EXTRA III: Ojo por ojo...

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Con lo pacifico que puede parecer a simple vista, en la naturaleza no siempre se tiene un día similar

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Con lo pacifico que puede parecer a simple vista, en la naturaleza no siempre se tiene un día similar. El peligro está al acecho y los depredadores aprovechan cualquier oportunidad. 

Incluso los depredadores deben cuidarse de otros, en especial las madres y padres con cachorros ya que son objetivos fáciles. Si la camada es numerosa aumenta el riesgo.

Hay diversas razones por las cuales un Alfa puede atacar a un Omega con crias, una de estas es la urgencia para crear descendencia e iniciar su propia manada. ¿Y cómo lo logran? Bueno, basta con deshacerse de todos los bebés para que el Omega se vuelva receptivo por la traumática pérdida y esté listo para concebir cachorros.

Un celo inducido por una pérdida ya no es tan común, pero es una práctica antigua que sigue existiendo al día de hoy.

Y no importa que tan preparado o atento estuviera, Kacchan no pudo evitarlo.

Ocurrió al regresar del Oasis. La tarde tintaba el paisaje de naranja mientras caminaba junto con los cachorros hacia su hogar. El guepardo iba en la retaguardia, mirando al rededor cuando notó que el camino estaba peculiarmente solitario.

Algo no estaba bien, pudo sentirlo. Y su sospecha se confirmo tan pronto captó un nuevo y extraño cóctel de aromas desconocidos. Su pelaje se erizó al instante y Kacchan chilla advirtiendo a los cachorros. La familia se desvía y trota con rápidez, siendo perseguidos a lo lejos tan pronto los intrusos notan que fueron descubiertos. 

Los tres leones jóvenes y foráneos que entraron al territorio del abrevadero le seguían tan de cerca que Kacchan no esperó más y optó por dar la vuelta y correr hacia su encuentro, defendiéndose lo mejor que pudo para darles tiempo de ventaja a los cachorros que continuaron huyendo despavoridos.

Habían practicado tantas veces la ruta de escape y lamentablemente, hoy sería la primera vez que los pequeños felinos tendrían que esconderse e intentar sobrevivir por cuenta propia.

Fue difícil; Kacchan no sabía a quién atacar o de qué león defenderse. Los gruñidos y rasguños no se hicieron esperar, y en la lucha logró herir en la cara a uno de los leones, dejándolo sin un ojo. El Alfa rugió furioso y aumentó la ira del grupo.

En medio del ataque, el león herido retrocedió y decidió separarse del grupo. Las alarmas se encendieron al verlo trotar hacia la misma dirección donde momentos antes escaparon sus cachorros. Angustiado, Kacchan intentó seguirlo pero fue acorralado por los dos leones restantes.

Por desgracia, esta vez el instinto de protección hacia sus cachorros dentro de Kacchan fue más fuerte que el de conservación y los leones aprovecharon el momento de vulnerabilidad. En segundos, su cuerpo acabó en el suelo y se llenó de mordeduras y cortes profundos.

Desde ese punto los Alfas hicieron lo que quisieron. A Kacchan no le importó las heridas, los bufidos a modo de burla y el trato abusivo que recibió su cuerpo, mientras más tiempo se entretuvieran con él más ventaja tendrían sus cachorros de sobrevivir. Las esperanzas incrementaron al ver al tercer león regresar minutos después y unirse a sus hermanos tras una corta "conversación" entre ellos.

Llamado natural (DekuKatsu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora