universidad. ; 29

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no solía cambiar su lugar de estudio, su escritorio era cómodo y en sus cajones y pequeños estuches tenía todo lo que necesitaba para sus apuntes que le gustaba llenar de colores pasteles una vez los terminaba, pero esa tarde era diferente ya que su madre se encontraba en casa. un acontecimiento como aquel no era algo que no pasara a menudo, acostumbraba a pasar largas tardes con ella mientras hablaban de lo infinito que se sentía el tiempo o cuestionandose sus propias existencias como no podía hacerlo con nadie más, pero desde que la comisaría había comenzado a citarla para dar testimonio, su madre solía quedarse en la casa de su tía en la gran ciudad para no tener que soportar viajes tan largos de un día al otro, así que, ahora, que se encontraba en casa debía aprovecharla al máximo; bajó su cuaderno de apuntes, su bolígrafo y sus colores favoritos para acomodarse en la mesa del comedor que daba a la isla de la cocina, donde se encontraba esa bella mujer que la había dado la vida preparando un pequeño bocadillo que disfrutarían juntos.

— ¿apuntes sobre...? — preguntó la mayor, seguido a ello tomó una manzana para comenzar a quitarle la cáscara con ayuda de un cuchillo.

— geografía. — exageró su mueca de disgusto, era una de sus asignaturas menos favoritas.

— ¿no tuviste esa evaluación la semana pasada?

— así es, — asintió con su cabeza mientras buscaba su resaltador celeste estre todos los colores. — son los apuntes para la evaluación del próximo mes.

ella esbozó una pequeña sonrisa con un ligero aire de tristeza, podía presumir acerca de tener a lo que muchas consideraban al hijo perfecto; seungmin era un chico aplicado con notas que rozaban las nubes de tan altas que eran, no le gustaba salir de fiesta y sus únicas aficiones, además del estudio, eran la música y dormir, pero, en el fondo, le preocupaba que su niño no saliera de casa o no le hablara sobre sus amigos, él nunca salía a pasar el rato además de leer en el parque y, la mayor parte del tiempo, podía notarlo triste, le aterraba la idea de que esa personalidad que se atribuía a un chico introvertido y "diferente al resto" pudiera haber sido un efecto de todos sus problemas, en especial, que tuviera relación con su padre.
cortó la fruta que tenía en sus manos en cuatro porciones y la acomodó en el plato plano que tenía a su lado, allí también había dejado distintas frutas que creaban un snack delicioso y saludable. finalmente, tomó el objeto de vidrio y se acercó al menor, sentándose a un lado del mismo no sin antes colocar la fruta en la mesa.

— ¿por qué no sales un poco, minnie?

— porque quiero estar contigo, mamá, — hizo un garabato en el margen de la hoja. — hace tiempo no tenemos una buena charla, sabes que no es lo mismo hablar así que hablar por videollamada.

— sí, lo sé... pero me preocupa que no salgas de casa, — tomó una fresa y la extendió al contrario, tomando otra para sí misma. — ¿todo va bien?

— claro que sí, — volteó para dedicarle una sonrisa, con la intención de tranquilizarla. — en serio disfruto estar contigo.

— también lo hago, — correspondió a la sonrisa, tomando una de las manos ajenas con ambas propias, acariciandola con sus pulgares. — no pude haber tenido más suerte contigo.

— entonces no te preocupes, ¿sí?

— soy tu madre, pides demasiado... — se alejó un poco de él, acomodándose para leer sus apuntes, en ellos pudo notar el nombre de la universidad a la cual seungmin quería asistir escrito en lapiz. antes de volver a hablar, carraspeó. — ¿ya te decidiste por una universidad?

— sí, desde el comienzo de este año, — sonrió orgulloso y se estiró para tomar su lapiz, haciendo un círculo con el mismo sobre el nombre de la universidad. — christopher dijo que es fantástica.

con amor, seungmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora