Brujo enamorado (Yaoi)

Capitulo 3: ¿Escuela? ¿Amigos? ¿Te Gusta Esa Persona?

Viper.

Fue una buena noche, desperté por el canto de algunas aves en la ventana, lo raro es que cuando las vi, estas no tenían cuernos y eran de dos ojos.
Me estiré, Isaac seguía dormido, y Azz no está en el cuarto.

Me levanté de la cama con cuidado y salí del cuarto, de inmediato sentí un delicioso aroma. Fui hasta la cocina y ahí estaba la señorita Vera junto a Azz.

— Buenos días cariño, ¿cómo dormiste?

No entiendo por qué me llama "cariño", pero se siente muy bien... Porque es mucho más cariñosa que mi mamá. Además de que permitió que me quedara como si nada.

— M-Muy bien... Gracias, ¿y usted?

— ¡Excelente!

— Buenos días amigo mío.

— Buenos días Azz, ¿Cómo estuviste?

— Muy bien, fue maravilloso... Por cierto, amigo mío ¿por qué no vas al balcón y miras el cielo?

— ¿El cielo?

— Sí, ve.

Fui hasta el balcón, abrí la ventana y salí... El cielo es... ¡Brillante y maravilloso! ¡¿Qué pasa con este cielo tan claro y repleto de brillo?! Sólo lo había visto en libros, en dibujos... Pero nunca me imaginé que fuera algo tan maravilloso que puede hacer que mi corazón se mueva de esta manera.

— ¡Isaac, despierta, está listo el desayuno! — Escuché a la señorita Vera.

Volví a entrar, la verdad es que este lugar no es muy grande, comparado a mi casa del mundo mágico, pero es mucho más grande... En cuanto a la calidez y la sensación de hogar que me inunda.

— Viper, el desayuno está listo, ¿te gustan los omelettes?

— ¡Ah, sí, me gustan! Bueno, en realidad... ¿Qué es un omelette?

Me miró sorprendida.

— ¡¿No has comido nunca un omelette?! — Preguntó Isaac entrando en la cocina, con su pijama verde puesta.

— N-No... ¿Qué es?

— Amigo mío, la señorita Vera lo hizo frente a mí, lleva huevos... ¡No son huevos de yemas rosas, son unos cuyas yemas son amarillas, algunas naranjas! —Azz se veía emocionado.

— ¡Que genial! — Dije.

— También tienen queso y jamón — Dijo Isaac — Al menos los que nosotros hacemos.

— ¿Queso? ¡Eso sí lo conozco! — Dije — ¡Es una cosa de color amarillo, lo vi en un libro, tiene agujeros y es triangular!

— Bueno, algunos son así... — Dijo Isaac.

— Amor — Dijo la señora Vera, Isaac le miró — Pon la mesa para los cuatro, por favor.

— Entendido.

—¿Hay algo que yo pueda hacer? — Pregunté, no quiero ser un inútil.

— Puedes ayudarme a llevar los platos a la mesa — Me sonrió.

— Está bien.

Isaac terminó con la mesa y yo ayudé a su madre a llevar los platos y tazas.

Empezamos a comer, pero me siento realmente mal por esto... Como si estuviera siendo un inútil que sólo está consumiendo sus alimentos y viviendo de gratis bajo su acogedor techo.

— Yo... — Comencé y me miraron —Azz, dame el dinero.

— ¿Eh? Claro — Azz escupió el sobre y yo lo tomé.