Hello Hello

Capitulo I

Mi teléfono celular sonó una vez más, tal parecía que el profesor Park estaría al pendiente de mi como había dicho hace unos días mientras me convencía para el famoso intercambio. Aunque no esta de más que consulte las normas de seguridad durante un vuelo, pues jamás pude contestar debido a mi ajetreado viaje en el avión.

-¿Diga?

P.Park: ¿Dónde estás?

- Acabo de bajar del avión, ahora mismo me encuentro en el aeropuerto, estoy yendo por mis valijas.

P. Park: OK recuerda llevar a todos lados el mapa del lugar, temo que te pierdas. Sé que eres muy inteligente, por ello estas en el intercambio; pero también se que eres una chica despistada.

- No se si decirle gracias o solo callarme. Además, es obvio que no quiero perderme.

P. Park: Aprende rápido tu nuevo número de teléfono, jamás apagues el móvil y tenlo siempre a la mano, te llamaré seguido al igual que tus padres. 

- Esta bien, lo haré, confié en mi.

P. Park: Ahora busca una pancarta que diga: "Universidad Hanyang".

Sin colgar en teléfono, y con mi valija en mano, emprendí la búsqueda de aquella pancarta, pero había muchísimas de ellas, y no encontraba la que necesitaba, tal parece que no era la única a la que esperaban ese día. Mis esperanzas se agotaban, pero cerca de una cafetería vi a un hombre de traje, con un letrero en manos: "Hanyang University"

- ¡Al fin! (Susurre). Profesor Park... lo encontré.

Al instante colgué y caminé a toda prisa directo al hombre que esperaba por mi, estaba algo nerviosa, bien dicen que la primera impresión es lo que cuenta. Y para darme aun más nervios, aún estaba la parte en la que me daba cuenta que no conocía absolutamente a nadie, por suerte había practicado hasta el cansancio el idioma, solo estaba en mi el no errar.

- Hello (Reverencié) soy...

*: Caminé o llegaremos terriblemente tarde, la política de la escuela es muy estricta en cuanto a la puntualidad, y por el horario ya perdió el tour por la escuela.

- Amm, Lo siento.

Pasó un rato, yo estaba en un auto camino a la universidad, todo en silencio. De la nada, me dijeron que ya era tiempo de bajar, así lo hice. Me sorprendió demasiado aquella enorme escuela con unos hermosos jardines, todo perfectamente limpio.