ℕ𝕠 𝔹𝕠𝕕𝕪, ℕ𝕠 ℂ𝕣𝕚𝕞𝕖 🖤 𝑸𝒊𝒏𝑩𝒆𝒆𝒍𝑯𝒂𝒅𝒆𝒔 🖤

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Kuwait, Kuwait

–¡¿Cómo se atreven a no hacer algo antes?! ¡Desapareció hace casi una semana! ¡Idiotas ineptos!

Entre tres de los hermanos Inferno estaban sosteniendo como podían a Nittiyam, quien estaba furiosa por lo que se acababa de enterar: Beelzebub, parte también de los siete hermanos Inferno, había desaparecido, y peor aún, el esposo de este mismo no había hecho absolutamente nada para buscarlo, todo lo contrario, ya que Mammón le había notificado que estaba haciendo trámites para cobrar el seguro de vida de este, cosa que al llegar a oídos de Nittiyam no es que le cayera de buena forma, y ahora estaba furiosa hablando con la policía sobre esto de forma tan alterada que entre Amon, Leviatán y Mammón estaban tratando de sostenerla para que no golpeara a los policías.

Y es que ella siempre había sido cercana a los Inferno gracias al mayor de los hermanos, Lucifer, que de estar allí ahora probablemente estaría más alterado que ella de enterarse de que Beelzebub había desaparecido y que el esposo de este no había ni siquiera notificado de esto aún. No lo habría hecho en realidad de no ser porque ella decidió ir a Kuwait luego de haber perdido el contacto con los Inferno, y a penas fue notificada de lo ocurrido simplemente de ella surgió una mezcla de enojo, preocupación, tristeza y quién sabe cuántas cosas más, que había desembocado en aquella pelea que estaba teniendo en plena estación de policía.

Zeeshan, el esposo de Beelzebub, por otro lado, veía y escuchaba todo esto sin expresión alguna, ese reclamo no solo iba dirigido a la policía, sino que también él estaba recibiendo reclamos y amenazas de parte de esa peli-verde que ni supo cuándo empezó a llorar por la angustia de pensar de que algo podría estarle pasando a Beelzebub.

A él no le importaba, el hecho de que desapareciera de repente le daba mucho igual, por eso es que había empezado los trámites para cobrar su seguro de vida, era su esposo y tenía el derecho a hacerlo.

–¡Si le pasa algo a Beelzebub será su culpa, maldito! ¡Te juro que si una sola persona le puso ya un dedo encima voy a hacer que te pudras en la cárcel!–gritó Nittiyam aún siendo sostenida por tres de los Inferno, aunque ganas de soltarla no le faltaban a estos para que golpeara a ese hombre.

–Lleva casi una semana desaparecido y no me han llamado, debe estar muerto y no tengo razones para buscar un cadáver–dijo Zeeshan totalmente indiferente.

–¡Él hizo todo por ti! ¡Todo lo que tú le dijeras él lo hizo solo porque te amaba! ¡¿Cómo ni siquiera te puede interesar buscar sus malditos restos?!–gritó Nittiyam con la voz quebrada por el llanto.

–Nittiyam, ya basta–evitó que la mujer siguiera gritando antes de mirar hacia su cuñado–solo te interesa cobrar el cobrar el seguro de vida como hiciste con tu anterior esposo, ¿no es así?–dijo Belfegor afilando la mirada hacia Zeeshan.

–Como el maldito avaricioso que eres al saber que es una buena suma la quieres rápido–dijo Asmodeo manteniendo una expresión amenazante.

–Ustedes mismos vieron el cadáver de mi anterior esposo encima del pavimento, tenía razones de sobra para cobrar el seguro de vida de ese alkalba–dijo Zeeshan en total calma con ese tema.

–No te atrevas a insultarlo ni a él ni a Beelzebub–dijo Nittiyam aparentemente por fin calmándose–no te merecías a ninguno de los dos.

Amon, Leviatán y Mammón la soltaron en ese momento y ella respiró profundo unas cuantas veces antes de secar las lágrimas de sus mejillas, volviendo a los segundos a ponerse firme ante aquel hombre que ahora tanto asco le daba.