La última carta 🦋 [EN PROCESO] 🦋

CAPÍTULO 17

Lía

-¡Déjame dormir de una puta vez! -protesto por enésima vez

Andrew al principio me estaba sacudiendo bruscamente, pero ahora se le a ocurrido andarme besando a cada nada, es un idiota.

Bien que te gusta

¡Tú también déjame dormir!

-Tienes que despertarte -dice con la voz enroquecida

-¿Para qué? -pregunto aún estando en mi misma posición y sin hacer ademán de moverme

-¡Para que me hagas el desayuno! Tengo mucha hambre Merlía y tú sigues durmiendo como princesa, tenme aunque sea una poco de compasión -lo escucho dramatizar

-¡Yo no soy tu puta sirvienta, anda a la cocina y te preparas algo! ¡Y si no puedes hacerlo, lárgate a comer a un maldito restaurante! -le grito levantándome de golpe y mirarlo enfurecida

Me dedica una sonrisa juguetona

-Eres tan fácil de hacerte enojar -dice aún con esa sonrisa boba, me da ganas de darle su puñetazo

Hasta ganas de cocinar me han dado ahora

-Iré al baño y quiero verte en la cocina -le informo dándome la vuelta

-¿Quieres que te ayude? -pregunta con un tinte de diversión en su voz

No respondo nada, porque será media hora de una discusión absurda, me cepillo los dientes cuando ya he entrado al cuarto de baño, varios minutos después me dirijo a la cocina, me encuentro con el insoportable que tengo de -bueno, no sé ni qué somos así que no es nada- en el cuenco de la cocina comiéndose mi cereal.

-¿No te han enseñado a respetar las cosas que no son tuyas? -le quito de sus manos lo que había agarrado de mi propiedad y el me dedica una sonrisa burlona, como de costumbre

-¿Qué vamos a ordenar?

-Cocinaré -mascullo sacando las cosas de la nevera

-Oh no, todo menos ser envenenado -se burla y ganas no me hacen falta

-Deja de impulsarme hacerlo y pon música -le señalo mi celular que se encuentra en la encimera

-¿Entonces le pondras veneno?

-¡Ya cállate! -digo exasperada

-Como ordene mi comandante -es como un grano en el culo

Empiezo a cortar y freír todo lo que necesito, me pongo de puntillas para alcanzar el pan integral, escucho que está sonando una música latina y me dan ganas de bailar pero me las arreglo para no hacerlo, después de una década el desayuno está listo.

-Ahí tienes, cómete todo -le advierto a Andrew mientras pongo en pausa la música que suena en mi celular

-Solo espero que no esté envenenado -se ríe sarcásticamente

-Nadie te está obligando a nada Roberts -ruedo los ojos y me pongo a pensar en que me metí

-¡Pero estás diciendo que me coma todo! -refuta esaltado

-¡Ya cállate y déjame comer en paz! -es como un grano en el culo

Después de eso comemos en silencio, aunque el silencio no era nada incómodo, fue agradable, pero el silencio siempre tiene su tiempo prolongado y tiene que acabarse en cualquier momento.

-Buenos días -escucho la voz de mi mamá inundar el ambiente

Elevo la vista y veo a mis padres en el marco de la puerta observándonos con una sonrisa impregnada en sus rostros, ya sé lo que están pensando.