EXTRA IV: Unión desde el corazón

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La pérdida de cachorros ya sea a manos de depredadores externos o Alfas agresivos es algo común, Kacchan lo sabe. Siempre estuvo consciente del riesgo y aunque soltar el recuerdo de su travieso cachorro fue difícil en su momento, logró salir adelante poco a poco.

En cambio, Deku se notaba distante, pensativo y a veces le era imposible disimular su caótico estado de ánimo por mucho que intentara sonreír. Aún así el Alfa nunca se apartó de su lado, jamás desquitó sus frustraciones en ellos y veló por su seguridad y la de sus crias sin descanso alguno.

Pero de pronto una mañana, Deku se marchó dejando intranquilo a Kacchan. El guepardo sin embargo siguió con su vida y esperó reencontrarse con Deku dentro de un par de días como ya era costumbre, haciendo a un lado los pensamientos turbulentos que acechaban en su mente.

Lo que se supone sería un par de días, se convirtió en semanas sin noticias de Deku y para ese entonces, Kacchan ya sospechaba que algo malo debió ocurrir. 

Noche tras noche, el guepardo lo esperó bajo la luz de la luna, ansioso por su reencuentro. Y un día, su mal presentimiento se confirmó al observar atónito los restos de sus atacantes cerca del abrevadero. Supo de inmediato que la grotesca exhibición de sangre y carne cercenada fue obra de Deku e incluso pudo sentir la mirada del jaguar apesar de la lejanía.

Cuando el sol se ocultó lo suficiente, Deku regresó en silencio a la cueva. El guepardo sale andando en sus piernas humanas tan pronto lo escucha acercarse al territorio y,  al verlo salir de los arbustos, lo que Kacchan ve es mucho peor que la exhibición sangrienta del abrevadero. 

Bajo de peso, cojeando, con notorias heridas profundas abriendo la piel, manchando el corto pelaje verdoso y un largo corte en el rostro de lado derecho que atraviesa en vertical, así fue como Deku apenas logró llegar sobre su cuatro patas. Es difícil de ver, el guepardo está impactado por el estado deteriorado en el que Deku se encuentra.

Kacchan da un paso pero el Alfa muta y se transforma en humano antes de poder llegar a él. Deku respira agitado en el suelo, incluso cambiar le resulta agotador.

El cuerpo mallugado, con moretones de diversas tonalidades y cortes no deja de temblar, aún así, el peliverde tiene la fuerza necesaria para colocarse de rodillas y mantener la cabeza en el suelo. Kacchan no comprende pero Deku está mostrándole arrepentimiento con su lenguaje corporal.

No puede ni mirar a Kacchan sin sentir culpa.

Un cambiante con conocimiento humano es peligroso y por lo general terminan excluidos o tratados de manera diferente al resto. Entonces, además de exponerse a los otros cambiantes y arriesgar su vida, Deku no consideró cómo sus acciones podría repercutir en Kacchan y su relación con los demás.

Actuó bajo el instinto más perverso y dañino que es el de la venganza. Sí, fue estúpido, peligroso pero...

—No pude quedarme de brazos cruzados, Kacchan. Lo pensé por mucho y siempre llegaba a la misma conclusión: Acabarlos. —Murmura siendo sincero, sus orejas se aplanan sobre el pelo verde rizado y se mantiene sin levantar la mirada—  No lo lamento por ellos, los mataría y haría sufrir de nuevo sin pensarlo y sé que eso no es natural, al menos no para un cambiante como tú. Temo que en el futuro mis acciones te lastimen y no podría soportarlo. Creo que no soy lo que buscas y si decides alejarte de mi lo voy a comprender. Tú seguridad y la de los cachorros es primero; lo siento por no poder reprimir mis sentimientos.

Llamado natural (DekuKatsu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora