con amor, seungmin.

lago anglar. ; 11

amaba los fines de semana porque no debía ir a la escuela, luego de hacer su tarea podía olvidarse de que el siguiente lunes tendría que volver a ese gran edificio para lidiar con la vacía mente de ryujin, minho y sus estúpidos compañeros. hyunjin era lo único bueno de allí, además de la biblioteca.
tomó la pequeña mochila de color beige que usaba para salir y allí guardó su libro favorito; iría al parque para poder leer bajo un árbol y olvidarse lo horrible e insufrible que su vida se estaba volviendo poco a poco, quizá esas páginas repletas de fantásticas aventuras de ficción lo llevarían a tener algo de esperanza, ¿eso era posible?, ¿era posible que su vida mejorara? lo dudaba. luego de saludar a su madre salió de casa y no tardó en tomar camino hacia el parque más cercano, hacía poco tiempo había pasado cerca de allí y la idea de que sería un buen lugar para pasar el rato y leer algún libro no sonaba como algo tan loco, solía hacer eso cuando vivía en la gran ciudad, los parques de la zona eran increíbles y amaba pasar tiempo allí... hasta que todo en su mundo se volvió oscuro.

al llegar notó que era un parque pequeño, más de lo que hubiera imaginado, pero aún así era un lugar agradable para estar. buscó el mejor árbol a su parecer, lo suficientemente grande para que la sombra lo cubriera totalmente, y se sentó bajo el mismo sacando su libro en cuanto terminó de acomodarse, un nuevo libro de fantasía que su madre le había comprado porque la tapa le había recordado a él. le parecía adorable.
se sumergió en la lectura como siempre solía hacerlo cuando empezaba una nueva, la trama era entretenida y le recordaba en cierto punto al libro que había en la biblioteca de la secundaria, quizá ese tipo de libro se volverían sus favoritos. estaba en su propio mundo, tanto que se había olvidado que se encontraba en un pequeño parque local, tanto que se asustó cuando escuchó que se dirigían a él;

— hey.

cerró su libro de golpe como si estuviera leyendo algo malo que fuera a meterlo en problemas antes de voltear para encontrarse con el lindo chico de cabello largo.

— oh, hwang... — soltó un suspiro y relajó su cuerpo.

— dime hyunjin. — sonrió levemente mientras se sentaba a su lado. — ¿qué estabas leyendo?

bajó a la vista hasta su libro, encogiéndose de hombros. — mi madre me lo compró.

— yo terminé el libro que comenzaste en la escuela.

— ¿qué? — devolvió su vista hacia él. — ¿terminaste ese libro?

— oh, sí, — soltó una risa. — solo leí cómics, nunca terminé un libro completo, pero cuando te vi leyendo te veías tan... ¿adorable? así que supuse que era un buen libro y no me equivoqué. tienes un buen gusto.

— ah... — esbozó una sonrisa, presionando un poco su libro entre sus manos. — me alegra que te haya gustado, hm, puedo... puedo recomendarte más libros. si quieres...

— eso sería genial. — se levantó del suelo y sacudió su ropa. — bien, ya no voy a interrumpirte, creo que... me voy a casa.

hyunjin podía hacerlo sentir comprendido con tan solo esas pequeñas charlas que tenían de vez en cuando, quería tener la oportunidad de poder acercarse un poco más a él y quizá llegar a ser amigos o, incluso, más que eso. con rapidez guardó el libro en la mochila y colgó la misma en sus hombros mientras se levantaba del suelo para dirigirse al mayor.

— no, no, — negó con su cabeza. — no estás interrumpiendome.

colocó sus manos en los bolsillos de su abrigo, esbozando una sonrisa al encontrarse al castaño frente a él. — oh, genial, quería invitarte a dar una vuelta...

— ¿una vuelta? — preguntó con cierta emoción en su voz. — podrías enseñarme un poco el lugar, ya sabes, no conozco mucho por aquí.

— ¡claro! luego podemos pasar a comer los hotcakes de hobi, — comenzó a caminar tomando el brazo ajeno y guiandolo fuera de aquel parque. — ¿o prefieres comer donas? sus donas también son buenas, pero no tanto como sus hotcakes.

soltó una pequeña risa por lo bajo. — me gustan los hotcakes.

