Cubría su rostro con ambas manos mientras los golpes en sus piernas, estómago, espalda y brazos no paraban.
Sabía que si intentaba defenderse le iría aún peor, lo había aprendido con el tiempo, solo le tocaba esperar que la tortura acabara.
Beomgyu, siempre fue un alumno ejemplar, con buenas notas, sin una sola mancha en el uniforme y nunca se metía con nadie. Por eso, si alguien lograra enterarse de lo que le pasaba, nadie sabría el por qué a él.
Ni siquiera se dió cuenta cuando Yeonjun se había agachado a su altura, con cuidado, quitó las manos del rostro del castaño y sonrió de lado.
—¿Te duele? —le preguntó, él no contestó, solo miraba el suelo en el que estaba recostado, en completo silencio, con los ojos llenos de lágrimas. El pelinegro soltó un suspiro y tomó el mentón del contrario con fuerza —. Sabes que no me gusta repetir las cosas, Choi Beomgyu, ¿Te duele?
El más bajo asintió con la cabeza, cerrando los ojos con fuerza debido a la fuerte presión de los dedos de Yeonjun contra su piel.
—Bien, eso es todo por hoy —soltó la barbilla de Beomgyu y limpió la sangre en su chaqueta —, recuerda que si le dices a alguien sobre esto, te mataré.
Esperó a que él y sus amigos se fueran, gotas de agua caían en su rostro, le dolía el estómago y la espalda, tenía raspones en las rodillas y codos, su labio sangraba y solo quería llegar a casa.
Ki Yeonjun se había dedicado a molestar a Beomgyu durante los últimos dos años, al principio cosas pequeñas, cómo empujones por los pasillos, pequeñas bromas, pedirle la tarea grotescamente y tirar las cosas que traía en mano, pero todo eso, con el tiempo se convirtió en amenazas, insultos, humillaciones y agresión física.
Aunque trató de decirlo, la gente veía a Yeonjun como un ángel, y siempre lograba salirse con la suya, eso era aún peor, ya que golpeaba a Beomgyu hasta el cansancio.
Las calles estaban solas, la fuerte lluvia comenzaba a empapar la ropa del castaño, caminaba de vuelta a su casa y las luces comenzaban a encenderse.
Ambos eran del turno nocturno, iban en último grado de preparatoria, se conocieron cuando eran estudiantes de secundaria, y aunque su contacto en ese tiempo era casi nulo, Yeonjun no parecía ser una mala persona, sino todo lo contrario.
Al llegar a casa, subió las escaleras antes de que su madre se diera cuenta que había llegado, no quería que lo viera así de nuevo, ya estaba bastante preocupada por cosas económicas para volver a ver a Beomgyu lastimado.
Entró a su habitación y cerró la puerta, si no se daba una ducha, tendría un resfriado, y por ahora no había suficiente dinero para los medicamentos. Luego de buscar un conjunto de ropa, entró al baño, puso el tapón de la bañera y abrió la llave para que comenzara a llenarse. Mientras lo hacía, comenzó a desvestirse con cuidado, evitando pasar la ropa sucia por las heridas de sus codos y rodillas para que no se infectaran.
Cuando estuvo completamente desnudo, cerró la llave de la bañera, y se metió en ella hasta que el agua cubrió su cuello, tomó aire y se metió completamente al agua.
No sabía por qué su vida era tan patética, o por qué la gente era tan mala con él.
Nunca le hizo daño a Yeonjun para que lo tratara de esa forma cada vez que lo veía, ni siquiera lo conocía, pero algo estaba claro: no podía odiarlo.
A pesar de los golpes y humillaciones, a pesar de los insultos y atracones, él no podía odiarlo, y odiaba eso, odiaba no odiarlo, porque eso significaba, que todo lo que le hiciera, para Beomgyu siempre tenía una justificación.
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As you pungle daggers into my heart
Fanfic-¿Por qué no te defiendes? ¿A caso eres gay, Saekki? -¿Por qué? ¿Buscas novio? |•donde Yeonjun es bully de Beomgyu