Mi pequeña Lahote || Sam Uley

2.Preguntas

-Sam ¿Por qué terminaste con Leah?-

Sam freno abruptamente su camioneta, su mirada yendo rapidamente hacia Paulette en el asiento del copiloto. La menor lo veía con una expresión curiosa. El metamorfo trago saliva 

-¿Por qué preguntas eso Letti?-

-Hoy me tope con los Clearwater-Menciono calmada-Seth me trato muy bien, me dijo que la proxima vez que fuera a la cabaña llevaría sus juguetes para que el y yo jugaramos juntos-

En realidad, no eran juguetes. Seth le había dicho que eran "figuras de acción" pero para Letti tenía más sentido decir que la figura de Superman era un juguete.

-¿Y eso que tiene que ver con tu pregunta?-

-Bueno, Leah fue grosera conmigo. Me miraba muy feo. Seth me dijo que esta enojada porque la terminaste-

Sam fruncio el ceño, no le agradaba que Leah hubiera tratado mal a su impronta. Pero podía entenderlo, la verdad de las cosas es que Sam no había terminado con Leah despues de su primera transformación, la amaba demasiado así que fue completamente honesto con ella. Le explico todo y tambien; le dijo que en algun punto el conocería a su impronta. Leah lo acepto y poco despues ella tambien se transformo. 

Leah había quedado devastada cuando Sam había imprimado en Paulette, pero le era más facil asimilar las cosas; despues de todo Sam siempre había sido honesto con ella, la joven Clearwater estaba consciente que en algún momento encontrarían a sus improntas, pero no creyo que dolería tanto verlo. 

Sam suspiro, tendría que hablar con Leah sobre tratar mal a su impronta, entendía que estuviera enfadada pero Paulette seguía siendo una niña, ella no sabía que por ella Sam y Leah habían tenido que terminar

-Hablare con ella Letti-Sam le aclaro-No volvera a tratarte mal-

-¿Por que evades mi pregunta?-

Sam volvio a fruncir el ceño, Paulette podía ser una niña; pero era demasiado observadora. No dejaba que nada se le escapara. 

-Es complicado-

-Tengo 10 años Sam, no soy una niña. Puedo entenderlo-

Sam quiso reir, apreto sus labios para contener la risa que amenazaba con salir. Miro nuevamente a Paulette, la quileute lo miraba con una expresión "amenazante" que en realidad la hacía ver adorable

-¿Exactamente que sabes sobre esto Letti?-

-Bueno, se que Leah y tu eran pareja. Seth me lo explico y tambien me dijo que se conocían desde hace mucho tiempo-

-¿Y qué más?-

-Se que ella es la loba blanca, la que es un poco más pequeña que tu lobo-

Oh, era verdad. Letti sabía sobre su existencia. El mismo día en que el se había imprimado ella había deducido todo. Parecía que las mentes de los niños eran más abiertas, a Paulette no le había costado nada entender que su hermano y su grupo de amigos se transformaban en lobos gigantes. Lo había tomado bastante bien, y no paraba de decir que su hermano y Sam eran "sus perritos favoritos" 

-Sam-

El metamorfo no se dio cuenta de lo mucho que se perdio en sus pensamientos hasta que Paulette tomo su brazo, no le gustaba cuando ya no le daban atención 

-Lo siento Letti-Sam suspiro-Mira, lo que paso entre Leah y yo es complicado. Lo entenderas cuando estes más grande-

-Ya soy grande-

-Me refiero a cuando seas aun más grande. Quiza, cuando tengas la edad de Seth 

-¡Pero aun falta mucho para eso!-

-Letti...-Sam no quería tocar el tema, si bien Paulette conocía su secreto. No tenía idea de la imprimación, el quileute no había querido decirle pues no creía que estuviera lista

-Esta bien...-Paulette por fin dijo, suspirando. Sus ojos marrones viendo al frente, Sam observo su perfil, sabía que Paulette estaba enojada, sus cejas se encontraban curveadas ligeramente hacia el centro, su nariz se había arrugado un poco y sus labios estaban levantados en un puchero adorable. Aun así, Sam no podía decirle la verdad, no aun. 

La tensión se sintio en el carro. Los demas automoviles pasaban a un lado suyo, pero ellos seguian ahi, estacionados en el borde de la carretera. Con sus miradas mirando hacia el frente

-Letti-

Pero la menor no le respondio. El orgullo Lahote era algo que tenía muy marcado, incluso a su tierna edad de 10 años. Eso y que en realidad, nunca le habían negado nada. Siempre había sido la consentida de su hermano y despues de conocer a la manada, se había vuelto el centro de atención de los metamorfos y las improntas

Sam volvio a suspirar

-Escucha...no puedo decirte lo que paso entre Leah y yo, no completamente. Es algo que no entenderías aun. Pero cuando sea el momento te lo dire, necesito que confies en mi-

Paulette miro a Sam por un momento, el quileute la veía con una mirada llena de amor, pidiendole con sus ojos que creyera en el

-¿Prometes que me lo diras?-

-Lo prometo-

La menor estiro su brazo, bajando todos sus dedos menos el meñique

-¿Por la garrita?-

Sam sonrio

-Si, por la garrita-

Paulette volvio a sonreir entonces, su mal humor borrandose rapidamente

-De acuerdo-Paulette dijo contenta-Pero me debes un helado, por el mal rato-

Sam rio, volviendo a prender el motor y conduciendo hacia la heladeria 

-Vamos por tu helado Letti-

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