— entonces no vas a perdertelos.

comenzaron a caminar mientras temas triviales los rodeaban, comenzaba a conocer a hyunjin de una manera más personal y eso le fascinaba, la química entre ellos era única, nunca se había sentido así con nadie más y no quería sentirse así con alguien que no fuera el azabache. pasaron por un arcade, hyunjin le comentó que los juegos de ese lugar eran bastante entretenidos y que solía pasar horas allí dentro, hasta que el lugar se llenó de insoportables mocosos que no superaban los diez años de edad, cosa que le pareció graciosa, también lo llevó hacia el gimnasio donde entrenaba, era un lugar bastante espacioso, allí hyunjin se había refugiado cuando los niños invadieron sus juegos recreativos favoritos, quizá lo que más le sorprendió fue ver una tienda de libros a un lado de ese lugar, hyunjin le dijo que nunca se había fijado en los libros de allí pero que los cómics de superhéroes eran bastante buenos, probablemente ese se convertiría en su lugar favorito de todo el pueblo. casi al final de su recorrido llegaron a hobi's diner: "el hogar de los mejores hotcakes del mundo", allí tuvo la dicha de probar ese famoso plato del que tan bien había hablado su compañero y descubrió que no estaba mintiendo en lo absoluto.

— ¿lo ves? te dije que eran deliciosos. — habló el mayor con su menton recargado en la palma de su mano.

— bien, comprobé que no eres un mentiroso.

soltó una risa ante el comentario. — me alegra que confíes en mí.

volteó hacia la ventana que el local tenía, encontrándose con una especie de montaña. la recordaba, también era visible desde su habitación. — ¿qué es ese lugar?

volteó hacia donde el contrario estaba mirando. — oh, es mi lugar secreto.

sonrió levemente y le devolvió la vista, hyunjin hizo lo mismo. — ¿tu lugar secreto?

— sh... — colocó su dedo índice sobre sus labios, provocando la risa ajena. — no hables tan fuerte... es la montaña que está frente al lago anglar, nadie va a allí, así que cuando quiero estar solo sé donde esconderme. ahora que lo sabes, no se lo digas a nadie.

— ¿el lago anglar? ¿allí... no encontraron un cuerpo?

— ah, sí, pasó hace tiempo... antes solía darme miedo, pero no es algo que me preocupe.

— ah, ya veo...

antes de que alguno de los dos pudiera decir algo más para aportar a la conversación el celular del chico de cabello largo vibró sobre la mesa, el dueño del mismo lo tomó para revisar el mensaje e hizo una mueca.

— minho y ryujin están esperándome. — comentó.

se sentía bastante triste al tener que dejar que ese día terminara, pero no era uno de sus amigos como para quitarle más tiempo. — oh, está bien, de todas formas... ya me iba a casa.

— ¿vives cerca? puedo acompañarte.

— si no es molestia...

— nunca serás una molestia, seungmin.

él nunca sería una molestia para hyunjin.

[. . .]

querido diario;

acabo de tener el mejor fin de semana de mi vida gracias a hyunjin... creo que no es solo un simple crush. maldición.
estaba leyendo en un parque cercano a casa y él apareció de la nada, como siempre lo hace, no sé de donde saqué la valentía para pedirle que me diera un recorrido por la zona, tampoco sé cómo es que aceptó hacerlo, pero no estoy quejándome en lo absoluto, al contrario, creo que nada podrá superar este día. fuimos al arcade, al gimnasio, ¡incluso a una tienda de libros! hyunjin dijo que tengo un buen gusto, quizá le regale algún libro... al final del recorrido fuimos a comer hotcakes en hobi's diner, él se ofreció a pagar mi comida y no se detuvo hasta que accedí con la condición de que la próxima vez yo pagaría por ambos. habrá una próxima vez, ¿una segunda cita?

no, seungmin, eso no fue una cita.

también me enteré de que los rumores sobre el lago anglar son ciertos, o eso dijo hyunjin, yo le creo, no es capaz de mentirle a nadie. al terminar nuestros platos de comida alguien le envió un mensaje y dijo que minho y ryujin lo estaban esperando, me trajo a casa y se despidió con una sonrisa cálida que no seré capaz de olvidar. luego, desapareció. tan lindo, hwang hyunjin. todo el día sentí que estaba soñando despierto.

con amor, seungmin.