Título: Cita no tan mala.
JamesPotterxlectora
Bajaste del carruaje en la estación de Hogsmeade, con un sentimiento latente en el pecho de dicha y emoción que tenías desde el inicio de la semana. ¿Por qué? Pues el chico que te gustaba te había citado ese día, a solas, en las Tres Escobas.
Nunca creíste que una cosa así te pasaría, y menos con la suerte que tenías; que no podía ser mayor a la de un insecto atrapado en la telaraña de una feroz y gigantesca araña.
Pero contra todo pronóstico, ese parecía ser tu día. No estabas muy convencida de lo que el chico que te gustaba y tú harían, pero ciertamente no te importaba. Con pasar tiempo con él, te era más que suficiente.
Caminaste soñadora por el pueblo mágico aledaño al castillo, y entraste en las tres Escobas. La taberna, como era natural esos días, estaba abarrotada de adolescentes compartiendo buenos momentos. Las conversaciones, que eran tantas y ocurrían al mismo tiempo, que se mezclaban entre sí haciendo una tarea imposible intentar descifrarlas. Sin embargo, no te detuviste a intentarlo, ni siquiera pasó por tu cabeza esa idea. Solo te limitaste a escudriñar con los ojos a los presentes, en busca de tu cita.
Justo, sentado en una mesa en el fondo, lo viste. Sentiste mariposas aleteando en tu estómago, y comenzaste a sudar del puro nerviosismo. Con las piernas temblándote, caminaste hacia él.
Mientras, lo ibas detallando, aunque lo hiciste muchas veces en el pasado.
Severus Snape era un chico demasiado misterioso. De tu mismo año. Casa Slytherin. Bueno en Pociones. Y sin amigos; o al menos no hablaba con nadie más que la inteligente Lily Evans, de Gryffindor.
Aún con todo esto, te gustaba su aura negra, misteriosa y por supuesto retraída. Además de que sabías que tenía un lado sarcástico, y amabas a los hombres con ese estilo. Y si añadimos su cabello negro y ojos oscuros... Él te tenía a sus pies.
--Hola-- dijiste con nerviosismo, sentándote a su lado
--Hola...-- respondió Severus, sin mostrar mucho interés y más bien jugando con el borde de su botella de cerveza --Te pedí una cerveza de mantequilla porque no sabía qué te gustaba--
Reíste con nerviosismo.
--No te preocupes, me gusta mucho la cerveza de mantequilla--
Él tendió hacia ti otra jarra que había en la mesa, y tú lo tomaste para llevártelo a la boca, intentando que no se notara lo mucho que temblabas.
Severus no te miraba. Permanecía indiferente, mirando hacia la puerta, como si esperara el momento correcto para salir corriendo.
Tu miraste a tu alrededor en busca de alguna idea para borrar de una vez por todas ese incómodo silencio, que combinado con el calor sofocante que solo tu sentías, parecías más una bomba de tiempo que una persona.
--¿Ya terminaste con el ensayo para Slughorn?-- le cuestionaste, sintiéndote verdaderamente curiosa
--No-- respondió Severus a secas y aún sin mirarte
--Yo tampoco. Qué casualidad-- reíste más nerviosa --No por ser Ravenclaw tengo que terminar mis tareas antes. Yo suelo ser muy floja--
--Genial-- murmuró él pelinegro, con evidente sarcasmo que tú ignoraste
--Bueno y... Hablando de la escuela, ¿Escuchaste que en Navidad harán una celebración a lo grande? Por los rumores estoy pensando en quedarme--
--Ajá--
