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Donde Jimin y Yoongi son los más populares, ¿la razón? Las chicas los prefieren en todos los sentidos.
Querían ganar, superar al otro, demostrar que solo uno era e...
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Por un momento, no le tomó importancia a aquel pensamiento, y siguió.
—Eres solo un hablador, Min.
Le gustaba tanto el ver a Min apunto de estallar, de ver cómo estaba nervioso y como algo le gritaba dentro suyo que hiciera cualquier cosa para tenerlo más cerca.
—¿Te parece divertido esto? —preguntó y entonces deshizo el puño en su mano, solo para con apenas la punta de su dedo, alejarlo un poco—. Quita esa maldita sonrisa de tu rostro.
«Park detente, no quiero hacerlo», pensó Yoongi, mientras inconscientemente se acercaba cada vez que Jimin daba un paso hacia atrás.
—Solo cierra la boca, Min —susurró Jimin, lento y enfatizando cada sílaba.
«Si lo haces ahora arruinarás todo», pensó Yoongi en cuanto su mirada viajó a los labios en movimiento de Park. Tragó saliva.
«¿Lo sientes, Min?», se preguntó Jimin mientras que al mismo tiempo su mirada también bajó a los labios de Yoongi. «Explícame que me pasa». Una pequeña chispa inundó su cuerpo y entonces algo descubrió, algo que quizá siempre supo.
«No te odio, Min, jamás lo hice».
—Aún no se me olvida lo de Jennie.
«No pude evitar que estuvieras con ella», pensó Yoongi.
Y sus miradas volvieron a chocar.
«¿Qué es lo que siento?», pensó Jimin.
—¿Celoso? Ella me prefirió a mí.
Un gruñido por parte de Yoongi se escuchó al terminar la oración.
—No pensé decirlo, pero justo ahora quiero ver tu lindo rostro lastimado, idiota.
—Creí que no recurrías a la violencia. —Y entonces su espalda chocó contra la pared.
«Si lo hago ahora, Park, me odiarás, por favor, no me mires así».
—No lo hago, pero puedo hacer una pequeña excepción.
«Si tan solo no hubiera nadie alrededor, y tu rostro estuviera más cerca del mío, tu mano tocando mi rostro, sin duda yo hubiera...», pensó Jimin.
—¡Pero qué mierda!
Todos los pensamientos de Jimin se esfumaron y se giró hacia la entrada, dónde estaba Jongin.
Cómo pudo sus manos se posaron sobre el pecho de Min y lo alejó.
—¿Son tan idiotas de comenzar una pelea antes del partido? —preguntó Jongin acercándose a ambos—. Mierda, cálmate un poco, Min.
«¿Celoso?», pensó Min en cuanto lo escuchó. Chasqueó su lengua y con aquella cara de disgusto se giró para comenzar a caminar hacia donde V, Bunny y Monster.
