V I

3.2K 348 41
                                    

Después de hablar con Becky no había visto a Damián hasta el día siguiente en la escuela. Ambos comían en silencio durante el descanso.

Anya se sentía un poco incómoda ya que su amigo había estado muy callado, como perdido en sus pensamientos, de vez en cuando lo atrapaba viéndolo sin decir nada pero luego apartaba la mirada rápidamente.

Antes de poder preguntarle si estaba bien la campana sonó anunciando el retorno de las clases.

─Te acompaño a tu salón ─Damian se levantó de un salto guardando sus cosas.

Anya lo siguió después, un poco aturdida. Ambos empezaron a caminar pero la femenina iba más adelante sintiendo el peso de su mirada en su espalda.

Damian está actuando extraño.

Sabía que en este momento la estaba mirando, estaba así desde que lo fue a recoger a su casa, pensando que ella no se daba cuenta.

Anya tuvo una idea para distraerlo un poco.

─Yahh ¿qué tanto me miras, Damian? ─preguntó empezando a caminar más lento sin importarle que ya la mayoría de estudiantes estén en sus salones.

Se dio la vuelta con una sonrisa para encararlo y efectivamente la estaba viendo, pero esta vez no rompió el contacto visual.

Anya se quedó en blanco por unos segundos olvidando por completo lo que iba a decir. Trató de calmar su acelerado corazón ignorando el hecho de que no respondió su pregunta, su sonrisa parecía temblar un poco de repente.

Aish, no sabía de donde venía esta timidez ahora.

─D-damian, aún me debe un b-beso─bien, ahora estaba más nerviosa que antes.

Damian ladeó la cabeza sin dejar de verla, dio un paso hacia delante haciendo que Anya diese uno hacia atrás.

Siguió haciéndolo hasta que la chica chocó contra los casilleros, sin escapatoria. El pelinegro no se detuvo hasta quedar a centímetros del rostro de la contraria.

Anya se encogió en su sitio, temía que su corazón fuese escuchado por lo rápido que latía. La forma en la que lo miraba, sentía que iba a morir que cualquier momento.

─¿Por qué? ─preguntó suavemente, en un susurro.

Su cerebro hizo corto circuito, no era buena trabajando bajo presión. Empezó a decir balbuceos sin sentido hasta que su voz se aclaró para dejar unas débiles palabras.

─¿Te pago?─más que una afirmación era una pregunta.

Vio como la mano de Damian se acercaba a su mejilla para dejar una caricia ahí. Había una gran probabilidad de que Anya muriera de un ataque al corazón en ese instante. 

La forma en la que sus dedos la tocaban era delicada, con sumo cuidado. Después fueron a su flequillo para apartar el cabello dejando su frente al descubierto.

Se acercó lo suficiente para depositar un beso ahí, sus labios demorando un poco más. Sin despegarse murmuró lo parecido a un aún no.

Dio una última mirada ha Anya, sus ojos brillaban y sonreía levemente, luego se fue dejando a la chica con el corazón a millón y un sonrojo que sabía que había llegado a sus orejas.

—¿Qué... acaba... de pasar?

Dobló las piernas hasta quedar sentando en el suelo. Su cabeza estaba hecha un lío por lo ocurrido, sus manos tocaron sus calientes mejillas tratando de calmarse un poco.

Estaba... abrumada.

─Estoy tan, pero tan perdidamente enamorada de Damian Desmond ─suspiró.

En ese momento se permitió ser feliz sin pensar en el regaño que le daría su padre por saltarse las clases. Porque definitivamente no se sentía capaz siquiera de levantarse de ahí.

te pago ━━ sxfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora