❝𝗘𝗟 𝗖𝗔𝗠𝗜𝗡𝗢 𝗔 𝗟𝗔 𝗟𝗢𝗖𝗨𝗥𝗔❞ ❪ GOSUKO ❫

𝗖𝗮𝗽.┊004❞ˎˊ-

A la mañana siguiente.

Los ojos de Sukuna se abren de golpe cuando recuerda que hoy es lunes, lo que significa que necesita enviar a Megumi a la escuela. La maldición mira fijamente el techo blanco mientras recuerda los hechos ocurridos ayer, a lo que cubre su rostro con ambas manos y gime.

Sukuna piensa que en realidad es un tonto, porque realmente está apegado.

¡Maldita sea, Uraume!

Sukuna se desploma en su cama mientras piensa qué hacer a continuación. Matar a Gojo Satoru ahora está fuera de discusión, por lo que todo esto de retroceder en el tiempo es un fracaso total. Eso significa que debería volver, ¿verdad? Sukuna mira fijamente al techo mientras deja que sus pensamientos fluyan libremente. No, no, no quiere volver. Todo lo que hay atrás es un aburrimiento interminable. Al menos el hechicero todavía está vivo aquí, eso es algo que esperar.

En medio de sus pensamientos, siente a alguien parado frente a su puerta — Estoy levantado — Sukuna dice antes de que Megumi toque la puerta. Megumi retrae su mano y se va, a lo que la maldición se levanta de la cama y va a cepillarse los dientes usando el cepillo de dientes de invitados. Por qué el hechicero prepararía una habitación de invitados está más allá de su comprensión. Están viviendo en medio de un bosque, nadie va a venir a visitarlos. Sukuna se sentiría mejor si todo esto estuviera preparado para esa chica Tsumiki y no para esa molesta comedora de maldiciones, en la que tiene la sensación de que probablemente sea la última. Sukuna siente que su estado de ánimo empeora al pensar en Satoru pasando el rato con ese 'amigo' suyo.

Al salir, Sukuna entra en la habitación de Satoru para tomar unos cuantos billetes de la billetera del hechicero, con la cara arrugada al ver la forma en que el adolescente duerme. Ya son más de las 8:30 a. m. y se supone que Satoru tiene clases a las 8:30 a. m., lo que significa que el hechicero llega tarde. Sukuna ni siquiera se molesta en despertarlo.

Sukuna se encuentra con Megumi en la puerta principal. Levanta al niño con una mano y salta, atravesando el bosque con su velocidad inhumana. Salta de rama en rama, de edificio en edificio cuando llegan al pueblo al que habían ido ayer. Sukuna sólo tarda dos minutos en llegar a la zona donde está la guardería de Megumi y es sólo cuando baja al niño cuando se da cuenta de que Megumi parece que va a vomitar.

Ah, se olvidó de lo débiles que son los humanos.

Sukuna sienta a Megumi en un banco cercano mientras va a comprarle el desayuno porque literalmente no hay comida en la casa. Poniendo el pan y la leche en las manos del niño, Sukuna lo deja frente a la puerta de la escuela y se va, encontrando un café para sentarse mientras disfruta de su desayuno. Es un pueblo pequeño por lo que no hay muchos humanos aquí, para alivio de Sukuna. Si necesita esperar en la fila o pasar entre una multitud de oficinistas, Sukuna no está seguro de poder resistirse a matar a cada uno de ellos. ¿Por qué se está conteniendo de todos modos? Sukuna no se permite reflexionar sobre la pregunta por mucho tiempo porque solo conducirá a más preguntas no deseadas, y Sukuna no quiere eso, ya tiene su plato lleno.