03. Ver maravillas.

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—Mi maravillosa hermana siempre tan atenta. Nunca me recibes así Queenie, ¿por qué a dos extraños que no deberían estar aquí sí?— se quejó el joven antes de dar un mordisco a la manzana.

—¿A dónde fuiste? No debes salir, mucho menos ahora.— preguntó y regañó Tina al peli(c/c).

—No fuí a ningún lado. Y tranquila, Tina, no me pasó nada.— respondió despreocupado.

El joven se acercó al señor Kowalski y dió un apretón de mano con una sonrisa.

—_____ Goldstein, un placer, señor nomago.

Se acercó al Sr. Scamander y repitió la acción.

—Soy Newt Scamander.

—Un placer, Sr. Scamander.— en eso, la criatura similar a una planta se asomó levemente por el saco del castaño claro.

—Oh, un bowtruckle— tras la mención del joven, la criatura volvió a ocultarse —. No había visto uno en persona.

—Nuestro hermano también tiene fascinación por los animales mágicos y no mágicos.— Dijo la de cabello oscuro.

—¿Cómo no fascinarse con ellos? La naturaleza, mágica y no mágica tiene cosas hermosas.— dijo el joven.

_____ volvió a la cocina para ayudar a sus hermanas, que rápidamente ponían la mesa y preparaban la comida. El señor Kowalski se sentó a la mesa maravillado por lo que veían sus ojos.

—Oiga, Sr. Scamander— mencionó el joven —. ¿Prefiere pie (🥧) o "strudel"?— preguntó el peli(c/c) antes de que el castaño lograse girar la manija de la puerta para salir.

—En realidad me da lo mismo.— sonrió tratando de evadir la mirada decepcionada de la Srta. Goldstein.

—Tú prefieres "strudel", ¿no, cielo?— preguntó Queenie al señor Kowalski, quién asintió sonriente colocando una servilleta en su cuello —"Strudel" entonces.

Con su varita, hizo que los ingredientes flotaran y se unieran en el aire hasta caer en el centro de la mesa, ya estando caliente.

—Tome asiento, Sr. Scamander.— pidió Tina.

—No es venenosa.— bromeó el joven.

La criatura planta se ocultó sabiendo que el muchacho oji(c/o) podía verlo y le dedicaba una sonrisa.

Newt recibió una "discreta" mirada del señor Kowalski que le decía "¡Siéntate ahí!".

—Mi trabajo no es tan glamuroso, me paso el día haciendo café, deshechizando el baño. Tina y _____ son los que estudiaron.— explicó Queenie a los visitantes.

—¿Y usted?— preguntó Newt al joven a su lado.

—¿Mi empleo? Fuí auror en la MACUSA, pero me despidieron hace poco por insubordinación, tuve un incidente con nomagos y actualmente trabajo en una cafetería como cajero— dijo el joven —. Siempre quise ir a Londres, hasta donde sé, allá no es del todo ilegal estar con nomagos, y tampoco la crianza de animales.— Newt sonrió un poco viéndolo.

—No, somos huérfanos. Mis papás murieron de viruela de dragón cuando eramos niñas, poco después de que adoptaron a _____— dijo Queenie respondiendo preguntas que el señor Kowalski no llegaba a decir, simplemente las pensaba —... Oh, que lindo, pero estamos juntos.

—¿Puedes dejar de leer mi mente un segundo?— preguntó Kowalski, pero vió que la rubia pareció sentirse mal con sus palabras —No me malinterpretes, me encanta— rieron ellos dos —. Esta comida es una delicia. A eso me dedico, soy cocinero, y ésta es la mejor comida que haya probado en mi vida, en verdad.

Un amor fantásticoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora