TaeHyung gime el nombre de JungKook, fuerte y claro, sintiendo las embestidas del menor, completamente loco por estas mismas, sintiendo el placer en todo su resplandor, viendo arcoiris cuando pudo llegar al clímax, sintiendo los espamos cuando se liberó y su semen cayó en su estómago, mientras que JungKook se liberó fácilmente dentro de él, que al sentirlo suelta un gemido encantado. El menor se estira y besa a su pareja, tomando sus labios tan bruscos, metiendo su lengua de una vez en su boca, TaeHyung acepta con gusto, apretando su cintura con las piernas, JungKook besa su cuello, llegando a recorrer todo su abdomen.
Unos suaves toques se escuchan por la puerta, TaeHyung se aleja y mira el rostro de JungKook, mordiendo su labio inferior al verlo tan perdido, a lo que besa sus labios abrazando su cuerpo, dando vuelta en la cama, dejando debajo de él, a lo que esa era una señal para el pelinegro de que quería otra ronda. Su rostro cambia por completo, las pupilas se dilatan y una sonrisa de lado se adorna en el rostro, el mayor tembló ligeramente y estuvo a punto de tener la segunda ronda de su vida, donde iba a tomar a su Kook, si no fuera que la puerta nuevamente fue tocada y, esta vez, sin estar tan ido de sí, JungKook lo escuchó.
—¿Kook? ¿Tae? —era JiMin. De nuevo.
Está molestando después de estar todo el puto día con ellos, literal que, era casi el quinto día (por desgracia) que convivían juntos, JiMin está más en confianza desde el tercer día con ambos. JungKook le había dicho que como ahora era su nueva casa en la que vivía, puede hacer lo que él quisiera y, desde entonces, ha estado muy feliz, bastante para su gusto. El menor juega con Jeon, ven películas, mientras que TaeHyung sólo los observa de lejos, y ya su marido lo regañó muchas veces por no estar conviviendo con JiMin. Niega con la cabeza cuando su marido tuvo la intención de separarse, lo aprieta contra él.
—Deja que se vaya —susurra— quiero sentirte más. —mira los labios del menor y muerde el inferior tirando de este. Gime mirando como un depredador a su esposo, TaeHyung sonríe pícaro— Jung...
La puerta vuelve a sonar. JiMin del otro lado quería dormir, pero realmente sus dueños hacían ruido. Quizás mucho, y quería que pedir que por favor paren.
—Kook, por favor.
Ruega su esposo. El pelinegro suelta un suspiro, debatiéndose, hasta que la voz de Jimin vuelve aparecer y ambos adultos lo escuchan.
—No quiero interrumpir, pero puedo escuchar todo, incluso lo que ha dicho Tae... Lo siento por molestar, pero es que no puedo dormir y ustedes hacen mucho ruido —vuelve hablar detrás de la puerta. El menor, mira a TaeHyung, se aleja de él y así desnudo (no sin limpiarse) fue abrir la puerta, encontrándose a JiMin. Tiene puesto un pijama que su dueño JungKook le dió para dormir, haciéndole un agujero en el pantalón para que no tuviera alguna incomodidad con su cola larga, y sostenía el peluche del tigre que le regaló hace un par de días atrás— Kookie —sonríe, mas la sonrisa desaparece al ver a TaeHyung- lo siento por interrumpir, pero no puedo dormir... —pasa saliva y apreta los labios, intimidado por la presencia del otro.
JungKook golpea el pecho de TaeHyung al ver lo nervioso que se puso JiMin por su simple presencia, TaeHyung lo miró confundido por el golpe. ¿Y ahora?
—¿Qué? —su marido rodó los ojos.
—¿Quieres dormir con nosotros? —le pregunta con una sonrisa feliz. Asintiendo frenético, JiMin observa con alegría al pelinegro, mostrando una sonrisa en sus labios, pero TaeHyung negó al instante. Claro que no.
—No va a dormir con nosotros —mira a su marido con ganas de ahorcarlo y no de la manera que le gustaría que lo hiciera. Jeon, girando la cabeza casi como el exorcista, mira con su rostro tan serio a TaeHyung— ¿Qué? No quiero dormir con otro más en la cama, me pone nervioso. Odio el contacto físico y... Porque no lo quiero, suficiente de aguantar tus ronquidos —mira al menor cruzándose de brazos. Alzando las cejas, JungKook levanta la ceja al oírlo y asiente.
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EL CHICO GATO 猫 kookvmin
Fiksi PenggemarUn mafioso junto a su pareja, ambos de 30 años, disfrutan de sus vacaciones. Nueva casa, nuevos proyectos, nuevas personas, nuevos empleados, todo nuevo. Literalmente quieren nueva vida, alejados de los malos augurios que los acechan por la vida en...