08

191 16 20
                                    

- Quiero estar sola, ¿porque no entienden eso? No me siento bien, no quiero escuchar ni una palabra proveniente de ustedes porque no hacen nada más que hacerme sentir mal... No quiero verlos hasta que al menos deje de pensar un poco en todo lo que está pasando.

- No es nuestra culpa que no quieras ver la realidad. Tratamos de ser sinceros contigo, pero no haces nada más que querer encerrarte en tu burbuja, creyendo que todo lo que haces está bien. ¿Te sientes mal? ¿Como crees que nos sentimos nosotros por tener que estar soportando te?... -me miro expectante, pero no pude responder.- Eso creí, no sabes nada. Deja de ponerte a ti siempre, estas siendo muy egoísta con nosotros.

Una ola de nostalgia cubrió mi cuerpo en ese instante, encontrándome de pie frente a la cama perfectamente tendida. Las cosas habían cambiado tanto, y hasta ese instante descubrí que no era una nueva sensación, tan solo era una que había tratado de ignorar por tanto tiempo.

Me sentí sola. Pero no esa clase de soledad que vine al darte cuenta que todo a tu alrededor es distante, no, sentía esa soledad proveniente de la idea errónea de estar acompañada.

¿Porque me engañe a mi misma?

Mis piernas quisieron fallar a cada paso que daba. Tome asiento y acaricie la felpa de la cobija azul que adornaba mi cama, tan cálida. Deje caer mi cuerpo había atrás y sentí algunos de mis cabellos caer por la cama, cerrando mis ojos casi como si hubiera recibido una cubetada de agua helada en el rostro. La cama era pequeña, hacía tiempo que era de aquella forma pero solo hasta ese momento lo recordé.

Era un lugar nuevo, pero nada cambiaba. Que cruel era darse cuenta de aquello.

Los recuerdo de muchos años atrás retumbaron mi mente, lo detestaba, pero parecía volverse tan habitual. Se sentía como más que solo un recuerdo, como si pudiera sentir todo una vez más, como volverlo a vivir.
Lo trágico de todo ello eran los sentimientos sumados.

Mi mente viajaba a los primeros años que compartí con aquel grupo de chicos, las veces en que la privacidad casi era imposible y tenía que compartir la misma habitación con ellos. Subir a la cama de arriba de las pequeñas literas y hablar entre susurra a con quién estuviera a mi lado, quien usualmente siempre era Taehyung. Las madrugadas en que levantarnos y molestar al resto era lo único que teníamos que hacer, aunque otras veces tan solo salíamos al pasillos y nos extendidos en tontas platicas que eran lo más interesante de aquel entonces.

Entiendo los años habían pasado y aquello viajo con el ritmo del tiempo, de alguna manera, no importaba con quién tuviéramos que compartir habitación o si está a yo sola, porque aquel chico de sonrisa tan característica siempre terminaba a mi lado. YoonGi era mi mejor amigo, la persona a la que recurría y con quién muchos pensaban podía pasar pegada él la vida entera, sin embargo, Taehyung era aquello mismo conmigo.

Apreciaba todas y cada una de las veces en que simplemente nos recostabamos uno al lado del otro a hablar desde lo más tonto hasta lo más profundo, no importaba, siempre estábamos para el otro.

- ... solo quería salir corriendo.

- Hubiera entendido que lo hicieras, todos en realidad. Sin embargo, estoy muy orgullo de ti, debe de ser complicado tener que soportar todo ese tipo de cosas, pero las personas no lo notan y solo están ahí criticando. -gire mi cabeza para poder verlo, él la tenía su vista en el techo.- Pero te mantuviste ahí, tan fiel a tu misma y eso es de valorarse, yo lo valoro mucho. -copio mis actos, sonriendo y haciendo que por consecuencia yo también lo hiciera.- Igual no temas, porque si debes correr correría detrás de ti, si caes, daría todo de mi para que no te lastimes y si lo haces, tampoco te preocupes, porque siempre cuidare de ti.

SELFISH (3): Memory ♡BTS♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora