de sus guardias personales, un buen amigo suyo, tirado en el suelo como un trapo. Su sangre roja se esparcía entre el piso grisáceo. Toda su piel de cristal estaba fragmentada, denotando que se había cristalizado antes de pelear y le habían roto a golpes. Literalmente.
La cristalización era un medio de defensa increíblemente bueno. Esa capa de cristal era increíblemente dura y tenaz, y siendo que su guardia era una nefrita, esta poseía una cristalización muy eficaz. Pero los saqueadores se habían esforzado en sacarle la vida a toda costa, con tanta saña...
Negando múltiples veces con la cabeza, comenzó a caminar hacia atrás. Las arcadas le llegaron antes de poder registrarlas. Sus rodillas se doblaron y dejaron de poder soportar su peso. Un líquido caliente brotó de sus labios y le quemó la garganta aún más.
Joder.
Apenas terminó de expulsarlo, ignorando el dolor y el horrible sabor en su boca, se puso de pie, tambaleante. Forzó a subir el rostro y pasó al lado del cadáver con los pasos más suaves que fue capaz de dar, como si estuviese tratando de no perturbar a su amigo muerto.
Como si no hubiese jodidamente vomitado al lado de su cadáver.
Siempre pensó que, si el momento tenía que llegar, moriría junto a su gente defendiendo hasta el mismísimo final. Pero resultó ser sólo un príncipe cobarde que estaba huyendo mientras el rojo cubría sus pisadas.
«Skeptical es sólo una farsa» resonó por su mente. «Pensó que podía hacer algo más que huir. Pero míralo ahora, escalando mientras todos mueren. Qué patético».
Llegó hasta unas escaleras y comenzó a correr hacia abajo, saltándose varios escalones en su huida. Casi se dobló el tobillo en el proceso, pero logró bajar hasta el siguiente piso con éxito.
No había nadie vivo en ese pasillo. Al menos no hasta donde podía ver. Los pasos se escuchaban lejanos. Aspiró aire y llenó sus pulmones antes de caminar silenciosamente en automático. Vio su reflejo de reojo en un ventanal. Su atuendo real estaba lleno de sangre, tanto así que sus colores azulados no se distinguían más. Tenía varios cortes en su rostro y uno de los diamantes en su rostro estaba destrozado. Su cabello se encontraba desordenado, pegado con sudor, y no reconoció la mirada aterrorizada en sus facciones.
Giró el rostro tan rápido que el cuello le dolió. Subió la mano para limpiar las lágrimas de su rostro, pero terminó manchando su rostro con la sangre en su ropa. Maldición.
Tenía que huir. Correr lejos de todo.
Como la única cosa que era capaz de hacer.
Escuchó los pasos comenzar a resonar cada vez más cerca. Sus ojos se abrieron con horror y comenzó a correr por los pasillos del castillo, sin importarle una mierda si lo escuchaban e iban tras él.
Tenía que irse. Tenía que huir.
No quería morir.
El dolor en sus extremidades reclamó en su cuerpo, pero lo ignoró. Huir era todo en lo que pensaba. Corrió por los pasillos que conocía como la palma de su mano, tratando de hacer trabajar a su mente al cien por ciento, incluso si sentía que sólo un cinco por ciento estaba siendo útil. Entró a una habitación que en un principio pareció inservible, pero algo destacó para él. Miró la ventana en la pared que daba al jardín frontal, aquel que colindaba con el amplio bosque en los límites de su reino. Mordió su labio y, sin pensarlo, corrió hasta ella. Era una caída de bastantes metros. Pero no dudó. Tenía que sobrevivir.
Aguantó la respiración, subió al alféizar de la ventana y saltó.
Notas:
Estoy escribiendo y (re)publicando esto impulsivamente. He tenido la idea y el borrador de la planeación desde hace meses, pero apenas obtuve las ganas de hacerlo hace un rato. Y lo hice. Y lo estoy (re)publicando sin pensarlo. Quizás sea una mierda precisamente por ello. Este escrito está basado en mil hcs míos, que si me han leído en algún otro fic, algunos quizás los reconozcan. ¡Esperemos que salga algo bueno!
The4Demons
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Historia breve de una vida entera [Skephalo]
FanfictionDurante la época negra para el pueblo gema, Skeptical, el príncipe de las gemas, es obligado a mirar como los cazadores destruyen su reino y asesinan a su gente para obtener las joyas de su piel. Apenas logrando huir del desastre, comienza un camino...