Mi pequeña Lahote || Sam Uley

12. Cobrizo

Paul y Sam corrían por el bosque, sus enormes patas dejaban marcas en la tierra por la que pasaban y sus pisadas eran rápidas y pesadas, su pelaje se erizaba y sus mandibulas se encontraban retraídas, enseñando sus dientes y mostrando un aspecto aterrador para cualquiera que los viese

-¡No puedo creer que ese ímbecil crea que puede venir despúes de 4 años sin aparecerse y creer que puede llevarse a mi Letti!-

Paul inconscientemente comenzo a pensar en los últimos 4 años, ahora el tenía 20 años; era un hombre, tenía un trabajo estable en el taller mecánico de Sam, una hermosa relación con su impronta, Rachel; tenía una motocicleta propia, a la que le había dedicado horas y horas para arreglarla, mantenía su casa el solo y le brindaba a Paulette todo lo que el nunca tuvo: Una infancia feliz. Sam gruño al ver los pensamientos de su beta, el solo había estado con Letti dos años pero se había asegurado que nada nunca le faltará a su impronta, la había cuidado, la había protegido, la había hecho feliz y la había mantenido a salvo. Los recuerdos de Paul pasaban rápidamente por su mente, veía con claridad a un Paul de 16 años teniendo que cuidar el solo de una casa, como tuvo que ingenierselas para obtener dinero y poder darle de comer a su hermana, pues Dante en ocasiones no les envíaba nada de dinero para su sustento. Podía ver como Paul sollozaba en las noches por sentir demasiada presión, como el estrés y la ansiedad invadian cada uno de los poros del jovén Lahote, como le acomplejaba tener que recurrir al consejo cuando un gasto se le atoraba y no podía sacar ni para el papel de baño, como un adolescente de 16 años tenía que cuidar no solo de si mismo, sino tambien de una niña de 8 años. Paul Lahote había vivido demasiadas cosas para su jovén edad, tener que hacerse responsable de otra vida nunca es fácil pero Paul saco adelante a su hermana y eso; era algo que Sam respetaba mucho del jovén metamorfo. Tristemente, ambos habían compartido el mismo destino; padres irresponsables, incapaces de cuidar lo que engendraron

-¡No dejaremos que se la lleve! Letti permanecerá en la reserva-

-Si el le pone un solo dedo encima...-

-No lo hara, Dante se olvido de ustedes por 4 años Paul; tu ya eres mayor de edad y puedes demostrar que eres capaz de cuidar de Letti, legalmente hablando podríamos proceder-

-¿Pero como, a quién conoces que conozca de leyes?-

-Tengo una persona en mente...-

Por la mente de Sam paso muy velozmente el recuerdo de Edward Cullen, Paul freno sus pasos; derrapando por el suelo y levantando una leve capa de tierra y polvo mientras su cabeza volaba ferozmente en dirección a Sam

-¡¿El chupasangre?!-

-Escucha, Edward ha estudiado leyes; bien podría ayudarnos con esto-

-Tienes que estar bromeando, acabamos de deshacernos del problema de las sanguijuelas ¿Y quieres traerlas de vuelta?-

-Esto es importante Paul-

-Tienes que estar jodiendo ¿Sabes como se pondrá Jacob si Bella regresa? Por fin se recupero de su romance adolescente como para tener que ponersela en la cara una vez más-

-Jacob ya supero a Bella-

-¿Y qué tal si vuelve a caer en el mismo juego? Por si no lo notaste, Jacob parecía tener una dependencia hacía la paliducha. No creo que tolere verla de nuevo, no ahora que ya la olvido-

-Paul, no conocemos a nadie más que haya estudiado leyes o que tenga conocimiento de esto-

-Charlie...-

-Charlie tiene conocimientos en cuanto al ámbito policial, dudo mucho que sepa algo sobre la custodia de un menor-

-Podríamos preguntarle...o a Billy, o al viejo Quil o a Sue. Son el consejo, seguro saben de alguien-