Capitulo 16: Visitas inesperadas...

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El cálido Sol iluminaba la bella ciudad de Tokio en una mañana hermosa, el clima era sumamente agradable y no tan caluroso. Un avión privado llegaba al aeropuerto y con él bajaban tres personas de cabellos negros, todos aparentemente de la misma edad.

—  Muy bien, llegamos....—hablo el mayor de ellos.

Espero que él no nos mate, no se lo dijimos—agrego la mujer.

Claro que no lo hará, no mientras yo me disculpe por lo de su casa antes...se la debo—dijo el menor de ellos.

— Bueno como sea, yo tengo algo que hacer, ¿Ustedes irán a la casa?

— Primero pasaremos por el templo y después iremos a cambiarnos para salir a pasear...—respondio la mujer.

Por favor no llamen la atención....nos vemos en la noche—termino de decir subiendo a su auto.

Claro, no te preocupes...

— Ah, y no lo olviden.... aquí somos primos...

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Dos hombres apuestos llegaban al lugar y todas las miradas estaban más en ellos que en el trabajo, mujeres que suspiraban disimuladamente, hombres también que hasta llegaban a sentir envidia por estos dos, y también dos jovencitas especialmente una que sentía llegar al mayor de ellos en cámara lenta como si se tratase un desfile de moda muy sugerente....hermoso simplemente hermoso, placentero, perfecto y mágico, hasta que....

— Despiertaaa, ¿Que estabas pensando?—pregunto la menor.

....N-nada....¿Que pasó?...—respondio rápidamente mientras se maldecía a si misma por haber pensado todo eso de una persona, llegó a pensar que se había vuelto loca de la noche a la mañana.

Tenemos que ir a su oficina, ¿Recuerdas?, Por eso vinimos a esta hora...

— Cierto ya recordé, vamos...

Ambas recogieron sus mochilas y salieron hacia el ascensor para llegar antes que ellos que iban por las escaleras, en cuanto salieron misteriosamente ellos también salían del otro extremo como si hubiese otro de esos, la menor se cuestionó pero se distrajo al ver que su amiga no le tomo importancia y ambas quedaron frente a frente con los causantes de tanto alboroto en la planta baja.

— Vaya vaya, ¿Que las trae por aquí Señoritas?—pregunto el pelinegro que abría la puerta de la oficina para que todos pudieran entrar.

Buenos días, vera...—empezo a decir la morena mientras sacaba una hoja de su mochila—...nos pidieron que les hagamos llenar esto, es un formulario para que la escuela tenga constancia de que hemos estado viniendo aquí los últimos días...—termino de decir con una sonrisa.

Entiendo, veo que es importante, démela y la completaré ahora mismo—dijo el albino con un tono sereno que tranquilizó al menor por su mal carácter de hace media hora.

Gracias....Lin, lin...—empujo con su hombro a la castaña que se encontraba media dormida apoyada contra la pared.

Ah, si si...—se fregó los ojos y sacó la misma hoja de su mochila pero con su nombre escrito en ella.

Veo que no dormiste bien anoche, ¿Verdad?—pregunto curioso el jóven.

No me gusta levantarme temprano, y...hay ocasiones que sufro de insomnio...la noche anterior me vi una serie entera para pasar el rato, pero ayer accidentalmente tomé más pastillas para dormir de la cuenta y caí dormida en el piso de mi cuarto, o eso creo...ahora me duele la espalda...

Deseo Eterno 🌸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora