5. Leah

6.4K 573 38
                                    

-Tienes que estar bromeando-

-Por favor Leah-Sam le suplico-Eres la única que puede cuidar de Letti-

-Ya esta grande, que se quede sola-

-No lo dices enserio-

Leah torció los ojos 

-¿Por qué razón cuidaría a la causa de nuestro rompimiento? Si tanto te preocupa contrata a una niñera-

-¡Leah!-Sam uso su voz de alfa, la fémina gruño en su dirección. Estaba furiosa

-¿Por qué no puedo cambiar de lugar con alguien?-

Sam suspiro, frotándose la cara con su mano. Las cosas con Leah no habían estado nada bien, creyó que al conocer el secreto aceptaría más fácilmente la imprimación pero mientras mas pasaban los días, más se daba cuenta del odio que la mujer lobo le tenía tanto a el como a Letti.

-Escucha, tampoco me agrada dejarla contigo. Pero no hay nadie más que pueda hacerse cargo, Paul, Jared, Jacob y yo tenemos que ir a hablar con los Cullen por el problema de la pelirroja. Seth, Quil y Embry tienen que hacer guardia para cuidar el perímetro y Emily fue a la reserva Makah a visitar a sus padres. Eres la única que queda libre-

-Bueno, llévala contigo si tanto te preocupa. A la chupasangre rubia le agradan los niños, que ella la cuide-

-No voy a exponer a mi impronta-Sam le rugió-Ambos sabemos que al menos dos de ellos no tienen el mejor aguante en cuanto a la sangre. La chica Swan fue muy clara respecto al vampiro rubio y su falta de control, además; el grandulón no me da confianza. Por favor-

Leah soltó una respiración profunda, era obvio que Sam tenía muy buenos argumentos. Ella incluso se sentía mal por haber pensado en exponerla a los vampiros, Paulette era solo una niña y si una pelea se desencadenaba podría salir gravemente herida. Aun así, no podía soportar la presencia de la Lahote menor.

-Esta bien-Por fin acepto-Me quedare con ella, pero quiero tener 2 semanas libres, sin guardias, sin "tardes para pasar el rato" me dejaras sola para hacer lo que quiera-

-Es un trato-Sam le sonrió a Leah, agradecido-Gracias Leah-

-Como sea-Leah salió de la cabaña, dándole espacio a Sam con su impronta-Despídete, es demasiado posesiva contigo. No le agradara que la dejes sola-

Sam subió las escaleras lentamente, deseando quedarse con su pequeña princesa y no soltarla nunca. Al entrar a la habitación de Letti sonrió, se encontraba jugando con sus muñecas al salón del te.

-Letti-

-¡Sammy!-Paulette dejo sus juguetes y corrió para encontrase con Sam, quien la alzo en sus brazos-¿Vas a jugar conmigo?-

-Me encantaría corazón, pero no puedo-

La sonrisa de la pequeña desapareció de su rostro, y sus ojos se ensombrecieron 

-¿Por qué no?-

-Tengo que ir a resolver unas cosas, pero en cuanto regrese te preparare unos hot cakes de chocolate, de esos que tanto te gustan y veremos todas las películas de Barbie ¿Qué te parece?-

La pequeña lo penso un momento, analizando la oferta tan tentadora que el alfa le ofrecía

-¿Lo prometes?-

-Lo prometo-

Y, como se había vuelto costumbre Letti elevo su manita. Bajando todos su dedos, menos el meñique

-¿Por la garrita?-

Sam sonrió, entrelazando su meñique con el de Letti, llevando sus manos unidas a sus labios y dejando un gentil beso en el dorso de la mano de la niña

-Lo prometo-

Paulette sonrió, sus manos se posaron en la cara de Sam y juntos sus narices, dándole un beso de esquimal. El alfa correspondió al dulce gesto gustoso

-Te quiero Sammy-

-Yo también te quiero Letti-

°°°°

Paulette veía a Leah incomoda, habían pasado al menos 30 minutos  desde que Sam se había ido a la reunión con los Cullen y la situación en la cabaña era...tensa, tanto que la tensión podría cortarse con un cuchillo. Leah observaba indiferente a la menor frente a ella, suspirando constantemente y maldiciendo por haber accedido quedarse a cuidarla.

-Entonces...-Paulette comenzó-¿Podemos jugar?-

-No-

-¿Podemos comer?-

-No-

-¿Podemos ver una película?-

-No-

Paulette suspiro, apoyando su cabeza en la mesa, sus pies se balanceaban en una señal de claro aburrimiento y sus ojos se desplazaban por todo el lugar.

-¿Entonces que podemos hacer?-

-¿Qué te parece jugar a la que dure más tiempo callada gana?-Leah solto cortante

-Eres aburrida-

-Lo que digas-

-Y mandona-

-Siempre lo he sido-

-Y mala-

-Y tu una insoportable niña mimada, con serios problemas de atención ¿Crees que todo gira a tu alrededor? Por favor, te tienen demasiado consentida-

Paulette apretó sus dientes, sintiendo como sus ojos comenzaban a llenarse de lagrimas

-Y tu eres una chica grosera, mandona, criticona, mala. Eres mala, mala. Por eso nadie te quiere-

Leah tenso sus puños, la rabia crecía cada vez más en su ser

-Eres tan odiosa, no se como todos te quieren-

-Soy adorable, no como tu. Deberías ser más amable, quizá si lo hubieras sido Sam seguiría contigo-

Suficiente, Leah pensó. La silla hizo un golpe seco al ser derribada por Leah, quien se enderezo con una mirada aterradora, sus ojos brillaban en furia y miraba a la pequeña con odio

-¿Qué dijiste?-

Paulette trago saliva, pero no era una niña cobarde. Así que también se levanto de su asiento y encaro a la fémina mayor

-Dije que si fueras más amable, Sam nunca habría roto contigo-

Todo paso demasiado rápido, lo único que Letti pudo ver fue una mancha blanca y borrosa lanzarse contra ella. La pequeña grito, pero ya era demasiado tarde, el daño estaba hecho 

°°°°

Mi pequeña Lahote || Sam UleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora