ℕ𝕠 𝔹𝕠𝕕𝕪, ℕ𝕠 ℂ𝕣𝕚𝕞𝕖 🖤 𝑸𝒊𝒏𝑩𝒆𝒆𝒍𝑯𝒂𝒅𝒆𝒔 🖤

🖤 How not to love him and everything he did? 🖤

Pekín, China

–A ver, Fusu, ¿qué ocurrió?

"¿Qué no ocurrió?" Hubiera sido una mucho mejor pregunta de parte de Chun Yan considerando las cosas, pero ni fuerzas para quejarse o tan siquiera para llorar de la impotencia de no poder quejarse le quedaban a Fusu, ese muchacho a los ojos de Chun Yan y Míng Jié estaba haciendo un esfuerzo tremendo en el solo hecho de mantenerse despierto, y las bolsas negras debajo de sus ojos eran la prueba más clara de ello, estaba totalmente exhausto.

Ambos adultos enfrente de aquel muchacho de ojos blancos se vieron mutuamente antes de volver su mirada hacia él con algo de pena, y es que no la había pasado nada bien desde el momento en que su padre desapareció y su madre decidió traer a su amante a la casa, de esto primero a penas había pasado una semana, y de esto segundo, directamente habían pasado solo cinco días, ya que sí, esa mujer podría haber reportado aquella desaparición a la policía, pero también la había aprovechado para poder abusar de la fortuna de su marido a pesar de que su propio hijo seguía allí presente, viendo como traía a su amante a la casa, como se iban al mismo cuarto y como al día siguiente ese hombre se iba con un fajo de billetes en sus manos.

Obviamente él también se estaba aprovechando de esa situación, pero quien debería estar preocupada de la situación era Chang como su esposa, y claramente no lo estaba, así que era Fusu quien tenía que encargarse de la desaparición, de no dormir esperando una llamada suya, de tratar de que su madre no hiciera nada innecesario con el dinero de su padre, que sus hermanos estuvieran bien mientras su padre no estaba, prácticamente todo lo que no le tocaba hacer como el hijo mayor de aquella familia le estaba tocando por la irresponsabilidad de su madre.

A penas hoy que Chun Yan había llegado de Hangzhou y Míng Jié del Tibet a ayudarlo, y lo encontraron en un estado tan deplorable que hasta se sintieron avergonzados de no haber venido antes, ya que ese muchacho que a penas acababa de salir de la universidad estaba totalmente acabado con la situación que ahora estaba viviendo, y sabían que en ese punto estaba bastante agradecido del hecho de que habían llegado a ayudarlo, porque dudaba que pudiera seguir como estaba.

–¿Dónde está esa mujer ahora?–preguntó Chun Yan de brazos cruzados hacia el menor.

–Debe de estar usando el dinero en efectivo que queda ya que conseguí quitarle acceso a las cuentas, volverá al anochecer seguramente–dijo Fusu llevando sus manos a su rostro buscando despertarse un poco.

–¿No has recibido noticias de tu padre?–preguntó Míng Jié mostrándose preocupado por ese tema.

–Ni una, aunque la policía me ha afirmado que no es un secuestro, ya que no han llamado pidiendo un rescate–dijo Fusu mientras se frotaba sus ojos.

–No hubiera creído que fuera un secuestro de todos modos, Qín Shǐ Huáng dejaría inconscientes primero a los que quisieran secuestrarlo–dijo Chun Yan totalmente segura de lo que decía–estoy segura que aquí pasa otra cosa

–Sea lo que sea que ocurra, mi papá ha estado desaparecido casi una semana, y sin su presencia aquí ha ocurrido todo lo que no había ocurrido en toda nuestra vida–dijo Fusu refiriéndose tanto a él como a sus hermanos.

–Nos encargaremos nosotros de esto ahora, Fusu, tú descansa, ¿está bien?–dijo Chun Yan levantándose para acariciar la cabeza del menor.

–Ven, te llevaré a tu cuarto para que duermas–dijo Míng Jié acercándose a Fusu para ayudarlo a levantarse.

