RECUERDOS DE ADOLESCENCIA

Recuerdos

Recuerdos de adolescencia

(Recuerdos)

-¡Por favor déjenme ir!-

Solo eran lamentos y llantos que salían de esa chica la cual temía por su vida.

El cuarto a pesar de ser oscuro se podía ver una silla y paredes de metal, casi como un lugar de interrogatorios, pero sin grabadoras, solo una silla y una mesa con varios artefactos de dudosa legalidad.

-Oh Bubsy, pero si hace un rato querías quedarte ¿Porque el cambio? -

Hablo el chico cuyo rostro estaba pintado como payaso, su ropa era infantil pues estaba disfrazado como un payaso de circo.

- ¡Tu maldita cabeza lo dijo yo no!

Reclamo pues ella nunca lo había dicho y él lo sabía, solo buscaba una excusa para golpearla, y así fue que con esa respuesta tan amargada provocó que esté le diera una rajada a su rostro.

La chica soltó un quejido fuerte de dolor, sentía como su sangre salía de su mejilla y le ardía por mas ligeramente profundo que había sido.

-Por última vez... Bupsy, tienes que guardar silencio ¡No ves que nadie te escucha!

Dejo de observarla para voltear su mirada a la mesa que estaba atrás de él, miro los objetos con detalles y empezó a contarlos

- ¡Aja!

Grito con alegría y entusiasmo, había tomado y bisturí que había traído unos días antes, tal vez un juguete que para sus ojos podría provocar un deleite, pero para Bubsy solo podría traer el mayor temor.

-Mira, yo realmente lamento mucho tu situación ¿sí? Entiendo todo, tu dolor, tu miedo y tu preocupación Bubsy, y no te culpo jajá... ¡pero ahora seremos amigos!

Dicho estas palabras solo quedaba empezar la acción ¿no? Tomo el bisturí y lo coloco despacio en la pierna de la chica.

-P-Por favor... no...

Las lágrimas demostraban que no quería sufrir más, ya no quería vivir todo eso, los últimos días habían sido los peores de su vida y tal vez los últimos

Pero eso no era importante para él, no importaba que tanto suplicará o llorara, el solo quería desahogarse o cometer sus más oscuros deseos que se les imponían y nadie podía detenerlo en ese momento, solo era para él.

[...]

- ¿Pan?

Abrió los ojos de nuevo, una voz lo interrumpió, volteo para ver a quien correspondía.

-Ah, perdón ¿Qué sucede Nety? - Su más querida amiga del momento le había hablado para pedir un pequeño favor.

Angel era caracterizado por ese tierno apodo que amaba y que muchos otros también, aunque tuviera más de 25.

-Solo quería que me ayudaras con las cuerdas en mi casa, hace una semana que intento sacarlas y nada, pero te quedaste dormido. – Menciono ella pues hace una semana se lo había solicitado y él siempre lo olvidaba.

-JAJAJA LO SIENTO LO SIENTO, es que me vino un recuerdo cuando mencionaste lo de las cuerdas y pum, una siestita. – Mintió otra vez, no era exactamente esa palabra lo que le había provocado el recuerdo, sino, la frase "hace una semana" que le recordó el pasado...

Ya ambos suspiraron y se dispusieron a ir de una buena vez para resolver el problema de las cuerdas, Angel se levantó del sillón en donde estaba y se dirigió hacia la puerta donde se iría con su amiga.

Esta no era la primera vez que le llegaba ese tipo de recuerdos, pero era la primera vez que lo recordaba con detalles.

Los gritos aún le gustaban, era una lástima que esos días de su adolescencia pasaron, pues tal vez algún día podría repetirlo....