La noticia no fue precisamente un galardón para Hwang Hyunjin, pero estuvo muy de acuerdo en que intentaran llevarse bien y sentar cabeza. Sentía que esa situación era un tardío destino del desastre, pero con variantes válidas para confiar en que era buena idea; la primera razón para estar contento con su nuevo nieto y yerno, era que se trataba de Kim Seungmin.Aquel joven había sido mejor amigo de su hijo menor durante los últimos tres años. En ese entonces ambos estaban en el último año de bachillerato. Y aunque Hyunjin ya tenía un hijo, era un joven bastante sensato y bueno. A él, como padre, le parecía un chico muy apto.
La segunda variante eran precisamente los hijos. Minho nunca demostró ser un padre responsable, mientras Seungmin sí. Y tenían hijos felices, uno más no debía suponer un problema. Así que estuvo muy a gusto de que el castaño fuera a adoptar una figura paternal en los niños. Ya era hora de que Hyunjin formase un hogar decente con una persona tan apropiada como Seungmin.
No mucho después de esa noticia el momento inevitable de que Hyunjin tomase a sus hijos y se los llevase a casa llegó. Era de esperarse dado que debía hacerse a la idea de ser la cabeza de una familia.
— Esta es la última caja con las cosas de Sukja —anunció Jisung, entregandosela a su padre, el mayor sonrió satisfecho al ver lo bien acondicionado que había dejado Seungmin la habitación de los bebés.
Habían decidido que Sukja y el bebé que estaba en camino compartirían alcoba, mientras Yeonsu y YeEun compartirían otra.
Al menos el inocente y crédulo señor Hwang estaba creyendo el cuento de que con el tiempo se mudarian a vivir juntos, pero si tan solo supiera que era una farsa no estaría tan emocionado planificando como adaptar las cunas y los muebles para dos bebés.
— Me preocupa que se ilusione demasiado —meditó Hyunjin al colocar la lámpara de noche en la mesita adjunta a la cuna, Seungmin le prestó atención sin levantar la mirada ni abandonar el acomodo de las sábanas, suspiró apenas.
— Tú dijiste que decirles eso iba a ser mejor para todos —murmuró sin dejar de mover las manos—. Más te vale meditarlo bien antes de que se lo digamos a mis padres. Lo cual será aproximadamente en un mes más, porque he estado ganando peso y mi madre parece estar sospechando.
— Descuida —le miró con tranquilidad. Seungmin podía sentir su mirada, pero se negaba a devolverla—. Tus padres van a saber que me haré responsable. A lo mejor y con el tiempo incluso decidamos vivir realmente juntos.
El silencio gobernó por un instante, el ambiente se tensó de inmediato. Tanto que era palpable. Seungmin había estado evitando pensar en esa idea, aunque entre más pasaba el tiempo más se daba cuenta de lo interesante que era Hyunjin en cuanto a tocar temas complicados suponía. ¿Como podía decir esas cosas tan a la ligera siempre? No estaba conforme con que Yeonsu le llamase papá y que el señor Hyunsung estuviera ilusionado, ahora incluso intentaba ilusionarlo a él. Sí que era un idiota.
Jisung, quién sin querer había escuchado lo dicho por su hermano, se detuvo junto a la pared sin interrumpir. Realmente creía que Seungmin y Hyunjin harían buen par, pero reconocía su incapacidad para obligarlos a juntarse porque resultaba que ambos eran igual de testarudos.
Mordió sus labios, tratando de no emocionarse. Resultaba que si su hermano le estaba diciendo eso a su amigo era porque debería de tener alguna clase de interés. Mas el silencio prolongado del castaño le había comenzado a preocupar.— Podría estar a consideración.
Meta... tardía, pero meta al fin de cuentas.
Jisung aguantó un grito emocionado cuando Seungmin dijo aquello. Había tardado, pero al menos dijo algo coherente y esperanzador.

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El Arte De Morir (HyunMin)
Fiksi Penggemar《《 La noche en que se apaguen todas las luciérnagas, el día en que los ángeles lloren, la tarde en que el ocaso sea efímero... entonces sabré que te he perdido. Mientras tanto, algo de ti siempre va a pertenecer a mí. 》》 Así finalizó el curso de sus...