La mujer azabache miró como ambos varones se iban de la sala de estar de la casa de su hijo adoptivo hacia el área de los cuartos y procedió luego a mirar hacia el reloj que había en una de las mesitas de entre los sofás, notando que pronto atardecería y se haría de noche...si era verdad lo que decía Fusu sobre aquella mujer ella se mantendría en esa sala para recibirla y no permitirle volver a entrar.

Si se atrevió a abusar de esta situación, entonces es que lo que suponía su hijo sobre ella era totalmente cierto.

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Algún lugar de Georgia, Estados Unidos

Cierto azabache de ojos rojos estaba sentado en el asiento del piloto de su auto mientras se reía por ver las últimas noticias de su país, en Pekín se había hecho un tremendo revuelo ante su desaparición y un escándalo con el hecho de que su esposa no tenía ni la decencia de ocultar a su amante ni el hecho de que estaba abusando de su fortuna, técnicamente todos en China ya eran conscientes que el verdadero preocupado por su desaparición era su hijo, que por las fotos que la prensa había estado tomando se nota mucho el hecho de que solo esos días encargándose de todo lo que le tocaba a su esposa lo habían desgastado muy rápidamente.

Tendría que pedirle disculpas cuando volviera porque el peso de esa situación cayera directamente sobre su espalda, pero mientras tanto a través de sus padres tendría que ofrecerle algo de apoyo, y hablando de ellos, tanto Míng Jié como Chun Yan habían estado mandándole mensajes sobre el hecho de no meter más a Fusu en lo que ocurría y no dejar volver a estar a Chang, su esposa, a su casa, idea dada por su madre y algo en lo que estaba totalmente de acuerdo, Chang no debía de estar cerca de sus hijos.

Había fingido esa desaparición para probar a su esposa, en el fondo de su mente esperando que de verdad Chang no fuera tan desinhibida como sospechaba que era, pero terminó recibiendo el tiro por la culata cuando la actitud que adoptó fue peor de lo que creyó que sería, pero bueno, ahora aprovecharía para vengarse un poco de ella.

A fin de cuentas, él trató de hacer todo, hizo todo, como hombre, como esposo y como pudo también lo hizo como padre, sinceramente creía que su único error era el haberla elegido a ella de esposa, porque a pesar de que él mismo a veces no tenía tiempo para sus hijos por su trabajo fallando en el ámbito emocional con ellos, nunca los desamparó, cosa en la que ella falló de ambas partes.

Fue Fusu quien terminó adoptando el papel total de padre y madre para sus hermanos ya que Chang a duras penas y le prestaba atención nada más a la pequeña princesa que tuvieron, pero de allí en más, nada, y ahora demostraba que fácilmente los podía desamparar, ya que él tenía casi una semana de "desaparecido", exactamente unos seis días, y ella hace cinco días había traído a su amante a la casa y empezó a derrochar el dinero.

Menos mal que Fusu se mantuvo en casa inclusive mientras estudiaba la universidad, porque de otra forma no tenía ni la menor idea de cómo sus hermanos menores estuvieran viviendo aquella situación.

En fin, ahora sus padres, ambos totalmente conscientes de aquel teatro que él había armado, se encargarían de que Chang se alejara de sus hijos y de que Fusu pudiera descansar luego de haber cargado esa casi semana con ese problema, mientras que él solo dejaría que su esposa se destruyera a sí misma, no tenía que hacer nada más que eso, después de todo sabía que no tardaría mucho en hacer eso.

La conocía, y pronto ella misma se metería el pie y mientras lo hacía él estaría en haciendo VIP para ver cómo eso ocurría.

Algo que sin duda iba a disfrutar, así que partiendo su teléfono a la mitad para asegurarse de que no lo rastrearan por él, cerrando su auto, encendiéndolo y retomando rumbo a su destino marcado se empezó a imaginar lo que seguiría en los próximos días y semanas, ya que ese circo que se estaba armando en su país solo porque él quiso desaparecer sería mejor que cualquier programa que pudiera encontrar.