Mi pequeña Lahote || Sam Uley

1. Mar

-¡Sam!-

Paulette grito mientras corría hacía los brazos del chico Uley. El alfa sonrio, agachandose a la altura de la pequeña y abrazandola fuertemente. Dejo un beso en su mejilla y la levanto en sus brazos, meciendola un poco

-¿Cómo estas Letti?-

-Paul me llevo por un helado-

-¿En serio? Eso es genial-

-¡Si! Te iba a traer un poco pero se me antojo y me lo comi-

Sam rio

-Esta bien Letti, luego iremos tu y yo por otro ¿Te parece?-

La niña asintio, abrazandose al cuello de Sam, inhalando su olor 

-Hueles muy rico-

Sam se sonrojo, aun así; la sonrisa nunca abandono su rostro

-¿A que huelo?-

Letti lo penso un momento, aun refugiada en el cuello de Sam

-Hueles a Sam-Por fin dijo Paulette, mientras se acomodaba mejor en los brazos de Sam. El quileute sintio su corazón latir desbocado, su impronta solo tenía que decirle que saltara y el le preguntaría que tan alto

-Te tiene bien amaestrado-

Sam volteo su cabeza para enfocarse en Paul, venía caminando con  el rostro levemente fruncido y en sus hombros cargaba la mochila de Paulette. Las cosas entre los dos metamorfos no habían estado muy bien ultimamente. Si bien Paul había comprendido que la imprimación no era algo que se podía decidir, aun no lo aceptaba. Toda su vida habían sido Paulette y el contra el mundo y ahora, tenía que compartirla con alguien más

Todos en la reserva conocían de la díficil situación que vivían los Lahote. Su madre los había abandonado cuando Paul tenía 12 años, dejandolos a cargo de su padre, Dante Lahote; un hombre de caracter fuerte y rudo, cortante y frio. La mayor parte del tiempo se la pasaba fuera de la reserva trabajando, por lo que Paul había tenido que críar a su hermana el solo. Quiza, fue eso lo que hizo que Paul y Sam se llevaran tan bien, pues el chico Uley tenía su propio pasado y su situación familiar tampoco había sido tan buena. 

Aun así, Paul no podía aceptar al 100% que en algun momento, Paulette sería de Sam

-Aquí estan sus cosas-Mumuro lentamente, extendiendo la mano donde tenía la pequeña mochila morada de Paulette-Tiene un cambio de ropa por si van a la playa, su toalla, protector solar, traje de baño, eso se lo pone Emily, no tu-Dijo mordazmente, mientras le dirigia una fria mirada-Tambien tiene sus sandalias, su piyama por si me tardo, un cepillo y unas ligas para que la puedan peinar. Su cabello se enreda mucho con el agua del mar-

-No te preocupes Paul, puedo hacerme cargo-

-Si, lose-Paul se sintio incomodo. Extrañaba a su amigo pero necesitaba su espacio, aun no estaba listo para verlo como la futura pareja de su hermana-Como sea, ire con Rachel a Port Angeles; espero regresar a las 9 pero si me tardo-

-Ya tenemos un cuarto para ella, estara bien-

-De acuerdo-

Sam suspiro. Sabía que a Paul aun le costaba asimilar su imprimación, aun así y para sorpresa de todos; lo estaba tratando de llevar muy bien. Había permitido que Sam pasará tiempo con Paulette y le permitía quedarse con ella algunas noches

-Bueno, creo que ya me voy-Murmuro Paul incomodo, su mirada se enfoco en su hermana que seguía abrazada fuertemente al cuello de Sam-Letti, ya me tengo que ir. Te portas bien ¿De acuerdo?-

La pequeña Lahote salio de su escondite y miro a su hermano con una sonrisa. Asintiendo 

-¿A donde vas?-