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Jeongin suponía que Chan se daría cuenta de que estaba demasiado nervioso, había pasado una semana desde que Hyunjin le propuso ser amantes.

Pero Chan jamás se dio cuenta, no, porque la comisaría se había vuelto una locura. Chan estaba tan enfrascado en sus líos que no se dio cuenta de que Jeongin estaba demasiado inquieto, callado.

Y la fecha límite había llegado, Hyunjin quería una respuesta y una semana entera había sido más que suficiente.

Hyunjin

¿Y bien? ¿Ya tienes una respuesta para esta noche?

14:30

Yo

Tal vez... sí, creo que sí.

14:35

Hyunjin

Genial, nos vemos a las nueve, ¿Conoces Latte J'taime?

14:37

Yo

Ah... Si, lo vi. Está bien, solo espérame allí.

14:40

- ¿Vas a ir a algún lado? - le habló Chan, mientras lo miraba arreglándose con una camiseta y una chaqueta, sus jeans favoritos torneando sus piernas.

- Si, tú descansa - Jeongin sonrió - es una oportunidad única para el spa - habló nuevamente y Chan asintió.

- Que te diviertas- habló el oficial y se acercó para besar su mejilla, el perfume de Seungmin invadió los sentidos de Jeongin.

Tal vez y de verdad no era mala decisión, tal vez no estaba mal poder disfrutar de Hyunjin mientras durara todo aquello.

- ¿Sabes? Estoy seguro de que lo disfrutaré.

- Diviértete - habló Chan antes de girarse y volver a la cama.

Estaba cansado, había sido un día duro, intentó ver a Jeongin y este no pudo verlo, llegó Seungmin a la comisaria y entró a su oficina... lo dejó agotado ¡Joder!

Por mientras, Jeongin salió de allí y bajó para tomar un taxi, no iba a manejar su coche, no se iba a arriesgar tanto.

Por mientras, Jeongin salió de allí y bajó para tomar un taxi, no iba a manejar su coche, no se iba a arriesgar tanto

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El lugar que Hyunjin escogió, Jeongin lo amaba. Tenía esa presencia de gente con dinero, dinero que Jeongin solo algunas veces al año veía todo junto.

- Gracias - habló Jeongin, pagándole al taxista antes de bajarse y entrar.

Todo estaba perfectamente ubicado, irradiando dinero y poder.

Jeongin se detuvo en la puerta y el hombre de la entrada lo recibió.

- Buenas noches señor, ¿Nombre?

- Ah... Yang Jeongin, vengo de parte de...

- Hwang Hyunjin - completó el hombre con una sonrisa - venga, sígame.

Jeongin lo siguió, entrando por unas puertas de cristal, subiendo unas escaleras y llegando hasta donde se encontraban puertas dobles rojas. El chico le abrió las puertas y Jeongin entró.

Hyunjin tenía una camisa, pantalones y botas con el caño elástico, formal, pero no lo suficiente.

- ¿Era obligación estar aquí? - habló Jeongin al entrar, el chico le cerró la puerta detrás de él.

El arquitecto lo vio y sus ojos se iluminaron, eso extrañamente hizo feliz a Jeongin.

- Si lo era, lo que hablaremos es algo íntimo.

- Irónico - murmuró Jeongin.

Era un pésimo momento para recordar que ese lugar era fichado como "el nido de los amantes" pero también era un buen momento para recordar que Chan se había visto con Seungmin y el muy infeliz cargaba su perfume como si nada.

Hyunjin avanzó y Jeongin lo encontró a medio camino, tomándolo de la cintura y atrayéndolo hacia él.

Sus cuerpos chocaron y la boca de Hyunjin tomó la suya.

Jeongin acarició aquella cintura, bajó a sus caderas y profundizó el beso.

- ¿Esto es un sí? - jadeó Hyunjin, tratando de buscar aire.

- Super sí, quiero todo lo que tengas para ofrecerme - susurró Jeongin y Hyunjin sonrió.

- Esto de ser versátil es divertido - murmuró Hyunjin y bajó sus besos a aquel cuello tostado para dejar una marca.

Y Jeongin ni siquiera se molestó.

- ¿Quieres poner términos? - los labios de Hyunjin rozaban su piel cada que hablaba.

- Ninguno... hazme vivir una historia de amantes - susurró el masajista antes de que la puerta se quisiera abrir.

- No queremos nada - habló Hyunjin estricto y la puerta se volvió a cerrar - ¿Y bien? ¿Tú o yo? - murmuró mientras se desabrochaba la camisa lentamente.

Si Jeongin aceptaba y lo hacía, sería dar por sentado y consentimiento a ese juego de verse a escondidas, si se descubría tendría mucho que perder, pero ganaría fabulosas horas en una cama.

- Márcame entero Hyunjin.

Y fue todo lo que necesitó, el arquitecto se lo llevó contra la pared, comenzando a besarlo de forma desesperada.

- Desgraciadamente, no sabes como me pones - gruñó antes de morderle sus labios y que Jeongin jadeara.

Hyunjin le arrancó la camiseta y Jeongin supo que esa noche volvería realmente tarde a su departamento... esa y otras noches más.

¿𝖥𝖤𝖫𝖨𝖹𝖬𝖤𝖭𝖳𝖤 𝗖𝗔𝗦𝗔𝗗𝗢𝗦? ⊹ HYUNINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora