Ghost {Justin Bieber Short Story}

Parte V

Antes de leer el capítulo, me gustaría que escucharan la canción. Fue mi verdadera inspiración para esta parte y es mi canción favorita. Muestra la intensidad y las emociones que Christine esta sintiendo en este momento por Justin.

No olviden comentar y dejarme saber que les parece el capítulo y que les esta pareciendo la historia. Me alegra estar de vuelta.

¡Disfruten!

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—Estas muy callada—susurró Justin acariciando la espalda de Christine que permanecía sentada frente a él debajo de la ducha. Ambos habían decidido darse una ducha caliente luego de haber hecho el amor. Sonrió al recordarlo; sus cuerpos habían encajado a la perfección. Nunca había conectado tanto con una chica como lo hizo con Christine; sus cuerpos habían encontrado una armonía única que los hizo alcanzar el placer en más de una ocasión. Y es que Christine era una bomba; sabia como moverse y como volverlo loco con su toque y sus besos. Joder, se excitaba solo con recordarlo y es que nunca tendría suficiente de ella; de eso estaba seguro. De hecho, no creía que volvería a encontrar a alguien como ella. —¿Aun te duele? —preguntó y esta negó repetidamente. Le había dolido al principio, pero ya luego su cuerpo se había costumbrado a él. Había sido un poco vergonzoso haber manchado, pero a Justin no parecía importarle. Tampoco le importó haberlo hecho sin condón; las cosas habían subido de tono tan rápido que lo habían olvidado, pero no había nada de qué preocuparse; ella se cuidaba. Justin cogió el jabón y lo pasó por toda la espalda de ella jabonándola. Quería mimarla, hacerla sentir bien, pero temía que algo le pasara. Estaba muy callada y podía sentir que estaba tensa. Además de que se abrazaba a sí misma. Quería creer que tal vez seguía adolorida; su cuerpo era muy pequeño para él y había sangrado un poco, pero sabía que había algo más. Algo le pasaba, pero no la presionaría. — ¿Estas bien? —preguntó moviendo su cabello a un lado besando su cuello y esta gimió asintiendo. El toque de él quemaba y la hacía sentir mariposas en el estómago. Conocía muy bien ese sentimiento; lo había sentido antes y tenía miedo. Miedo de dañar lo bonito que tenían, de dañar a Justin. Ella no era digna para él; aun cargaba con los monstruos de su pasado y tenía miedo de volver abrir su corazón y salir herida. Aunque ya era demasiado tarde: Justin ya ocupaba su corazón y su cuerpo. Sentía que le pertenecía, quería solo pertenecerle a él, pero no dependía de ella. Dependía de él, de cómo se sentía sobre ella pero temía preguntarle. Así que ¿Qué debía hacer? Sabía que el sentía algo por ella; lo había notado cuando le había hecho el amor. él la había besado y adorado todo su cuerpo haciéndola sentir segura y cómoda con su cuerpo. Había notado como él se había encargado de darle placer, de hacer que ella gritara y se sacudiera de placer robándole hasta el último aliento. Y lo agradecía; agradecía la seguridad que él le brindaba, pero a la vez eso la asustaba. La asustaba porque ninguno había tocado el tema de que pasaría ahora que el verano estaba acabando. No sabía si él se quedaría o se iría, tampoco si él quería tener algo serio con ella. Tenía tantas preguntas en su cabeza, pero temía escuchar las respuestas. No soportaría escuchar si el no quisiera algo serio con ella por su pasado. Eso le dolería mucho pero no lo culparía. Ya estaba acostumbrada a ser rechazada y odiada por todos en el pueblo. —¿Segura? —volvió a preguntar y esta asintió repetidamente sin voltearse. Temía que si lo hacía, su cuerpo la traicionaría y no quería eso. Al menos no ahora: se sentía confundida, avergonzada, amada. Era tantas emociones que se le había difícil procesar. Además, sentía ganas de llorar. ¿Qué le estaba pasando? ¿Porque se sentía tan triste? ¿Porque tenía tantas ganas de esconderse y llorar? ¿Porque sentía tantas ganas de tapar su cuerpo y salir corriendo? ¡Quería huir y él no había hecho nada malo! Al contrario, la estaba tratando con delicadeza, con amor, como si ella fuera de cristal. —Nena...—susurró y está negó poniéndose de pie. Justin frunció el ceño poniéndose de pie e hizo que ella se volteara. Se alarmó al verla llorar. ¿Qué le pasaba? ¿Acaso había hecho algo mal? Tragó saliva al verla abrazarse a sí misma como si temiera de él. Dio un paso atrás y negó confundido. No estaba entendiendo que le pasaba pero odiaba ver el miedo en sus ojos. Es como si temiera que el fuera hacerle daño. ¡Joder! Él nunca le haría daño. Al contrario, quería darle todo el amor y cariño que merecía. —¿Tienes miedo de mí? —preguntó dolido y está negó cerrando los ojos. Ella no tenía miedo de él, era todo lo contrario. Con él es donde más segura se sentía y ese era el problema. —Chris...susurró pegándose y está lo abrazó fuertemente. Podía sentir como su corazón latía fuertemente y lo tenso que estaba. Tampoco quería que se sintiera mal consigo mismo o que pensara mal.