04. Búsqueda.

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—Hey, no hacen nada, no hacen nada. Hola— saludó al graphorn macho, dejó que los tentáculos se pasearan por su rostro como demostración de afecto —. Son la última pareja reproductora que existe— una cría pasó junto al señor Kowalski y recibió caricias del hombre —. Si no hubiera podido rescatarlos... habría sido el fin de los graphorns para siempre.

—Leí de ellos, pero nunca se mencionó que fueran tan amigables.— comentó el peli(c/c).

—...— Scamander lo vió por un segundo —Venga.

Estiró su mano hasta la muñeca del joven y lo acercó al animal. Hizo que la mano de _____ pasara por la cara del graphorn, y este no demostraba hostilidad, sinó gusto.

—Yo... jamás creí que podría ver uno, y ahora estoy sintiendo su piel. Se lo agradezco mucho, Sr. Scamander.

Simplemente lo miró un segundo para después hablar.

—Está bien.— tiró algo que fue perseguido por la cría junto a Kowalski.

—Entonces, ¿rescata a estas criaturas?— preguntó el mayor.

—Sí, así es. Las rescato, las alimento y las protejo. Y trato de educar a mis hermanos magos sobre ellas— comenzó a caminar a otro ecosistema —. Vengan.

Tras una especie de cueva de rocas amarillas había un tipo de bosque de bambú.

—Guau.— exclamó Kowalski.

—Taitus, Finn, Poppy, Marlow, Tom— nuevamente tenía a la criatura planta de pié en el dorso de su muñeca —. Tenía un resfriado. Necesitaba calor.

Se acercaron a un árbol lleno de criaturas similares.

—Listo, salta— pero la criatura en su mano se negó —. Tiene problemas de apego.

—No me sorprende— opinó _____ —. Creo que cualquiera podría sentir apego hacía alguien tan atento como usted.

Newt le dedicó una pequeña sonrisa y volvió a ver en dirección al árbol.

—Ya baja, Pickett— la criatura retrocedió —. Pickett. No, no, no te van a molestar, baja— casi cae de la mano del castaño mientras retrocedía —. Pickett. Ya ves, precisamente por eso me acusan de favoritismo.— vió que Pickett señalaba al joven que estaba detrás de él —¿Qué? ¿El Sr. Goldstein?

Scamander y Kowalski voltearon para ver que _____ estaba dando vueltas viendo todo con una mirada llena de ilusión y asombro, parecía una mirada infantil con ese toque de inocencia y completa fascinación, era un deleite para los ojos del joven ver tanta magia viva a su alrededor. Después de una sonrisa ladina para el distraído joven vió a otra dirección.

—Ay, no. Dougal no está— vió algo como un pequeño hogar vacío retirado del suelo sujeto al bambú. A su lado, un nido hecho de bambú contenía pequeñas serpientes aladas de color azúl, misma especie que la de los sucesos en el banco —. Tranquilos, ya voy, ya voy. Mamá ya llegó, mamá ya llegó. Hola.

Scamander se agachó y dejó que una de las serpientes se enrollara en su mano.

—Déjenme verlos.— dijo Scamander.

—Yo los conozco.— dijo sonriente Kowalski.

—Es su occamy.

—¿Cómo que mi occamy?

—Sí. ¿Le gustaría?— extendió la criatura hacia el contrario.

—Oh, guau, sí, claro. Okey.— sujetó al occamy con sus dos manos.

Kowalski trató de acariciarlo, pero mostró agresión. Newt explicó que sus huevos son de plata, por lo que los cazadores saquean los nidos y aprenden a defenderse desde pequeños. Una vez que lo devolvió, el señor Kowalski dijo:

Un amor fantásticoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora