"¡El patriarca Yiling ha regresado!"
Y todos pensaban, ¿de qué hablaba este anciano?
Esto ya no era ningún secreto, ya tenían un par de años con tal conocimiento, había reencarnado e hizo justicia contra Jin Guangyao, fue a Receso de las Nubes a lad...
"Realmente regresó, es una injusticia. ¿Por qué él sí puede volver y nuestros difuntos Maestros no?"
"Ahora resulta más fácil ver al real Patriarca Yiling antes que al Líder Lan de nuevo."
"¿Por qué está aquí? Tanta falta de respeto a nuestros ancestros."
"Jin Zixuan y su esposa estarían disgustados."
Wei Wuxian caminaba por los pasillos brillantes de la Torre Koi. Lan Jingyi y Lan Sizhui estaban ocupados con sus propios deberes ayudando a Lan Wangji, y Jiang Wanyin y él llegaron al acuerdo que cuando uno estuviera indispuesto, el otro iría a acompañar a Jin Ling en sus labores como Líder siendo un apoyo moral cada que lo necesitara.
A pesar de sentirse un invasor, no le importaba en lo más mínimo lo que los demás discípulos Jin decían de él, pero su incomodidad venía de algo más profundo. Evitaba pisar estas tierras lo mejor que podía pero al tratarse de Jin Ling, no podía negarse a esto.
A pocos metros del salón principal, Wei Wuxian fue interceptado por un par de discípulos en túnicas doradas, unos niños apenas probablemente de la edad de Jin Ling, tal vez un poco mayores. Wei Wuxian los miró aburrido cuando uno de ellos arqueó su ceja.
"¿Qué haces aquí, Wei Ying? La reputación de nuestra Secta ya está dañada gracias a ti, ¡y aún así te atreves a aparecer a mis narices!"
"¡Tan asqueroso, regresa a tu montaña desolada!"
La voz de ambos era gangosa y fastidiosa. Se sentía irritado de escucharlos hablar por tan sólo unos segundos, y eran unos niños.
Wei Wuxian sólo seguía de pie frente a ellos dejándolos seguir hablando, no decían nada que él no haya escuchado antes. Además, ni siquiera sabía quiénes son, no veía el punto de tener que prestarles atención siendo que seguramente jamás los volvería a ver y sus rostros serán recuerdos lejanos en una semana, tal vez menos.
Wei Wuxian suspiró cansado. "¡Voy a llegar tarde con Jin Ling!" Pero debía esperar a que estos niños terminaran su rabieta, de seguir su camino, ¡seguro lo seguirían! No quería llegar con Jin Ling con un par de berrinchudos detrás de él. Cerró sus ojos y cruzó sus brazos esperando que el tiempo pase rápido y tratando de ignorar los chillidos; si iban a tardar, al menos puede tomar una pequeña siesta.
"¿¡Qué creen que hacen!?"
Wei Wuxian abrió los ojos de golpe al reconocer la voz de Jin Ling quien estaba de pie frente a él. Creyó que aquellas palabras iban dirigidas a los tres, pero en realidad, estaba enfrentando a aquél par de discípulos.
"¡Líder Jin!" Wei Wuxian pudo ver en primera fila cómo la voz aguda de ambos tembló al pronunciar ese título, y torpemente de inclinaron ante él.
"Se supone que deben estar limpiando el estanque de lotos del pabellón del lado este, ¡no holgazaneando por ahí!" Dijo Jin Ling con la cabeza en alto. "Y más encima tratan con poco respeto no sólo a mi tío, si no que al hermano del Líder Jiang y al esposo de Hanguang-Jun. Si se enteran de esto, ¡no duden que sus cabezas rodarán escaleras abajo mientras que sus piernas son quebradas!" Ambos discípulos trataron duro e iban a retomar la palabra, pero Jin Ling continuó. "Agradezcan que no lo haré, ¡pero eso no significa que los premiaré por ser unos viles vagos! Ambos se encargarán de la limpieza del salón central y al terminar deberán cargar una pila de libros en cada mano hasta que yo lo decida. Ahora, ¡piérdanse!"
"¡S-Sí, Líder Jin!"
Poco le importó a Wei Wuxian que ambos chocaron entre ellos al salir corriendo, porque su atención completa estaba enfocada en Jin Ling quien echaba humo por las orejas observando con el ceño fruncido y los brazos cruzados a aquél par huir. Fue cuando suspiró que supuso salieron de su campo de vista, y sus mejillas se sonrojaron cuando chocaron miradas, Jin Ling apartó la suya de inmediato.
Wei Wuxian siempre lamentó el hecho de que Jin Ling tenga poco parecido a su madre. Tenía la misma imagen y cuando lo conoció, la misma arrogancia de su padre combinado con el carácter explosivo y arisco de Jiang Wanyin pero ahora; pudo confirmar lo que siempre pensó en el fondo de su alma.
Sus ojos brillaban con la misma intensidad que los de Jiang Yanli y su espíritu era igual de fuerte. Wei Wuxian sonrió al no poder evitar aquellos recuerdos de cuando Jiang Yanli lo defendía frente a los clanes de la misma manera que Jin Ling acaba de hacerlo: con la frente en alto.
"¿¡Por qué sonríes como un estúpido!?"
Wei Wuxian envolvió a Jin Ling en sus brazos con fuerza riendo por sus palabras. "¡Aiya, pavito, te preocupas por este apuesto hombre!"
Jin Ling se retorcía entre sus brazos, probablemente buscando aire pero aún así no lo soltó. "¡Si haces esto cada vez entonces dejaré de hacerlo!"
"Gracias." Susurró sólo para él y fue cuando Jin Ling se detuvo en seco junto a su aliento. Wei Wuxian lo abrazó con todo el cariño y afecto que pudiera demostrar de aquella manera; Jin Ling, aunque tardó un momento, regresó el gesto. "Sin duda serás un gran líder."
"¿A qué viene eso tan de repente?"
"Ah~, ¿acaso no puedo halagar a mi pollito?" Wei Wuxian lo atrapó con su brazo rodeando el cuello de Jin Ling frotando su cabello con la otra mano. "Estás creciendo y quieres que pase desapercibido, ¡no seas así!"
"¡Oye, oye, oye, n-no volveré a hacer algo así, ¿me escuchaste?!" Escuchó a Jin Ling refunfuñar, pero a pesar de eso, también pudo ver la plácida sonrisa que dejó a la vista.
Wei Wuxian rió enternecido, realmente se parecía a Jiang Yanli.
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