—Gracias por tus notas Chris, nos ayudaron un montón— comentó Sally, compañera de clase y Christine sonrió de lado. Le alegraba mucho ayudarlas; no era la mejor en la clase, pero siempre apuntaba todo.
—Me alegro mucho, si necesitan mis apuntes déjenme saber, tengo muchos— dijo haciendo reír a sus compañeras. Por primera vez en mucho tiempo estaba pasando un rato agradable con otras chicas. En el pueblo nunca tuvo amigas, solo una y resultó ser la peor amiga. Así que le había costado mucho relacionarse con otras personas cuando había llegado, pero debía admitir que jamás se imaginó lo agradable y las buenas personas que serían sus compañeros de clase de la universidad. Cuando había llegado, tenía mucho miedo de que la trataran mal o peor aún, que se enteraran de su pasado y le hicieran la vida imposible, pero eso había quedado atrás cuando Sally y un grupo de chicas se le acercó un día para invitarla a estudiar juntas. Desde entonces habían sido inseparables y de verdad disfrutaba la compañía de ellas. Era como comenzar de cero y de cierta forma así era. Pues ahí a nadie le importaba quien era ella o su pasado, mucho menos de dónde venía y eso era algo que agradecía. Un cambio de aire y un nuevo comienzo era todo lo que necesitaba. Habían pasado cuatro meses desde que se había ido del pueblo y admitía que no extrañaba nada; ni siquiera su mamá. Todo lo que necesitaba lo llevaba con ella; así que no le quedaba nada en el pueblo. Solo malos recuerdos que esperaba que con el tiempo desaparecieran.
—Esta noche habrá una fiesta en el cuarto de los chicos por si quieres venir— la invitó Carly entusiasmada y Christine sonrió incómoda. Aun no se sentía cómoda yendo a fiestas y mucho menos relacionarse con chicos. En su mente seguía él.
Rápidamente negó alejando esos pensamiento. No debía pensar en él, en lo que tuvieron. Justin era parte del pasado y así debía quedarse. No se podía permitir pensar en él, no ahora que estaba saliendo adelante.
—Deberías venir, será divertido—sonrió Sally dándole un leve empujoncito haciéndola reír.
—Lo pensaré chicas, pero ahora debo irme— sonrió Christine dándole un leve abrazo a cada una antes de ir a su habitación.
—¡Llámanos! —gritó Sally a lo lejos y está negó riendo. Dudaba mucho que fuera a la fiesta; ahí estarían muchos chicos y ella se sentía incómoda cada vez que alguno de ellos intentaba coquetear con ella. Era respetuosos pero a veces eran muy insistentes y era agotador decirles que no. Preferiría pasar la noche viendo películas o dar un paseo con stiles; su perro guardián. Agradecía tanto habérselo traído. Había sido un gran apoyo para ella el primer mes. Nunca había salido del pueblo y todo era tan diferente, las personas eran tan diferentes y le había costado mucho adaptarse. Había pasado semanas llorando, tratando de adaptarse a su nueva vida; lejos de su mamá, de todo lo que conocía, pero sobre todo lejos de él. Él era lo más que extrañaba y lo más que le dolía recordar. Negó con los ojos aguados y subió a su habitación. Para vivir en el campus, su cuarto era muy grande y había venido equipado. Lo único que tuvo que arreglar fue el calentador; lo demás estaba en buen estado y tenía un buen precio. Además, le permitían tener a Stiles que era un perro de servicio. Abrió su habitación y sonrió al ver a Stiles esperándola.
—Hola Stiles— so rio agachándose a la altura de su perro haciendo que este la lamiera emocionada de verla. Rápidamente la examinó asegurándose de que ella estaba bien y finalmente se tiro al piso dándose la vuelta para que su dueña le hiciera cosquillas. — ¿Qué quieres cenar hoy? ¿Burrito? ¿Tacos? — le preguntó haciéndole cosquillas y rio dándole un beso antes de ponerse de pie. Dejo su mochila en su escritorio y se quitó la ropa quedando en ropa interior. Amaba la libertad de estar en ropa interior en su propio espacio sin que nadie la molestara o la señalara por su cuerpo. Entro al baño y se quitó la ropa interior quedando completamente desnuda. Se amarró el cabello y encendió la ducha varios segundos. A veces tardaba en salir caliente y ya casi estaban en invierno y se sentía el frío. A veces tenía que dormir con doble sábana del frío que hacía.
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Ghost {Justin Bieber Short Story}
RomanceHistoria corta inspirada en la canción Ghost por Justin Bieber. Bruce Mallete acababa de fallecer dejando un gran vacío en el pueblo y en su esposa; Diane. Justin Bieber sabía que lo único que su abuela necesitaba en estos momentos era su compañía y...