ℕ𝕒𝕚𝕧𝕖 𝕒𝕟𝕕 𝔻𝕒𝕞𝕟𝕖𝕕

Capítulo 1

Yo solo estoy traduciendo, con permiso del autor original.

El autor original es 'Blotti' en AO3 [Archive Of Our Own]

Enlace del autor original: https://archiveofourown.org/users/Blotti/profile

Enlace de la historia original: https://archiveofourown.org/works/36494269/chapters/91003510

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Eren

La boca de Eren se abrió en un grito silencioso, ronco e incapaz de proyectar más. Palideció, su estómago se vació y solo le quemó la garganta. El dolor lo consumía todo; ya no tenía un origen, golpeando cada músculo, cada hueso. No sabía dónde estaba... ¿quería saber dónde estaba?

"No importa en qué época se haya encontrado, siempre ha seguido adelante, buscando la libertad."

Solo una voz podía igualar su dolor, demandando su atención como una bruja recitando su maldición, una y otra vez.

"Por el bien de la libertad, lucha."

Eren no podía reflexionar, no podía discutir. Bajo una tormenta de espadas, solo podía resistir.

"Tener una familia."

El ritmo de su dolor imitaba el estruendo de las sirenas, variando entre latidos bajos que consumían sus pensamientos hasta picos insoportables que no le permitían pensar en nada más que esas palabras.

"Ama a alguien dentro de las paredes."

Sí, quería saber dónde estaba.

Mantente despierto.

"Si no puedes, solo se repetirá."

Mantente despierto.

"La misma historia... los mismos errores... una y otra vez... para salvar a Mikasa, Armin y todos los demás, debes superarlo."

Soporta.

"... ¿De quién son esos recuerdos?"

Mantente despierto.

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"¿Señor Kruger? Ah, hola. Mi nombre es Varlet, seré su enfermera principal mientras se recupera y se adapta a la vida en Marley. ¡Espero que nos llevemos bien!"

Le ofrecieron una mano callosa, que él mira fijamente. Flota allí durante cinco segundos más o menos, antes de caer.

Eren no levanta la vista para ver la expresión de la enfermera. Más bien, mira hacia abajo, los ojos no pueden apartarse de su pierna recién ausente por mucho tiempo. Ahora solo palpita en ráfagas aleatorias; como lo haría una picadura de mosquito con picazón... si la picazón le robaba el aliento y hacía que sus uñas se clavaran en sus manos hasta sacar sangre.

La enfermera se había movido para presentarse a su nuevo compañero de cuarto. Eren apenas recordaba su rostro, a pesar de haber esperado con él durante la última hora. Al igual que la pierna de Eren, su estado psicológico subió y bajó sin previo aviso. Un desastre impredecible, los patrones de sueño ya turbulentos de Eren caerían en el camino con sus murmullos incesantes.

Eren había sentido lástima por el hombre, hace unos días. La mente del hombre estaba completamente quebrada, dejándolo en un lío de murmullos. Sintió lástima por mucha gente en las trincheras, en la zona de internamiento, en Marley. Tales sentimientos eran fugaces y sin importancia, pero implacables a su manera irritante. La fuerza de voluntad de Eren solo pudo reprimir esos sentimientos durante un tiempo, y después de perder una extremidad, mantener la guardia alta finalmente se había quedado en el camino. Su mente y su cuerpo estaban completamente agotados: su cuerpo luchaba por sí solo sin sus habilidades curativas por primera vez en su vida adolescente, y su mente luchaba por mantenerse consciente y abstenerse de ayudar a su propio cuerpo.

Parecía que la enfermera había terminado con el otro soldado ahora. Ella estaba pidiendo atender su pierna.

"...sí."

Con el 'Sr. Kruger' dando su consentimiento, la enfermera le dio las gracias cortésmente y fue a buscar las vendas limpias. Sin nada más que hacer que ser atendido como un animal moribundo, la mente de Eren divagó, sin ningún hilo de pensamiento en particular guiándolo mientras dejaba pasar el tiempo.

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Ya había pasado una semana y Eren estaba afuera en su lugar habitual, sentado junto al guerrero en entrenamiento que ahora había visto un par de veces: Falco Grice. El rubio era un chico cordial, con un corazón amable en la manga con su naturaleza confiada, que había explotado rápidamente durante su primera conversación.

"Entonces, Udo terminó teniendo que dar treinta vueltas extra. Parecía tan exhausto... pero aparte de eso, ¡todo salió bien!" Falco terminó de contar su historia con una sonrisa. A pesar de sus intenciones iniciales con el niño, Eren había escuchado atentamente, asintiendo junto con comentarios escasos.

"Ya veo. ¿No se llevan bien?"

"No, no es así... Gabi y Udo pueden discutir sobre cualquier cosa, pero realmente se preocupan el uno por el otro." aclaró Falco. Luego resopló y agregó: "Una vez se pelearon por una rodaja de zanahoria."

La mayoría de las historias contadas por Falco eran así: cuentos infantiles, sencillos y al punto. Para Eren, fue muy entrañable: el tono de Falco incapaz de ocultar el cariño que le tenía a sus amigos, demasiado honesto. Esa simplicidad facilitó aferrarse a ella, una breve distracción del nuevo y obsoleto estilo de vida de Eren.

Preguntó sobre el incidente de la zanahoria y permitió que la voz de Falco lo mantuviera a flote para que su mente no regresara a su inevitable realidad. Más bien, sintió un nivel cada vez mayor de interés genuino en las aventuras de Falco y el otro cadete.

Sólo duró tanto tiempo.

Pronto, Falco se fue con un movimiento de cabeza y se despidió, dejando a Eren viendo cómo el cielo se desvanecía lentamente en la oscuridad.

Eren sintió lástima por muchas personas en las trincheras, en la zona de internamiento, en Marley. Para un niño que hace todo lo posible por salvar a su amigo. Eren no pudo evitar eso. Lo que podía hacer era negarse a dejar que lo hicieran dudar o controlarlo de alguna manera.

Dos noches después, Eren escucha a su compañero de cuarto escabullirse en la oscuridad de la noche.

A la mañana siguiente, escucha a Varlet y a otra enfermera hablando en voz baja, lamentando su muerte. Un suicidio.

Eren sintió poca sorpresa. Podría haberlo evitado, si hubiera querido hacerlo. Sin embargo, eso lo habría hecho sobresalir entre las enfermeras: ¿qué veterano inestable que sufre pérdida de memoria podría vigilar a los que lo rodean? La respuesta es muy pocos, por lo que Eren había optado por cerrar los ojos y se durmió.

Su habitación está vacía ahora. Ningún otro paciente fue enviado de inmediato para ocupar el lugar del muerto. Cuando llega la noche, cierra los ojos fácilmente sin murmullos incoherentes que lo mantengan despierto.

No se duerme durante horas.