—Señor Zhongli, ya le dije que me encuentro bien.
El joven de cabellos naranjas repetía aquella frase cada que tenía oportunidad, ¿Quién diría que detrás de aquel rostro tan imperturbable había un ser tan preocupado y sensible? A veces parecía ser duro respecto a ello, pero ahora mismo el de ojos dorados estaba siendo muy persistente y terco con él. Eso, aunque no quisiera admitirlo, le hacía sentir especial.
—No te veo bien, Childe. —habló por fin, luego de mantenerse en silencio mientras curaba sus heridas con delicadeza. —Esto es doloroso para ti, por favor no dañes tu cuerpo, es algo preciado.
Tartaglia lo miró con atención, no parecía ser un regaño, más bien por sus palabras parecía como si el contrario pudiera sentir el mismo dolor que él, algo que le hizo sonreír en un momento como ese, le daba ternura el asunto.
—Señor Zhongli, no es necesario que sea usted quien cure mis heridas, alguno de mis compañeros de trabajo puede hacerlo.
Zhongli pareció ignorarlo olímpicamente, tal y como si se tratara de un mosquito insignificante. ¿En verdad ese era el rey de aquella nación? ¿Alguien que parecía no escuchar lo que no quería, alguien tan terco cómo él? Al de cabellos naranjas le pareció muy gracioso ello, Zhongli tampoco era alguien quisquilloso, incluso ahora mismo era él quien curaba sus heridas, antes también le había preparado las comidas y la medicina cuando estaba enfermo, asimismo también le había llevado a reuniones importantes donde se debatían asuntos del reino. Zhongli no era alguien normal, eso estaba claro, tal vez un espíritu lo había poseído, porque aún recuerda cuan antipático era el mayor cuando recién lo había conocido, el Zhongli de ese entonces, con el Zhongli de ahora eran dos personas realmente distintas. Y así por como lo trata y lo hace sentir es que Childe considera a Zhongli alguien muy especial, siente que puede permitirse ser feliz si Zhongli está a su lado.
Tartaglia parecía brillar de felicidad, su sonrisa era tan radiante y hermosa ahora mismo.
—¿Por qué sonríes? —Preguntó Zhongli con su voz tan neutra y gris, sus ojos mostraban confusión para alguien que lo había conocido tan bien.
Tartaglia sabía que Zhongli era alguien de pocas palabras y alguien que encajaba perfectamente con la palabra seriedad, por ello era tan divertido molestarlo de cierta forma, así que pensó ¿Por qué no hacerlo ahora mismo? Era Tartaglia después de todo, alguien que hacía bromas por doquier.
—¿Por qué sonrío? Déjame pensar. —El de cabellos naranjas se acercó a su rostro como si lo que le fuera a contar fuera uno de sus secretos, y con un susurro le respondió. —La verdad Señor Zhongli, es que soy masoquista y este dolor me hace sentir tan bien...
La cara de Zhongli ahora mismo parecía un poema, lentamente sus orejas se tornaron de unos tonos rosas demostrando que se había avergonzado por ello, frunció las cejas y se levantó de golpe de la silla donde se había acomodado para curar las heridas de Tartaglia, acomodó su corbata y se dio la vuelta dispuesto a irse.
—Ya terminé. —luego de pronunciar aquellas palabras salió de la habitación a pasos rápidos.
Todo esto fue observado por Tartaglia quien ya no pudo aguantar la risa y estalló en carcajadas mientras sus mejillas se sonrojaban sin razón alguna, bueno si había una razón, pero no estaba dispuesto a pensar en ello, por qué era algo innecesario.
—Realmente innecesario...
—¿Qué es innecesario? —una voz familiar se escuchó venir desde la puerta con algo de curiosidad.
Tartaglia no cambió la expresión en su rostro y dirigió su mirar hacia el muchachito de cabellos rubios que ingresaba a su habitación mientras sonreía ampliamente. Aether no sabía el porque de su sonrisa pero aún así le causaba gran felicidad que su mayor estuviera contento por algo a pesar de tener heridas por todo el cuerpo. ¡Oh! El era tan genial, parecía llevar el dolor con normalidad, era algo de admirar pero también el que el castaño lo tomara tan a la ligera le hacía pensar que tuvo que acostumbrarse y eso no era algo que estuviera feliz de pensar, esperaba mil un veces que Tartaglia no haya sufrido en el pasado, en su infancia. Aunque tal vez estaba pensando de más, es que no podían culparlo ¡El realmente estaba muy preocupado!
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Moonlight [ Xiaother ]
Fantasy.-¿Has oído hablar de la leyenda del sol y la luna? -Suena a algo soso ¿Por qué leería algo así? -Por que fue algo muy importante para nuestros antepasados, dice la historia que el sol y la luna reencarnaron en humanos una vez, y nos liberaron de la...