Seis meses habían pasado desde que Fiorella estaba trabajando con Ramses
Tiempo en que el seguía siendo un ogro y ella su asistente perfecta pero sin filtro.
Pero en este tiempo ella quería creer o lo sentía así que su relación se había afianzado, no sabia si llamarlo amistad, pero se tenían mas confianza uno al otro, a veces platicaban, desayunaban juntos y ademas el decidió darle clases particulares de fotografía y ella estaba mas feliz que una lombriz.
O talvez solo era su bufón que lo divertía, porque al malnacido le encantaba jugarle bromas de doble sentido solo por el gusto de mortificarla y ver sus mejillas teñirse de rojo fuego.
Pero ella no se quedaba atrás, le respondía, le devolvía muchas veces la pelota y sobre todo decía lo que pensaba aunque a veces reconocía se excedía pero el vinculo jefe-empleada se mantenía firme e indisoluble.
Esa mañana acudió al estudio de Ramses Maseratti, Alethea Giannakopoulos, aspirante a modelo y a la cual el super guapo y supuesto primo entre comillas Rubens Marino, le pago unas sesión de fotos para la creación de su catalogo como modelo
La joven se dio cuenta que esa mañana Ramsés Masseratti no estaba del mejor humor, había cuestionado cada cosa con sus empleados desde llamar inepta a su asistente, incompetente al luminista, para arremeter incluso con la maquillista porque no estaba conforme con el maquillaje que le había hecho a ella e incluso había sido muy estricto y no le daba un respiro, cuestionado luego que sus sonrisas eran fingidas y sosas.
Algo que ella también noto es que tomaba café en exceso y eso es sin duda lo que lo tenía tan hiperactivo por decirlo amablemente y no llamarlo desquiciado, ogro, amargado, insensible.
— Tampoco desayuna- le informo Fiorella de quien se había hecho amiga en estos días- y dudo que duerma o se relaje por un segundo.
Para Alethea era gracioso escuchar como hablaba con tanta soltura y critica de su jefe así como ver como hacia caras cada vez que el le cuestionaba algo.
— Tengo hambre- inquirió Alethea aprovechando que Ramsés Masseratti seguía dándole indicaciones al luminista.
— A veces a los amo se le olvida que los esclavos nos alimentamos- bufo Fiorella en voz alta para su sorpresa, mientras los demás la miraban como diciendo "hasta aquí llegaste".
El aludido enseguida clavo la mirada en su asistente pero sorpresa no soltó su veneno y tras dejar escapar una bocanada de aire accedió sin más a dar un break
Todos excepción cayeron con desesperación en la mesa donde había una gran variedad de alimentos, desde pastelitos, panecillos dulces, bocadillos, Donas.
— Hemos dicho cuanto te amamos Fiorella- le dijo Cristiano el luminista mientras se atiborraba de comida- pero mejor busca tu muerte natural, porque si sigues así el jefe va a acribillarte.
Ella se encogió de hombros y centro de nuevo su atención en Alethea quien esperaba que les dieran un campito para comer también.
— Que es exactamente lo que haces para Ramses- le pregunto Alethea
—De todo, Fio es prácticamente su mano derecha-respondió por ella Cristiano.
—O su esclava desde el punto de vista que lo veas-apunto Anthony atragantado con un bollito de canela.
—O la única que ha podido medio amansar a la fiera-indico con picardia Laurie.
—Yo diría que es su utility personal-concluyo Rosy.
—Cada asistente le duraba 2 meses máximo -explico Cristhano con propiedad como el empleado mas antiguo del esudio Masseratti- eso haciéndole el la vida imposible pero Fio sabe llevarle la corriente
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EL REY MALVADO
RomanceUn fotógrafo muy malhumorado, el clásico Jefe Ogro, a la cual ninguna Asistente le dura mucho tiempo. Una asistente sin filtro decidida a doblegar a la bestia. Que pasara cuando sus mundos convergen Podrán encontrar el equilibrio y llevar una buena...