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         ┏━━━━━━━ ๑۩ ۞ ۩๑ ━━━━━━━━┓
           Aveces necesitamos más de un
           golpe, para poder aprender la
                                   lección.
                     "Nada eres, nada soy"
                                             La Vida.
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  ۩───── ❝ INFERIORIDAD❞ ─────۩
   

 
                                                       12 años
 
Al llegar de su trabajo vio un tenso y ceñudo Aemon intentando servir jugo, ahora que lo veía mejor su ropa estaba demasiado desarreglada, su cabello sucio y sus manos con tierra.

-¿Con quien te peleaste ahora Aemon?- estaba seria, no era la primera vez..

-Mis compañeros son una basura Karissa, yo no me dejo intimidar por esa gente- nunca era bueno dando explicaciones, dejó el vaso intentando relajarse.

-Siempre hacen algo Aemon, pero no puedes responder con violencia, ¡¿qué te he dicho cabezón?!.

-¡No fue mi culpa!, ellos intentaron engañarme por qué los descubrí golpeando a un enclenque tonto para quitarle su dinero- por lo menos ahora tenía un contexto.

-¿En serio?.

-..- asintió- cuando llego una maestra, me inculparon a mi, ¡el enano ese no tuvo la valentía para señalar a sus agresores!, hizo lo que el grupo de abusadores hizo, ¡culparme..a mi!- era ridículo, tan frustrante.

Karissa entendió al menor, pero aun así no podía emplear la violencia con tanta facilidad.

-Por eso los golpeaste a todos Aemon..- era una afirmación, conocía muy bien al pelirrojo, era como un cerillo, fácil de explotar.

-No..no me arrepiento de nada- aunque si se arrepentiría si su hermana decidía darle un correctivo y su tono de voz lo hizo notar.

-¡Aemon!, baja esa cabeza pequeño sinvergüenza, ¡no es razón para enorgullecerse!.

El pelirrojo le hizo caso inflando las mejillas, tampoco podía jugar a ponerse valiente con su mayor.

-..pediras disculpas- se refería a la maestra que presenció todo ese espectáculo.

-¡Jamás!- entendió mal la orden.

-¡Si no lo haces te mato grosero!.

Ante la ultima amenaza el de ojos violetas se detuvo a pensar en sus posibilidades.

La puerta de entrada fue empujada lentamente dando paso a un Caesar cargando una fila de libros, este ni les había hecho caso aunque el ambiente claramente era tenso.

El mechón de cabello rubio que caía sobre su perfilada nariz también cubría parte de su distraída mirada.

Cuando estuvo cerca de la puerta de su habitación, emitió un "permiso" antes de ingresar.

Karissa se aclaró la garganta deteniendo con ese gesto al rubio.

-¿Caesar Aira, no vas a preguntar que tiene tu hermano mayor?- Karissa podía dar miedo.

『 Meraki』【℘ơʂɛıɖóŋ】ⓢⓝⓥDonde viven las historias. Descúbrelo ahora