Título: Soy un secreto
JamesPotterxlectora
Nota: Ignoren que Regulus es una año menor que ustedes y los merodeadores, por fis. Solo disfruten.
Esperabas impaciente sentada en el borde del balcón en la Torre de Astronomía, con el cielo nocturno cubriéndote. No tenías miedo por tener la muerte tan cerca, y es que con solo un movimiento caerías al vacío con un final abrupto y doloroso. Más bien, sentías enojada, y este sentimiento recorría cada parte de tu cuerpo, tensándolo y provocando escalofríos.
Las escenas del día pasaron por tu mente, y eso no ayudó en nada a calmarte. Podrías sentir psicológicamente a Lily y a James coqueteando frente a ti, y te daba más coraje. Tenías unas ganas inmensas de partirle la cara a James, contrario a lo que querías antes, que solo era echarte a llorar porque rompieron tu corazón. Aunque por ahora te limitabas a esperar y pedir respuestas, sabiendo que tu enojo no te permitiría escuchar ninguna explicación.
Escuchaste pasos subiendo las escaleras, y te levantaste de un salto, volviéndote hacia el chico causante de aquel ruido.
James Potter apareció en tu campo visión, acercándose con su típica sonrisa galante hacia ti. La luz de la luna iluminó su rostro, y entendiste que ni siquiera parecía entender el porqué de aquella reunión, ni que tampoco se había dado cuenta de que estabas enojada.
--Mi chica bonita no se resistió a estar si mí, ¿Verdad?-- preguntó, con algo de egocentrismo --Creí que nuestro encuentro de ayer te había bastado, amor mío--
Quiso tomar tus manos, pero tú te zafaste y lo miraste con enojo. La sonrisa de James se borró de inmediato, y te miró confundido.
--¿Qué te pasa?--
--¡Ya estoy harta!-- exclamaste, por fin expresando tus sentimientos --¡Estoy harta de que tengamos esta relación secreta! ¡Estoy muy harta, Potter!--
--Amor...-- James de nuevo intentó tomar tus manos, pero seguías sin permitírselo, y esta vez, le pasaste por un lado para darle la espalda, sin el riesgo de que te cayeras de la Torre --Amor, no entiendo, ¿Estás harta?--
--¡Sí!--
Te volviste hacia él, y tu mirada expresó todo. James te miró con nerviosismo.
--¿Por qué? Creí que estábamos bien. En un principio me dijiste que no querías hacer lo nuestro público, por la fama que yo llevo con tu hermano. Y yo estuve de acuerdo. ¿Por qué ahora no quieres?-- dijo confundido
--¡Porque es muy obvio que ya no quiero fingir! Llevamos ocho meses de novios, y estoy harta de que nos tengamos que esconder, que yo tenga que inventarle excusas a Severus (tu hermano) por mis escapadas cada noche, y porque tampoco soporto ver como finges, si es que eso haces, estar enamorado de Lily--
James sonrió con dulzura.
--Cariño... hermosa... preciosa... No estoy enamorado de Lily, y lo sabes. Estoy perdidamente enamorado de ti...--
--¿Entonces quieres que hagamos lo nuestro público?-- dijiste, mirándolo de forma suplicante
James no respondió, y como su sonrisa de nuevo se borró, entendiste su silencio.
--¡Eres un imbécil!--
Te diste la vuelta, y aunque James te intentó detener, tú seguiste caminando hacia las escaleras para irte.
--¡Espérame! ¡Déjame explicarte!--
A la mitad de las escaleras te detuviste, suspiraste, y te volviste de nuevo a mirarlo. James se veía demasiado nervioso, y hasta sus ojos se habían cristalizado con la idea de perderte.
