Un viaje a California por diversión se convierte en una de las aventuras más locas de un grupo de amigos. AU de Dr. Stone inspirado en la canción de Lasso Souvenir. SenHaku.
NOTA: Contenido +18.
Pensó que después de haber estado haciendo cosas con Senku sería mucho menos probable que tuviera sueños eróticos, y hasta cierto punto esto fue así; sin embargo, los sueños continuaban, aunque no llegaban a mostrarle cosas tan alocadas como los primeros que había tenido. Despertó y vio a todos sus amigos durmiendo, eran las 09:23 horas, casi lloró al ver que seguía despertando demasiado temprano y decidió mentalizarse a iniciar su día.
Se alistó y se fue a preparar café. Abajo se encontró con Suika que se encontraba revisando unos apuntes con una taza de café en una mano y un libro gigante abierto junto a un montón de hojas desperdigadas. No se había dado cuenta de que su mejor amiga no se encontraba durmiendo cuando despertó, seguramente por haber estado concentrada en el sueño y en sus pensamientos sobre ver a Senku en la tarde.
—¿No has dormido, Suika? —le preguntó Kohaku a su mejor amiga, que se sobresaltó y se le cayó la taza de café sobre los apuntes y empezó a llorar con cascadas—. Oh, lo siento —dijo intentando ayudarla y perdieron algo de tiempo, pero la más pequeña pudo rescatar casi todos sus apuntes.
—Suika tiene toda la noche estudiando porque Aisha le mandó a estudiar varios temas para reunirse con Suika el viernes —explicó mientras caía desfallecida sobre la mesa—. Apenas es martes y Suika no consigue entender ninguno de los problemas de este libro porque se requiere un nivel muy avanzado de matemáticas. —Suika siguió llorando y Kohaku decidó examinar lo que decía el libro, dándose cuenta de que realmente se necesitaba un nivel muy avanzado, mucho más que el que tenían ambas chicas.
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—No sabía que te habías empezado a llevar bien con Aisha —fue lo que dijo Kohaku, intentando igual darle ánimos de otra forma a su amiga.
—Es excéntrica, sí, aún dice que Suika es una "blanca privilegiada", pero realmente es una buena persona —afirmó con alegría su amiga.
—¿Por qué no hablas con Ryusui para que su hermano te explique? —cuestionó repentinamente Kohaku—. Él está interesado en ti, así que seguramente lo convence —expuso con más complicidad.
Suika se sonrojó drásticamente y casi se cae de la silla ante ese comentario.
—¿Pasa algo con Ryusui?
—¡NADA! —gritó Suika, asustando a Kohaku. Y enrojeció muchísimo, volteando hacia todos lados con temor—. Suika no considera que sea una buena idea pedirle eso a Ryusui —enfatizó, haciendo dudar a Kohaku sobre lo que podría estar pasando y lo que había hecho que su amiga actuase de esa forma.
—¿Estás segura de que no pasa nada? —la interrogó con perspicacia.
—Está todo bien, Kohaku, no tienes que preocuparte por Suika —indicó con una sonrisa un poco fingida y ya sin la tonalidad roja en sus mejillas—. ¿Por qué decías lo del hermano de Ryusui?
Su pequeña amiga colocó los brazos sobre la mesa y metió la cabeza entre ellos, haciendo que Kohaku pensara seriamente en cómo podría ayudarla.
—Senku me comentó que es excelente en matemáticas y que los días que ha podido, ha aprovechado para tener algunas clases y luego practicar algunos ejercicios que le indica. Pienso que no estaría mal que de igual forma preguntaras si sabe resolverlos. Puedes conseguir su número o, si quieres, yo hablo con Senku y le pides ayuda a distancia si no quieres ver a Ryusui. —Kohaku la miró fijamente, mientras ella seguía con la cabeza entre los brazos.
